Frank siempre tenía algo que contar sobre ella. Tal era su adoración que le escribía una carta cada día. Así se lo prometió el día de su despedida, cuando la mujer a la que amaba se escapó de casa de sus padres para ir al puerto a verle marchar, con miles de esperanzas puestas en su regreso.
La mirada triste de la joven resplandecía cada vez que el repartidor del correo paraba frente al buzón de latón de la finca de su adinerada familia y dejaba una carta, que leía y releía con ilusión. Ninguna hablaba de la cruel guerra, todas hablaban de su amor atemporal e infinito. Aunque el documento estuviese manchado de pólvora y descuidado por tanto ir y venir de un país a otro hasta que llegaba a sus manos, no le importaba. Para ella eran las más hermosas del mundo.
Las noticias que contaban los periódicos sobre la guerra eran desoladoras. Miles de soldados morían cada día y Agatha vivía invadida por la angustia al pensar que quizá uno de ellos pudiese ser Frank. Entonces, recibía una nueva carta y volvía a ser todo lo feliz que podía ser una joven con un novio en guerra, y unos padres deseando casarla con un poderoso terrateniente que la pretendía. "No podrás esperarle siempre", le decían. Pero ella desoía sus palabras y vivía su relación imaginaria, preguntándose cómo serán los hijos que tendrán cuando él regrese.
Una mañana de octubre recibió una nueva carta, pero el sobre estaba vacío. Comprobó el buzón varias veces, lo miró al trasluz, y revisó la solapa por si lo hubiesen abierto antes de entregárselo. Se personó en la oficina de correos, exigiendo una explicación; pues no entendía cómo había recibido una carta sin carta. Pero nadie supo dársela. Simplemente, lo habían recibido así y lo entregaron al destinatario.
Indignada, se dispuso a marcharse para pedirle a su padre, un hombre bastante influyente en el pueblo, que cesase en funciones al responsable de la oficina de correos por su incompetencia; hasta que una anciana viuda de guerra se le acercó para decirle que es muy difícil dar malas noticias, que es mejor recibirlas de esa manera.
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Historias de Thai, recopilación de relatos
CasualeRelatos publicados en la página https://historiasdethaisite.wordpress.com/