¿Por cuánto tiempo puede vivir una flor marchita?

CAPÍTULO 29: Rueda del karma

CAPÍTULO 29: Rueda del Karma

- Diablos, tengo hambre – Naruto se encontraba en su nueva habitación, un lugar que a pesar de ser gris tenía un poco de las pertenencias del menor como prendas y algunos objetos que le daban vida – pero no quiero salir ahora que no está Orochimaru... AY – se quejo al sentir la patada de su retoño – por favor, te prometo que comeré dentro de una hora-dattebayo –

Pero al parecer su pequeño no entendía el dilema de aquel doncel. Ese día Orochimaru había salido junto con los Akatsuki a conseguir herramientas para su "trabajo", dejándolo en casa para que estuviera seguro... junto con Kabuto. No salió de su habitación durante horas pero su error fue no haber llevado alimento a su refugio... cosa que el embarazo, los antojos y su hijo no perdonaban.

- Ya no aguanto más – al sentir cada movimiento en su vientre lo desespero, abrió con delicadeza la puerta revisando que no se encontrara a la vista el joven peli-gris – no hay nadie – sonrío victorioso dirigiéndose a la cocina para tomar un postre – parece que esta vez todo esta... Ahhh – grito asustado.

- Buenas tardes, Naruto-kun – Kabuto se encontraba tranquilamente con un libro en mano sentado en la mesa de la cocina y bebiendo té... el pobre doncel no sabía cómo reaccionar después de casi ser asesinado por el joven doctor – veo que tienes un poco de hambre –

- Eh, si – se acerco a la estufa eléctrica, había agua recién hervida y un Ramen instantáneo, no tuvo otra alternativa que servirse su comida... fueron largos minutos de silencio hasta que el rubio rompió el hielo – emm, Kabuto-kun... -

- ¿Quieres preguntar la razón por la que me porte tan agresivo contigo? – el pequeño asintió continuamente, Kabuto suspiro – tengo 23 años, los cuales la mayoría me la pase siendo parte de este grupo de personas que la verdad me incomodan un poco – Naruto comenzó a prestarle más atención – yo soy un doncel, en la calle después de que murió mi madre y mi hermano no iba a sobrevivir... de no haber sido por Orochimaru-sama –

- Esa mirada – susurro el menor, Kabuto estaba sonriendo y se veía un sonrojo en sus mejillas junto a un brillo especial en los ojos – estas enamorado de Orochimaru – afirmo sin ser negado por el mayor – pero como... -

- Es fácil, después de años de ser su mano derecha y criarme tendría que tomarle cariño... aunque fue más que eso – dejo de lado el libro para centrarse meramente en su relato – me di cuenta de aquello cuando tenía 16, estaba algo indeciso pero me atreví a confesarle mis sentimientos, mala decisión –

- Entonces te rechazo – Naruto se sentía identificado por ello, sabia a la perfección como debió de haber sufrido Kabuto.

- Mas que un rechazo fue una aclaración – dio un sorbo a su té – Orochimaru-sama siempre a despreciado a los donceles, no se sabe él porque los desprecia... me dejo en claro jamás en la vida se revolcaría con uno y menos como yo – le dolía recordar aquella palabras – tuvo razón... quien querría a un doncel como yo –

- Kabuto-kun – Naruto no sabía que decirle, quería consolarlo pero al mismo tiempo temía a que reaccionara como la ocasión anterior.

- Imagínate cual fue mi reacción al saber que regresaría de Konoha con su actual pareja – "no soy su pareja" quiso decirle pero no lo interrumpió – un doncel, y aparte embarazado... ¿tú crees que me iba a comportar de buena manera? – le sonrío.

- Yo no tengo la culpa de los gustos retorcidos de Orochimaru, yo fui claro con él cuándo le dije sobre mi embarazo que no tenía que hacerse cargo de mi ni de mi hijo-dattebayo – se armo de valor para decirle tales palabras – cualquier decisión que tomo fue su culpa, yo no sabía el hecho de que despreciara a los donceles... yo solo tuve unos encuentros con él, así que no tienes por qué ser tan agresivo conmigo – un cuchillo apareció frente a si encajado en la mesa, Kabuto había sido demasiado rápido nuevamente causándole un escalofrió... ese doncel era de cuidado.