Miranda's Unknown Secret (Draco Malfoy) EDITANDO

Chica mala

¿Qué estar por lo pasillos de un colegio que tiene un séquito de fantasmas, gente que va por ahí levantando palitos de madera y haciendo truquitos es peligroso para mi? ¿Peligroso para mi? Soy una chica de Townsville en Australia, el lugar es casi un paraíso veraniego todo el año. He vivido toda mi vida enfundada en unos vaqueros que son considerados indecentes por todo el mundo mayor de 60 años, he pasado días enteros vistiendo tan solo un bikini, he comido arena de playa de pequeña y he tragado tanta agua de mar como para llenar una piscina. 

Miranda Moon no obedece a un alumno que se ha pasado toda su vida viviendo en la fría y oscura Inglaterra. Miranda Moon hace lo que le da la gana porque este colegio la aburre... y como yo soy Miranda Moon, esta noche me voy a robar a la cocina. 

Salgo de nuevo hacia la sala común de Slytherin vistiendo mi capa de brujita sobre mi pijama de satén, esta vez y para la tranquilidad de las personas mayores de 60 años, estoy vistiendo un pantalón largo. 

Desde luego todo mi estilo y mi sentido de la moda se lo debo a mi padre porque mi madre era una mujer bastante hippie, un espiritu libre supongo que me parezco en eso de la libertad a ella. 

Milagrosamente la sala común está libre hoy, ni Blaise ni Draco están en el lugar... afortunadamente. Encontrarse con Draco sería una mierda, pero con Blaise... no se si podría responder ante las acciones que llevarían a cabo mis puños y mis pobres nudillos volverían a sufrir. 

¿Su cara? No me preocupa mucho la cara de Blaise, la verdad. Seguramente en el mundo de los magos hay muchos truquitos que te arreglan la cara. 

Salgo de la casa de Slytherin sin ser pillada. Suspiro muy flojito cuando comienzo a caminar por los pasillos. Camino casi completamente pegada a la pared para que mis sombras no sean demasiado evidentes y por supuesto pongo atención en todos mis sentidos. 

Desde lo frio que está el suelo, hasta el sonido que hace mi respiración al salir de mis labios. 

Un extraño sonido hace que me detenga de repente y pegue mi espalda a la pared. Hago el movimiento tan rápidamente que el aire sale despedido de mis pulmones y me golpeo la cabeza. 

- Auch- digo mientras me froto la parte trasera de mi cabeza. El sonido ha dejado de oírse por lo que sigo adelante por los pasillos para llegar a la cocina. 

Justo antes de girar en una esquina alguien coloca fuertemente una mano alrededor de mi boca y me tira hacia detrás. 

- Miranda, soy yo- susurra la voz en mi oído. Cuando reconozco la voz de Draco me relajo. Guardo silencio y me quedo ahí parada con la espalda pegada a su pecho y con su mano apretando todavía mi boca. 

Dos profesores pasan por el pasillo sumidos en una tranquila conversación. Cuando están lo suficientemente lejos Draco quita la mano de mi boca y tira de nosotros hacia detrás. Simplemente dejo que tire de mi de vuelta hasta nuestra sala común. 

- Te dije que era peligroso salir. Están vigilando el colegio... ¿Qué habría pasado si te hubiesen pillado?- comienza a hablar rápidamente nada más cerrar la puerta de entrada. 

- Estoy bien- digo secamente.- Si me pillan, me castigan... no es nada del otro mundo. 

- ¡No lo entiendes!- dice frustrado.- La seguridad está al máximo. Si te confunden con... alguien peligroso pueden levantar sus variadas antes siquiera de que tu digas tu nombre. 

- Lo pillo, ¿vale?- digo enfadada.- No necesito una niñera... Deberías preocuparte más por ti y menos por mi. 

- Yo no me preocupo por nadie más que por mi mismo- dice soltando una carcajada seca. 

- Sigue diciéndote eso a ti mismo- digo mientras camino de vuelta hasta el pasillo de las chicas sin comida, bebida y con el sermón de una persona de mi edad metido en el cerebro. 

"Están vigilando el colegio" Esas palabras se repiten durante toda la noche hasta en mis sueños.