- Soy Myrtle, conocida como Myrtle la llorona y este es mi baño- responde con un poco de orgullo.
Bien, vale. Un fantasma en un baño. Un fantasma con un baño en propiedad. Pero eso no es lo más inquietante del mundo, lo peor es que tiene la misma voz que la novia de Draco...
La chica que hablaba con él en este baño no era una chica... bueno, no una viva, era una chica fantasma.
- Tú eres la chica del otro día... con la que Draco hablaba en el baño- digo abriendo los ojos de par en par tras haber llegado a esa fantástica conclusión. Soy una genio... En realidad, no.
- ¿Cómo te has enterado tú de eso?- dice la chica fantasma al borde de las lágrimas.
- Espera. ¿Vas a llorar?- pregunto entrecerrando los ojos hacia ella.
Vaaaaale... ya lo pillo. Myrtle la llorona. Vale, vale.
- No hace falta que llores, ¿vale? Solo quiero saber por qué estaba aquí Draco la otra noche- digo mientras me giro porque la chica no deja de flotar por el aire de un lado para otro y además siempre está en alto.- ¿Estaba aquí para verte porque es tu novio?
Eso hace que la chica suelte una carcajada un poco histeria, una carcajada de loca o psicópata.
- Draco estaba aquí la otra noche llorando y contándome todos sus problemas- confiesa con voz apenada.
Me aguanto la carcajada que tengo ganas de soltar delante de la chica y me quedo muy seria.
- ¿Estamos hablando del mismo Draco? ¿Draco Malfoy?- pregunto seriamente.- ¡Venga! Si su mayor problema debe ser... no sé, no encontrar un peine adecuado por la mañana.
- Todo el mundo tiene problemas pero te puedo asegurar que los de Draco superan a la mayoría. Es sensible, la gente lo intimida y no tiene miedo de mostrar sus sentimientos y llorar.
Me quedo recapacitando un segundo. ¡Estamos hablando de Draco! Nadie se lo puede imaginar llorando en el baño y contando sus secretos a una chica fantasma a la que llaman llorona... Es imposible.
Es imposible que una persona que va derrochando chulería de buenas a primeras se vaya al baño a llorar a moco tendido.
- Creo que debo irme...- digo mientras comienzo a girarme.
- ¿Solo has venido para eso?- pregunta la chica cambiando de sitio para estar más o menos cerca de mi en el baño.
- Eh... no. En realidad he venido para lavarme la mano- le enseño mi mano con los nudillos cubiertos de sangre y la chica abre los ojos ampliamente.
- ¿Qué te ha pasado?- pregunta otra vez al borde del llanto.
- Ayer pegue a un chico... da igual- digo mientras abro el grifo y me froto la mano.
Myrtle desaparece y cuando me giro tampoco vuelve a aparecer por lo que salgo del baño sin despedirme.
Camino de vuelta hacia los pasillos y paso de largo la primera clase que tengo, por lo que sí, realmente estoy haciendo pellas.
Entonces me quedo parada cuando recuerdo una cosa. El profesor Kent me dijo que la clase no volvería a ser usada y que me dejaría allí el piano por si alguna vez me apetecía volver a tocar.
Camino hacia esa clase y cierro la puerta después de entrar. Encuentro el piano pegado a la pared y con una fina capa de polvo ya formada por encima. Me quito la capa y la dejo sobre un lado del largo taburete para después sentarme en él y levantar la tapa del teclado para poder acariciar las teclas por primera vez desde que murieron mis padres.
Cuando la primera tecla es pulsada siento algo en mi interior, algo como dolor... pero un dolor que necesito liberar.
Después comienzo a pulsar todas las demás teclas y a formar una melodía muy conocida. No puedo dejar de pensar en mis padres mientras lo hago con los ojos cerrados dejando que el sonido cale por mis huesos.
Los recuerdos no son de mi madre tocando el piano, ella era una especie de hippie a la que le gustaba tocar su guitarra en la playa. Es esa imagen, la de los tres sentados en la playa, la que se me viene a la cabeza.
Nunca pensé en ese momento que lo tenía todo: amigos, familia, buenas notas... No hasta este momento.
No sé cuanto tiempo paso tocando melodía, tras melodía... pulsando tecla, tras tecla hasta que mis dedos duelen un montón. Pero aún así me siento mejor que nunca, desde que estoy aquí.
No es hasta que no me pongo mi capa y me giro hasta la puerta que no veo que en una de las ventanas está Draco asomado.
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Miranda's Unknown Secret (Draco Malfoy) EDITANDO
Fiksi PenggemarMiranda Moon era una muggle que lo tenía todo. Belleza, inteligencia, amigos y unos padres que la querían. Hasta que un accidente de tráfico acaba con la vida de sus padres. Los servicios sociales ceden la custodia a su único pariente, Minerva McGo...