El Caso Catrina

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(Literautas - enero 2016)


Buenas noches.

Hoy, en nuestro Programa de Actualidad, vamos a abordar la historia que ha conmocionado a esta ciudad durante las últimas semanas. Si les dijese el nombre de Judy Mitchel, seguramente nadie sabría de quién estamos hablando. Pero, ¿y si les digo Catrina?

Esta noche contamos con información de primera mano y en exclusiva para nuestro programa sobre la desaparición y posterior asesinado la joven de dieciocho años.

Pero antes, vamos a remontarnos al inicio de los hechos. A la madrugada del 1 de noviembre, noche en la que se celebraron numerosas fiestas de Halloween en multitud de viviendas, universidades, y bares de la zona.

Catrina, que es el nombre con el que los medios de comunicación y ciudadanos de a pie hemos bautizado a Judy, acudió a una de esas fiestas en compañía de su hermano mayor, Brandon Mitchel, y sus amigas Helen y Alice, cuya información no ha trascendido.

Según el informe policial, el listado de reservas del local donde se celebró el evento, y al que acuden muchísimos jóvenes cada fin de semana, sitúa al grupo de amigos en el interior de la sala sobre las once de la noche. Ahora, planteamos los primeros interrogantes: ¿Qué pasó en esa sala? ¿Hasta qué hora permanecieron dentro? ¿Perdieron de vista a Catrina en algún momento? Bien. Avancemos un poco más.

Una vez concluida la fiesta, las amigas de Catrina y su hermano regresaron a sus respectivas casas. Hasta aquí todo normal. Pero a la hora de comer, los padres de los hermanos Mitchel notaron la ausencia de su hija al descubrir que no está en su habitación.

La presión se apodera del primogénito, quien asegura que no supo nada de su hermana desde que entraron en la discoteca, que ella se marchó con sus amigas por un lado y él por otro; y contacta con Alice y Helen, para saber si había pasado la noche con alguna de ellas.

La familia y las amigas comienzan a preocuparse por lo sucedido, porque Catrina nunca se hubiese marchado sin avisar, y sospechan que algo ha podido pasarle; por lo que acuden a las dependencias policiales a denunciar su desaparición.

Los agentes tomaron declaración a las tres últimas personas que la vieron aquella noche. Este programa cuenta con información clave sobre los hechos:

Su hermano Brandon, la acompañó con sus amigas en coche, y una vez dentro se separó de ellas, se tomó un par de copas y se marchó a casa sobre las tres de la mañana, sin darse cuenta de que su hermana no había llegado:

"Supuse que se habrían ido a dormir las tres a casa de Helen, como hacen algunos fines de semana." —alegó.

Alice, aseguró haberse tomado una copa con Catrina y Helen en una de las mesas de la sala, y después salió a la pista a bailar. Allí conoció a otro joven con el que estuvo charlando hasta bien entrada la madrugada y que, finalmente, le acompañó a casa.

La versión de Helen coincide con la de Alice en que se tomaron una copa juntas. Después, las amigas se quedaron solas en la mesa "hablando de sus cosas":

"Judy es como una hermana para mí. Nos lo contamos todo —dijo en su declaración—. Estuvo dándome ánimos, porque lo acabo de dejar con mi novio y estaba de bajón. Ella fue quien me obligó a ir a la fiesta para despejarme." —y concluyó— "No me encontraba bien y pasaba de amargarles la noche. Le escribí un Whatsapp para decirle que me iba y me fui a casa poco antes de la una."

En último lugar, prestaron declaración de forma voluntaria el señor y la señora Mitchel, de forma conjunta:

"Es la primera vez que mi hija va a una fiesta de ese tipo. Le pedí a Brandon que fuera con ella, para quedarnos más tranquilos (...) Me pasé toda la tarde ayudándole a preparar el disfraz, porque le hacía ilusión vestirse de Catrina, esas calaveras mejicanas." —dijo la madre

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