¿Por cuánto tiempo puede vivir una flor marchita?

CAPÍTULO 1: Me gustas

CAPÍTULO 1: Me gustas

Los pétalos de los cerezos volaban por doquier, la briza soplaba con delicadeza creando una ilusión de cuentos de hadas... una capa rosa bailaba entre el viento haciendo leves remolinos y levantando el sereno de las hojas de las plantas.

Dos pequeños niños se encontraban sentados en una banca disfrutando del espectáculo lleno de vida que les ofrecía la naturaleza. Uno de ellos, de cabellos azabaches y ojos en su totalidad negros con piel extremadamente blanca, admiraba con curiosidad a su compañero... ese lindo rubio de ojos azules y piel acanelada con tres pequeñas marquitas en cada mejilla, quien observaba todo con un rostro de alegría y sorpresa. Era la primera vez que el rubio salía de su hogar en muchos años y el azabache quería llevarlo a ver algo especial que recordaría por siempre...

- ¿Te gusto esto, Naru?... – el pequeño azabache tomo la mano del rubio para llamar su atención.

- ¿Que si me gusta?, me encanta esto-dattebayo – esa sonrisa zorruna que siempre cargaba era suficiente para arreglarle el corazón a cualquiera – gracias Sasu-chan, por traerme aquí –

- Naruto... - el pequeño azabache con su expresión siempre seria tenía un leve sonrojo – quiero que seas mi amigo – lo dijo con toda la seriedad del mundo.

- Que... -

- Lo que escuchaste – su tono de voz era un poco más serio – si lo deseas podemos ser amigos, Naruto – sonrió con sinceridad.

- Sasuke... - la expresión del rubio se volvió brillante y alegre – sí, quiero ser tu mejor amigo-dattebayo –

- Entonces – el pequeño azabache levanto su meñique – de ahora en adelante seremos los mejores amigos por siempre, es una promesa –

- SI... - el rubio junto su meñique junto a la mano del otro chico, sellando así e pacto – es una promesa – ambos se miraron unos minutos antes de volver a admirar los cerezos, ese día comenzó una bella amistad y algo mas...

Pipipic-Pipipic-Pipipic-Pipipic-Pipipic

El sonido de un despertador resonaba y resonaba, Naruto ya un poco mayor se levantaba perezosamente de entre las cobertores de su cama. Con rostro de cansancio y molestia mi detenidamente al objeto dueño de ese infernal sonido... como si fuera un niño pequeño tomo el despertador color anaranjado lanzándolo hacia una de las paredes de la habitación, y así logrando terminar con la vida de otro reloj.

- Eso le enseñara a no interrumpir mis sueños-dattebayo – dijo determinado y en pose de súper héroe.

- Oi, Dobe – los ojos del rubio se posaron en el cuerpo bien formado y desnudo de su compañero, Uchiha Sasuke – ese era el séptimo despertador que te compre –

- ¡¡Teme!! – una toalla salió volando en dirección al azabache, dándole en la cara – ¡¡no te había dicho que fueras más decente... al menos ponte una estúpida toalla por debajo de la cintura y cúbrete eso!! – como si fuera un milagro Naruto se levanto de la cama y corrió en dirección al baño, totalmente apenado.

- Vamos Dobe, ni siquiera puedes referirte a "eso" por su nombre formal – soltaba Sasuke sin vergüenza – te recuerdo que tu también tienes "eso"... se llama pene, PEEEEENEEE – alargaba la palabra con fines diabólicos.

- CALLATE – Naruto se sonrojaba mas, salió del baño para intentar matar al azabache pervertido que tenía como amigo – no puedes tener un poquito de decencia –

- Vamos Dobe, recuerda que tú también eres hombre.... Porque te da pena verme el P-E-N-E – el sonrojo de Naruto se hizo más evidente.

- No seas Teme, te recuerdo que aunque sea tanto del sexo masculino tenga un... pene – susurro lo ultimo – sigo siendo un Doncel – dijo apenado, no era que se despreciara por ser un Doncel pero había ocasiones en que le dolía recodar ser uno.