Miranda's Unknown Secret (Draco Malfoy) EDITANDO

Sectumsempra

Apenas pasan uno o dos días hasta que Ron se recupera y ya va por ahí con sus amigos. Lavender está hecha una furia, parece la típica novia no maga a la que acaban de dejar. Llamar a la gente que no hace magia "no magos" me gusta más que usar la palabra muggle, que parece un poco despectiva. 

Cuando le conté ha Draco lo que había pasado con Ron el solo hizo una extraña mueca y no soltó palabra en toda la noche. Sé que eso es sospechoso, pero ya dije que no me metería en sus asuntos. Puede que se me de bien ser sigilosa e ir a robar comida y bebida a las cocinas del colegio... pero no soy buena espina. Aunque sobretodo tengo mucho miedo de encontrar algo que no me guste para nada cuando descubra el secreto de Draco. Pienso que estoy siendo una tonta por ser de esas chicas que prefieren seguir viviendo en un mundo de fantasía y mentira que enfrentándose a la realidad. 

He tenido que ir a por una cosa a mi habitación justo antes de bajar al Gran Comedor por lo que llego un poco tarde. Cuando llego por fin veo a Goyle, Crabbe, Blaise y Pansy juntos sentados en la mesa de Slytherin pero por más que recorro la mesa con la mirada no encuentro a Draco por ningún lado. 

Me acerco con paso decidido hacia ellos y me coloco muy cerca interrumpiendo su conversación descaradamente. 

- ¿Sabeis donde está Draco?- pregunto con la voz firme y exigente. Ni siquiera yo sabía que podía hacer esa típica voz de mandona. 

- Eh...- Blaise se queda así durante unos segundos mirándome, como si no creyese que yo pudiese ser tan exigente.- Se fue en cuanto llegamos. 

- Incluso antes de sentarnos- apunta Pansy ofendida. 

- Vale... gracias- digo justo antes de girar sobre mis puntas de los zapatos y largarme de allí. 

Alguna vez has tenido esa sensación en la que tu mente no sabe a donde vas pero es tu cuerpo el que te guía. Como si de alguna forma supieses inconscientemente el lugar exacto al que tienes que ir. Yo nunca he tenido esa sensación hasta ahora. Hasta ahora cuando parece que mis pies han adquirido vida propia y saben hasta donde llevarme. Deduzco por el camino que estoy tomando que voy a el baños de la chica esa que llora... Myrtle, creo que se llama. En realidad creo que voy allí porque tengo una corazonada, una de esas que suelen tener las madres normalmente. 

Cuando llego mucho más cerca un charco de agua toca la punta de mis zapatos. Miro hacia abajo primero, al suelo, frunzo el ceño... después miro más allá y hasta la puerta del cuarto de baño. Sin pensármelo dos veces camino con paso decidido hasta la puerta, el agua chapoteando por mis pasos.

Me quedo paralizada y pierdo todo el aire que había en mis pulmones cuando llego a la puerta del baño. Primero veo a Harry, quien está de pie en un lado del baño, con la cara petrificada en una mueca de horror y sujetando en su mano la varita como si fuese un bicho asqueroso. Después viene lo peor, cuando sigo con la mirada hasta el lugar al que mira Harry. Suelto un jadeo cuando veo a Draco tirado en medio del baño con la camisa empapada de sangre y prácticamente agonizando. Incluso el agua que sale disparada de las cañerías  se está tornando roja cuando llega al suelo. 

Sé que debería de pensar, tratar de averiguar de forma lógica y concienzuda qué ha pasado dentro de estas cuatro paredes para así poder llegar a una justa conclusión, pero lo cierto es que en lugar de actuar lógicamente, actúo como una loca. 

Me acerco hasta Draco y me tiro de rodillas junto a él sin dejar de soltar una sarta de palabrotas que harían que a mi madre le sangrasen los oídos, todas las palabrotas van dirigidas a Harry. Paso las manos por encima de su torso pero sin acercar las manos realmente, como si quisiera tocarlo... pero sabiendo que hacerlo no es buena idea. 

Los ojos se me nublan sin que me de cuenta de que lo hacen, o sin ser consciente de que las lágrimas caen por mis mejillas. Admito que no nos conocemos demasiado bien, Draco y yo, pero sería una insensible si no me despertase sentimientos desagradables el verle desangrarse de esta manera. 

No me doy cuenta de que alguien me agarra por debajo de los hombros y me aleja del lugar.