¿Por cuánto tiempo puede vivir una flor marchita?

CAPÍTULO 38: El peligro al asecho

CAPÍTULO 38: El peligro al asecho

- Estoy... algo... cansado – Naruto despertó con dolor de cabeza y un malestar en los ojos, había llorado unas horas antes de dormir, junto con Sasuke liberaron ese sufrimiento que habían resguardado en el interior de su alma... ahora estaban más liberados.

- Veo que ya despertó la bella durmiente – Sasuke quien llevaba una hora despierto había salido del recién baño dado – ya encargue el desayuno, me dijeron que tal vez me haría daño pero ellos no te conocen a ti – la puerta fue golpeada y rápido Sasuke fue a ver si era lo encargado.

- Qué... - Naruto se cubrió con las sabanas al ver al joven trabajado del hotel para entregar el carrito con los desayunos, él sonrojo del chico al ver al doncel fue inevitable – buenos días –

- B-Buenos días... señorito, Uchiha-san – sin problema el azabache varón le dio propina al joven y se retiro.

- Pobre muchacho, nunca olvidara la imagen de un doncel tan lindo como tu –

- Lindo doncel, tu puto trasero – aquellas palabras y la señal obscena con la mano que le dio ese rubio lo animo en este inicio del día, ambos desayunaban normalmente... esta ocasión Naruto no reclamo nada por la cita que Sasuke estaba organizando para ese día.

- Hay una feria a unos kilómetros de Otoga... estaba pensando en ir y divertirnos un rato, como cuando mamá nos llevo a ese parque de diversiones en Tokio – no había forma de borrar la sonrisa del rostro de Sasuke, y como no si la noche anterior tuvo relaciones con Naruto con el mismo consentimiento del rubio... o al menos sin la manía retadora que últimamente había adquirido – no sé si te gustaría ir –

- Estaba pensando ir dentro de unas semanas junto a Hebi, él quiere ir y ver la función de unas serpientes traídas desde el Amazonas, la verdad no quisiera ir antes porque es capaz de negarme la palabra si se entera... -

- Por ello no te preocupes... invítalo junto con nosotros – para Naruto no habría problema, de no ser porque las palabras dichas por Orochimaru retumbaran en su cabeza... palideció del solo recordar ese plan - ¿Naruto, te ocurre algo? –

- Me siento un poco cansado por anoche, no me hagas mucho caso – retomo el platillo delante de él, aquel sabor por el Ramen había desaparecido poco a poco de su paladar... al recordarle tanto a Konoha prefería olvidar, pero una sensación tan deliciosa como el caldo en su lengua y los pedazos de narutos en su plato y boca no podían borrarse de su gusto – adoro el Ramen-dattebayo –

- Por cierto... - el pequeño doncel dejo de comer notando el rostro pensativo de Sasuke – ayer no me puse condón y me vine dentro – al parecer para Naruto no fue la gran cosa.

- No hay problema... no estoy en mis días fértiles – pero para Sasuke era mucha ansiedad, suspiro dejando el palto vacio a su lado – si no estarás tranquilo hasta que te dé una respuesta que te satisfaga entonces te diré que tomare una pastilla al llegar a casa, contento –

- Perdóname si me pongo de esta forma... pero tengo miedo de tener sexo con alguien y que esta quede en estado, no quiero tener que pasar con lo mismo ocurrido contigo – el ambiente se había tornado incomodo de nuevo, pero Naruto actuó rápido... se estiro hasta la llegar al lado de Sasuke, tomo su mentón y dio un suave beso a esos labios rosados dejando sorprendido al pobre azabache.

- No hay forma ni razón en la que tu debas pasar por ese mismo sufrimiento, Sasuke... te lo prometo – al sentir los labio del rubio en los suyos no se resistió, correspondió mas ese beso... no fue lascivo o apasionado, solo correspondió de la misma forma ese suave toque de labios.