No podía creer lo que me dijo, con eso claramente pasó lo que dije: entré en una especie de pánico tremendo del que nadie me podía sacar, me puse a llorar también, ¿y cómo no? O sea, ¡iba a perder la razón por la cuál llegué tan alto!
Trató de explicarme que por eso mismo nunca me propuso un noviazgo real y serio porque la distancia no la soportaría, yo tampoco. Pero esa era la triste realidad, nunca pensamos en eso cuando comenzamos a hablar, creíamos que estaríamos juntos por la eternidad, ignoramos que serían sólo seis meses de conexión. Una lástima porque el amor estaba consolidado de manera muy fuerte, sería muy bestial que las cadenas amorosas que nos unían se rompieran.
La realidad era así, estaba escrita y no podía cambiarse, teníamos que aceptar que nos separaríamos por siempre. Que yo debía proseguir por mis propios medios en mi curación mental.
- Sophia -llamó antes de irse aquel día-, recuerda que lo nuestro nunca fue en vano. Yo extendí tus alas, las curé -sonrió tras tanto dolor-. Te hice ver lo hermoso que era el mundo allí afuera, te guié por el camino correcto para que ahora puedas seguir tú solita hasta el final. Podrás hacerlo, tenías la voluntad antes, la tendrás ahora y con mayor razón cuando me vaya.
- N-no creo... -murmuré, insegura.
- Debes creerlo -cogió mis manos y profundizó su anterior sonrisa-. Ya te enseñé todo lo bueno, tienes tus alas, ahora sólo debes volar...
Y con eso, me dio un beso en los labios. Se fue hacia el taxi que dirigía al aeropuerto, lanzándome besos por la ventana, lloré de emoción. Todo lo que dijo, era cierto. No fue en vano nuestro amor, él me enseñó mucho, ahora puedo tomar con madurez ciertas cosas y sé que debo seguir luchando para mejorar mentalmente y terminar de ayudar a mi pobre madre.
Lars me hizo todo el camino, curó mis alas.
Para cuando aprendiera a volar.
Y así lo hice.
Con mucho orgullo y nostalgia, seguí ese buen sendero hacia la gloria con mis alas de la libertad, volando alegremente, no tan solitaria. Fui conociendo otras personas, buenas y malas, aprendí que hay gente que si vale la pena...
Aprendí a volar. Y todo gracias a lo que consideraría mi verdadero primer amor, gracias Lars, por tu amor al arte aunque fuera mi fobia, por ser tan alegre aunque yo fuera cascarrabias. Ese contraste me hizo madurar y crecer como persona.
Aprendí a volar.
ESTÁS LEYENDO
When I learn to FLY (METALLICA)
FanfictionHaré mi propio camino para cuando aprenda a volar.