Por los aires

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Fin de semana. Creedme no suena tan bien como debería. Pero supongo que el acontecimiento es algo... especial. El equipo de Gryffindor y el de Slytherin se van a ver hoy las caras en... ¿el campo? No tengo ni idea de como funciona el juego, simplemente tengo pensado quedarme junto a los demás en las gradas y disfrutar del simple hecho de que haya gente subidos en palos de madera que en mi casa siempre se han considerado un objeto de limpieza. 

Lo más cerca que he estado de un deporte de tierra en mi vida ha sido el Rugby practicado por un montón de mis amigos... chicos. Parece que a ellos les encanta eso de tirarse uno contra los otros y esas cosas. El deporte que teníamos todos en común era el surf y hasta teníamos nuestras propias tradiciones, que estas navidades no podré llevar a cabo. ¡Joder! Eso me cabrea un montón. 

Respiro hondo mientras espero sentada en el Gran Comedor junto con mis demás compañeros. Algunos de ellos llevan unas sudaderas con el escudo de Slytherin pero... yo poso de fanáticos, prefiero seguir llevando el maldito uniforme. Si me preguntasen a quien apoyo diría: No sabe, no contesta. La vida es dura, no tengo ganas de tener a un montón de gente gritándome a la cara por ser una mala fan pero es que si uno no sabe del deporte, ¿a quién apoya? Supongo que al equipo ganador, ¿no? Aunque... si es Gryffindor, ¿me convierte eso en una traidora? No lo creo, este colegio me importa menos que los calcetines apestosos que dejaban mis amigos tirados a la orilla del agua cuando se quitaban sus zapatillas y que al final siempre acaban perdiendo porque la marea sabia y se los tragaba. 

- ¿A qué viene esa sonrisa?- doy un bote en el asiento cuando me doy cuanta de que es Draco. 

- ¡Dios! Qué susto- digo mientras trato de devolver mi mente a la realidad. 

- ¿Es por la cena del Club de las Eminencias?- pregunta Draco pronunciando el nombre del club con asco. 

- Pues no es por... el Club de las Eminencias- digo imitándolo.- Fue un rollo. Tenia ganas de tirarle el helado a la cara, eso lo habría hecho más interesante. El muy imbecil preguntó por mis padres...- dejo la frase ahí dándome cuenta de que estaba a punto de decir más de lo que quería. 

- Tus padres...- dice tratando de que siga la frase. 

- Nadie sabe nada, ¿verdad?- pregunto llegando a una conclusión. En realidad nadie sabe por qué estoy aquí, todos piensan que he llegado con mi tía abuela porque mis padres me han dejado irme con ella, o algo así. 

Draco niega con la cabeza. 

- Cada uno tiene sus teorias... 

- Murieron en un accidente de trafico cuando venían de camino a casa. Un animal. Un maldito animal que cruzó la carretera. Una forma patética de morir.

Apoyo la cabeza entre mis manos y cierro los ojos mientras hago un montón de respiraciones. No puedo llorar, no soy de las que lloran. Miranda Moon no llora delante de la gente. 

Cuando levanto la cabeza veo a Ron caminar por el pasillo del comedor hasta acercarse a la mesa de su casa. El gorro que lleva es horrible, pero si así lo marcan las reglas del juego... 

- No tiene nada que hacer- dice Draco mientras mira también a Ron. 

- Y tú... eres adivino, ¿verdad?- pregunto desafiándolo. 

Draco se guarda su respuesta, aunque creo que le cuesta bastante no darme una contestación. Sigo mirando la espalda de Ron y como mantiene una conversación con Hermione y Harry. Después una chica de pelo rubio, largo y rizado llega hasta Ron. Parece la típica gruppy guerrilla que se tira a todos los miembros de una banda de rock o que lanza el sujetador al escenario. 

- ¿Y esa quién es?- pregunto frunciendo el ceño.- ¡Ya lo sé! ¡No me lo digas!- me llevo una mano a la frente dramáticamente mientras Draco se gira y sonríe.- Es una fan... sí, sí... una fan obsesionada. 

Rompo a carcajadas mientras dejo caer el brazo de mi frente. Tomo algo de comida de la mesa y vuelvo la vista hacia Draco. 

- Seguro que cree que se van a casar y esas cosas... todas las fans lo hacen. Sobretodo las fans de deportistas y de músicos. 

- Hasta los muggles tienen a esas pesadas- dice Draco entre risas. 

- Me alegro que al menos tú le veas la gracia- digo antes de levantarme del banco.- Me voy a ver el... partido, o lo que sea. 

Draco no se presenta al partido. Me da exactamente igual, pero no me gusta estar con Pansy en el partido. Slytherin pierde, según he oído no es una novedad. Viene siendo así cada vez que juegan contra Gryffindor. 

Evidentemente Gryffindor celebra su victoria, mientras que Slytherin se traga sus mocos, todos menos yo. Me quedo un buen rato esperando en la sala común pero Draco sigue sin llegar. Aunque quien sí llega es Blaise. 

- ¿Ya tienes pareja para la cena de navidad de Slughorn?- pregunta acercandose a mi peligrosamente. 

La marca que le quedó en la mejilla la otra vez ha desaparecido del todo... supongo que tener la piel oscura también ayuda en eso. 

- ¿Has oído alguna vez la expresión "espacio vital"?- pregunto alargando las manos delante de mi.- Es muy útil tenerla en cuenta cuando se mantienen conversaciones con gente a la que no conoces muy bien. 

- Creo haberla oído un par de veces- dice mientras me guiña un ojo descaradamente.- ¿Vendrás conmigo a la fiesta? Sería una falta de cortesía declinar la oferta. 

¡Antes muerta que ir con Blaise!

- Mejor sola que mal acompañada- respondo antes de girarme para caminar hasta el pasillo de las chicas.- Te desearía buenas noches... pero mejor te deseo que no encuentres a ninguna chica tan tonta como para ir contigo a la fiesta. 





Miranda's Unknown Secret (Draco Malfoy) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora