-Silvia, cariño -me temblaba todo el cuerpo.
-Dime.
-He estado pensando... -mi voz titubeaba.
-Uy, eso no trae nada bueno -rio.
Por un momento me perdí. Me perdí en su risa. Madre mía, era preciosa, no podría vivir sin ella.
-Tierra llamando Ana, ¿hay alguien pilotando allá arriba?
Dio unos golpecitos en mi cabeza.
-Nada, déjalo.
-¿Cómo que lo deje? No me puedes dejar así.
-No era nada, en serio.
-Muy mal Morgade, muy mal -dijo haciéndose la enfadada.
Se dio la vuelta dándome la espalda y yo la acaricié suavemente.
-No, no vengas ahora con mimos.
Me introduje dentro de las sábanas y lo siguiente que escuche fueron los jadeos y gemidos de Silvia pronunciado mi nombre.Un mes después
¿Qué había pasado en mi vida? ¿En qué momento todo se había torcido? ¿Cuándo me dejó Silvia? ¿Por qué me preguntaba todo esto ahora? Había hablado con Llum, con Ángel, con Ruth, con Sara, con Anna... con todos. Pero nadie era capaz de quitarme el peso de la soledad que recaía en mí de nuevo. Mi vista se empezaba a nublar, mis gafas empezaban a empañarse. Lo único que supe hacer fue hacerme un ovillo y seguir derramando lágrimas. No recordaba como empezó todo. Poco a poco mi mente se fue aclarando.Flashback
Hacía una semana que habíamos vuelto de aquella noche de hotel. Nada más volver el trabajo me empezó a envolver de una manera brutal. Ese día llegaba Joana de Barcelona y había quedado con mis chicas para comer pero tuve un contratiempo en la función y el móvil se me había quedado sin batería. Fue la gota que colmó el vaso.
Llegué a casa y allí estaba la mujer más bella del mundo, mirando la televisión. Me acerqué a ella.
-Buenas noches mi amor.
La fui a besar pero apartó su cara. Me quedé perpleja.
-Me voy a dormir.
Se levantó y se fue al dormitorio.
Apagué el televisor y caminé por el pasillo hasta llegar al dormitorio. Se estaba quitando la ropa para ponerse el pijama.
-¿Cómo ha llegado la niña? -le pregunté.
-Genial, muy bien -dijo de forma seca.
-Me alegro muc...
-Hasta la hora de la cena -dijo cortándome- donde su querida Ana no aparecía.
-Lo siento mucho... tuve un contratiempo en la función y el móvil se me quedó sin batería...
-Ana, no quiero escuchar escusas.
-¡No son escusas Silvia! -la encaré.
-¡¿Es qué no te enteras?! ¡Llevas una semana distante! ¡No apareces por casa! Y hoy que viene tu hija no apareces.
Sus palabras me descolacaron muchísimo.
-¿Has... dicho... mi hija?
Silvia resopló.
-En la cena no ha preguntado por Ana ¿sabes? Me ha dicho "Mami, ¿dónde está mamá?" Tendrías que haber visto su carita... y la mía.
-Me ha llamado mamá... -aún no me lo creía.
-Si Ana, sí. Y tú decides desaparecer como llevas haciendo toda la semana.
Se metió en la cama y yo no tuve el valor de rebatirle nada. Me cambié y me acosté.A la mañana siguiente desperté y al llegar al salón vi una maleta al lado de la puerta y a Joana sentada en el sofá con una mochila y vestida.
-¿Tacita?
La pequeña me miro y se levanto corriendo para abrazarme.
-Tacita ¿qué haces despierta y vestida tan temprano?
-Mamá dice que nos vamos a un tiempo para que tú puedas trabajar.
En ese momento vi a Silvia salir de la cocina.
-Tacita, ¿puedes ir un momento a tu habitación? -dije sin apartar mis ojos de Silvia.
La niña se fue y me planté delante de ella.
-¿Qué haces?
-Dejarte espacio para que trabajes y no tengas cargas encima.
-Os quiero y no sois ninguna carga -mis lágrimas iban a salir en nada.
-Ana...
-¡Ni Ana ni leches, coño! -ya estaba llorando a lágrima viva- ¡Os quiero con mi vida! ¡¿Por qué te vas?! No quiero perderte.
-Lo siento Ana. ¡Joana!
La niña apareció corriendo y miró a su madre.
-Nos vamos -le anunció ella.
Me miro y al verme llorando se acercó a abrazarme. Yo me agache y la rodee con mis brazos.
-Toma, para ti -dijo extendiéndome su peluche.
-No, quédatelo. Cuando lo mires acuérdate de mi Tacita.
Me volvió a abrazar y cruzaron el umbral de la puerta.
Fin flashback.Y ahora estaba allí sentada, en el sofá, intentado aceptar mi vida hasta que el timbre me sacó de mis pensamientos.
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La soledad (sin ti) [TERMINADA]
Fiksi PenggemarLa realidad es que puedes tener miles de cosas, personas y una vida genial pero si te falta alguien, si te falta esa persona, la vida no es igual.