Llegue al rellano de mi piso y vi unas piernas que salían de la escalera. Era ella, reconocería cualquier parte de su cuerpo.
Me acerque, miraba al suelo y al notar mi presencia levanto la cabeza. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, como los míos. Me agache hasta quedar a su altura y limpie sus lágrimas.
-Perdóname, Ana.
-No, perdóname tú a mí.
Nos miramos y sonreímos.
-Te estuve llamando para decirte que no había cogido el tren.
-Yo fui a buscarte a la estación para que no te fueras.
Esta vez nos reímos.
Me levante y abrí la puerta.
-Entra -le dije.
Entre, ella después de mí y en cuanto cruzó el umbral me gire y la bese apoyándola contra la puerta provocando que esta se cerrara de un portazo y que a Silvia se le cayera su maleta.
Besaba sus labios con pasión, mucha pasión. Llegue a su cuello y mordí y lamí cada centímetro. Arranque su blusa provocando que cada botón resonara al caer en el parquet.
Bese sus pechos y acto seguido la cogí en brazos para llevarla a la habitación. Una vez allí la apoye contra la pared y seguí en donde me había quedado antes, besando sus pechos y dándole pequeñas mordidas las cuales hacía que se estremeciera.
La lleve a la cama y la deje sobre allí. Ella, sorprendiéndome, se depositó sobre mí y me beso.
-Me toca -me dijo.
Pues no estábamos en igualdad de condiciones, yo aún estaba completamente vestida.
Metió sus manos por debajo de mi camiseta para quitármela. Me desvistió por completo, dejándome solo con la ropa interior.
Beso mis labios y bajo, al igual que yo había hecho se detuvo en mis pechos y los besó, mordió, lamió y masajeó.
-Ana, nena, me encantas -dijo mientras seguía centrada en mi cuerpo.Eran las nueve de la noche, me levante despacio de mi cama, Silvia dormía. Me puse mi ropa interior y busque en el armario una camiseta larga. Me dirigí al baño, cerré la puerta y encendí la luz. Al mirarme al espejo me percaté.
-Mierda... -susurré.
Tenía marcas de Silvia por todos lados. Baje el cuelo de la camiseta par dejar ver mis pechos y estaban igual.
Llegue a la cama y despacio intente quitarle la sábana a Silvia sin despetarla y poco a poco se fueron descubriendo, ella también estaba llena.
-Mierda, mierda.
Abría sus ojos.
-Ana... sabes que no tienes que andar con tanto sigilo, me lo pides y ya.
Sonreí ante el comentario.
-No es eso cariño.
-¿Entonces?
-Ven.
Le agarre la mano y después de que se vistiera la lleve al baño. Encendí la luz y la abrace por la espalda.
-Mire.
Aparté el pelo de su cuello y las vio.
-Pero eso no es todo... -le dije.
Le quite su camiseta y vio como su pecho tenia las mismas marcas. Las tocó con suaves caricias.
-Lo siento, bonita. Yo no quería...
-Shh. Me gusta.
Se giro y me comenzó a besar.
-Ana...
-Dime -le dije sobre sus labios.
-¿Recuerdas lo de mi fantasía?
-Mm... -le dije mientras besaba cada marca de su cuello.
-Pues... Era la de hacerlo en el baño.
La mire a los ojos y le sonreí.
-Pues vamos a hacerla realidad.
Le levante y la senté sobre el mueble del lavabo para seguirla besando.
Estaba dispuesta a que hiciéramos el amor en cada rincón de la casa.
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La soledad (sin ti) [TERMINADA]
FanfictionLa realidad es que puedes tener miles de cosas, personas y una vida genial pero si te falta alguien, si te falta esa persona, la vida no es igual.