Creo que es la primera vez en mi vida que me cuesta tanto levantarme, ¿no podemos grabar galas los viernes? O hacerlas en directo.
Anoche, después del programa, como todos los miércoles fuimos a cenar y como no, cayeron unas copas. Pero no calcule demasiado bien las copas y ahora mismo tengo una resaca del copón.
Llaman a la puerta. Bajo de la cama y me pongo las pantuflas, una bata y me encamino a abrir
-Buenos días dormilona.
Silvia entra a mi habitación como Pedro por su casa.
Me quedo un rato mirando a la nada aún con la puerta abierta hasta que me doy cuenta y la cierro, me vuelvo para mirar a Silvia que está sentada en mi cama. Me aproximo a ella y, literalmente, me tiro de espaldas en plancha contra el colchón.
-Parece que a alguien ayer se le fue la mano -me dice en tono gracioso.
-Y las copas, sobre todo las copas.
-Es que a ver, Ana cariño, si te emborrachas es para después follarte a alguien y así compensar. Una de cal y otra de arena. Tú te has emborrachado para, simplemente, sufrir una resaca monumental.
-Silvia, cariño -lo digo poniendo énfasis- cenamos y bebemos en un hotel, a las dos de la mañana, en el cual solo están despiertas las moscas ¿Crees que me podría tirar a alguien?
-Estoy en la habitación de al lado, baby.
Me incorporo apoyandome sobre mis codos y la miro interrogante ¿está hablando en serio? Y si no lo hiciera porque desearía que fuera así.
-Ja ja, muy graciosa -digo solo para aliviar la tensión.
-Venga va, arriba y a vestirse que tienes que volver a Madrid y salir está noche en el Hormiguero.
-Cabrona... te sabes mi agenda mejor que yo.
-Sé muchas cosas de ti, Anita.
Se levanta, me guiña un ojo y se va. Me quedo... ¿cuánto? ¿cinco minutos? Sí. Me quedo cinco minutos más en la cama mirando hacia el techo hasta que con la mayor fuerza de voluntad del mundo logro levantarme y ponerme la ropa, vaqueros y jersey, no soy muy complicada.-¡Taxi!
Consigo parar uno nada más salir del hotel.
-A la estación de tren y si puede ser rápido, mejor.
Como no, voy tarde, siempre voy tarde.
-A sus ordenes señorita.
Ay va, me ha tocado el taxista majo. Aprovecho el viaje para hablar con mi madre y contarle cositas sobre la gala, pues no podemos desvelar demasiado o nos cuelgan.
Llegamos, pago al taxista y corro, como si la vida me fuese en ello, como si fuera Cristina Pedroche y llego a punto para subirme al tren.Después de dos horas de viaje ya estoy en Madrid camino de mi apartamento.
No hay nada mejor que llegar a tu casa, dejar las maletas a un lado y tirarse en el sofá.
Y sucede, otra vez, miro a mi alrededor. Me siento sola. Ahora me siento sola mientras que está mañana en una habitación de hotel donde no tenía nada mío me sentía genial... ¿Quizás en esa habitación, esta mañana, estuviera realmente todo lo que necesito para ser feliz?
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La soledad (sin ti) [TERMINADA]
FanfictionLa realidad es que puedes tener miles de cosas, personas y una vida genial pero si te falta alguien, si te falta esa persona, la vida no es igual.