CAPÍTULO 25: Destrucción

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CAPÍTULO 25: Destrucción

"¿Ahora qué pasa?"... se preguntaron todos al ver a Sasuke serio tomando de la mano y llevándolo tras de sí a un lindo y sonrojado Naruto, tantas cosas habían pasado estos últimos meses entre ellos dos que ya estaban acostumbrados a no verlos juntos o hablarse y después como si nada hubiera pasado se reconciliaban... pero esta vez no era como las reconciliaciones anteriores. Al llegar a la habitación de Naruto se encontraron con Shikamaru.

- ¿Eh? – fue la reacción del chico perezoso – acaso ustedes dos ya... - señalaba a ambos.

- Lárgate unas horas de aquí – el azabache tomo del hombro de Shikamaru empujándolo hacia a fuera, cerrándole la puerta en la cara.

- Ah... - no pudo ni siquiera reclamar nada cuando sintió la madera sobre su nariz y escuchar el sonido del seguro – ¿y que se supone que haga durante unas horas? –

- Al fin solos – fueron las primeras palabras de Sasuke, no dejaba de abrazar al menor – lo siento mucho Naruto, pero necesitaba estar en privado contigo –

- S-Si así lo dices – tartamudeo dejándose acariciar la cabeza por el mayor.

- Oye Naruto... - susurro – sobre lo que hablamos... - trago en seco, estaba nervioso – ¿e-era verdad que todavía te gusto? –

- B-Bueno yo en realidad no estoy seguro – contesto – después de todo lo que paso no sabría que decirte – se comportaba de manera tímida rosando sus brazos de manera alterada, sin levantar el rostro.

- Oh... - fue la respuesta del azabache, un suspiro de resignación marco el momento – te entiendo... así que no te preocupes por nada mas, Naruto – tan tierna la actitud de Sasuke llenaba el pedazo en su ser que tanto anhelaba sentir, esa calidez que siempre deseo recibir del varón... ahora la tenia – te daré tiempo para pensarlo –

- No Sasuke, yo no... - fue callado.

- Debes pensar bien la situación antes de actuar... si deseas estar a mi lado o no, yo no apresurare nada – quito un mechón rubio de la cara del doncel, acariciando esas tiernas y suaves mejillas tostadas – le daré todo el tiempo del mundo a un doncel tan puro e inocente como tú, Naruto –

- ¿Qué?... – esas palabras fueron un dolor en el estomago y conciencia del rubio, para Sasuke él seguía siendo virgen, puro e inocente... "si en verdad supieras que estoy embarazado y no por primera vez", agacho la mirada con tristeza.

- ¿No te sientes bien? – cuando Sasuke vio como las manos de Naruto se dirigieron hacia el estomago y además tenía un gesto entre puchero y tristeza, se preocupo – te hice algo... acaso te lastime –

- No – contesto rápido para no hacer malinterpretar al azabache – estoy bien... es solo que toda esta emociones me están haciendo sentir algo extraño-dattebayo – sonrió – me gustaría descansar un poco si no te molesta –

- Claro que no – se calmo – te dejare solo, lo necesitas –

- Gracias – Naruto solo observo como el varón salía de su habitación y antes de cerrar... - Sasuke – lo llamo y este volteo – me apresurare a pensarlo... no te dejare esperando mucho tiempo –

- Lo sé – sonrió – tú no eres como yo – tomo la perilla de la puerta cerrándola, dejando inerte al joven rubio lleno de sentimientos encontrados, alegrías, confusiones; y sobre todo... culpas.

- Que voy a hacer – se recostó sobre su cama ahogando sus pensamientos con una almohada, colorado hasta el tope pensando en el beso que recibió del azabache – me siento del asco, como es posible que me dejara corresponder estando en mi estado – suspiro, ahora que al fin era correspondido, ¿Qué pensaría Sasuke sobre él? –

¿Por cuánto tiempo puede vivir una flor marchita?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora