Abrace a Chloe con todas mis fuerzas mientras ella lloraba desconsoladamente; no tenía palabras, y no creo que eso ayude en momentos como estos, lo que ella necesita es a una persona que la cuide, que la entienda, que la proteja, que no la engañe ni la trate como un juego.
- ¿Te sientes mejor?
- Algo... - Susurro con la voz ronca.
- Me tienes a mí ahora, Chloe. Yo no te haré daño - Mentira.
- Gracias Dylan - Sonrío.
- Te ves más bonita cuando sonríes - Dije sin pensarlo.
Chloe bajo la mirada y sus mejillas se tiñeron de rojo.
Reí.
Duramos varios minutos en silencio hasta que Chloe suspiró pesadamente.
- Trato de olvidarlo, intentó dejarlo atrás pero no puedo.
- No tienes que olvidarlo, Chloe. Porque no lo olvidaras, siempre estará en tu mente, pero tienes que dejar de atormentarte pensado que fue tu culpa, porque no lo fue, no fue la culpa de nadie; fue algo que solo paso porque así lo quiso el destino. Tienes que aprender a vivir con eso, dejar el pasado atrás y seguir adelante. ¿No crees que eso hubiera querido Trevor?
Chloe callo varios segundos pensando en lo que dije.
- Tienes razón, a Trevor nunca le hubiera gustado verme así...
- ¿Qué piensas que hubiera querido el?
- Que siguiera con mi vida, que lo dejara atrás, como un recuerdo - Susurro.
Sonreí y la abrace atrayéndola a mi pecho.
Luego de varios minutos su respiración se volvió pesada y tranquila, entonces ahí supe que estaba durmiendo. Comencé a acariciar su rostro con mi dedo, lo pase delicadamente por sus ojos, mejillas, nariz, labios; todo en ella es perfecto. Acaricie su mejilla levemente mientras la contemplaba dormir. Entonces comencé a pensar en todo lo que estaba pasando. No me puedo encariñar con ella. No te puedes encariñar con ella Dylan.
Ella es solo la ilusa que cae en mi juego.
Aunque... Con lo que me acaba de contar, no estoy muy seguro de seguir con todo esto, no lo merece.
Me levante cuidadosamente sin intentos de despertarla, acomode su cabeza en un cojín y la deje dormir tranquila. Le deje una nota en la mesita a su lado y partí a la casa de Mark.
Cuando llegue a su casa-mansión entre por la puerta y lo descubrí con la camisa a medio abotonar y una rubia a horcadas en el.
- ¿Qué demonios? - Soltó irritado al ver que le había dañado su polvo del día.
Rodee los ojos.
- ¿Qué quieres Dylan? - Dijo sacando a la rubia de sus piernas mientras ellas se quejaba.
- No lo sé.
- ¿No lo sabes? - Me miró confundido.
- Esta apuesta cada vez se me hace más difícil - Confesé tomándome del cabello frustrado.
- ¿Qué sucede? ¿Acaso Chloe aún no quiere bajar sus bragas contigo? - Se burlo. Le hizo una señal a la rubia y esta se fue caminando hacia alguna habitación.
- No... Bueno, si. Quiero decir; Aún estoy trabajando en ello. Pero eso no es lo que me inquieta ahora.
- ¿Y qué es?
- Ella... Me contó algo de su pasado, algo muy fuerte. Y he estado pensando... No se si quiero hacerle esto a ella Mark. - Negué con la cabeza.
- ¿Estás hablando en serio? ¿Te estás retractando? - Frunció las cejas.
ESTÁS LEYENDO
No te enamores de la Apuesta | Editando |
Roman pour AdolescentsTodo comenzó solo como un juego, una distracción... Pero como dicen por ahí, toda acción tiene consecuencias. Si, es cierto, me enamore, y cuando quise darme cuenta todo se me estaba yendo encima.