CAPÍTULO 31: Cierre de ciclos

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CAPÍTULO 31: Cierre de ciclos

- Me siento un poco intranquilo – después de lo ocurrido hace a pena dos horas Naruto tomo un baño, el agua rápidamente se torno roja por la sangre que tuvo sobre su cuerpo – fueron muchas emociones fuertes para un solo día – suspiro tranquilamente, el agua era reconfortante para su cuerpo... no duro más que lo suficiente y salió para lavarse.

- Orochimaru-sama, sea bienvenido... - Kabuto estaba esperando su llegada desde hace horas, aun no se calmaban sus nervios.

- Espero que la razón por la que nos hiciste regresar sea muy importante, Kabuto-kun – el de anteojos no dijo nada, solo se digno a seguir a Orochimaru hasta los aposentos que este tenía – y bien – dejo que el doncel continuara.

- Como vera por la sangre que esta esparcida por los suelos de la habitación pasada tuvimos un pequeño enfrentamiento con el grupo enemigo – Orochimaru solo estaba atento.

- Y me imagino que te hiciste cargo de la basura como te encargue, ¿verdad? – él no era tono, sabia a la perfección que Kabuto era la mejor herramienta para defender su escondite mientras no estaba presente... para eso crio al doncel como toda un arma – también espero que la seguridad del Kitsune esté bien –

- De eso quería hablarle... Naruto-kun no es el doncel débil que creía – un escalofrió paso de nuevo por la mente de Kabuto al recordar como con frialdad en la mirada Naruto apretó el gatillo... esos ojos azules aprecian tener un brillo rojizo – fueron cuatro hombres quienes nos atacaron, me encargue de tres pero uno... fue Naruto quien se encargo de él, parecerá mentira pero sus expresiones se volvieron diferentes, c-como si... -

- Como si algo maligno emergiera del interior de sí mismo – Orochimaru no dijo mas y salió de su habitación dejando a Kabuto solo, se dirigió el padre de su primogénito, una sonrisa surco su rostro – vaya, vaya... pero quien se imaginaba esto – entro sin preguntar encontrándose con un rubio adormilado.

- Por favor... no vez que estoy durmiendo – Naruto tallo sus ojos y trataba de levantarse con cuidado – ¿no me habías dicho que regresarías en la madrugada? –

- Cambio de planes, dulzura – se acerco a "su dulce" doncel emanando una alegría que daba escalofríos al menor – ya me entere sobre tu pequeño acto de malicia de hace unas horas, felicidades por que estas graduado para pertenecer a los Akatsuki – Naruto no entendía nada, solo limitándose a escuchar las palabras del hombre serpiente – normalmente hay tres tipos de reacciones al matar... 1) gritan y lloran al no aguantar la culpa al punto de que algunos mueren, 2) la culpa los carcome pero solo se limitan a lloran un poco; y la 3) no sienten absolutamente ningún remordimiento, ese último mi querido Kitsune somos tu y yo –

- No vuelvas a compararme contigo en toda tu jodida vida – el comentario molesto demasiado al pequeño doncel, ahora se sentía basura inhumana pero sabia la razón por la que tuvo que hacerlo – ese tipo estaba a punto de patearme y además estaban golpeando de muerte a Kabuto-kun... lo hice para herir no para matar-dattebayo – argumentaba a su favor.

- Sin importar lo que digas o la circunstancias en que te encontrabas... sigues sin arrepentirte de haber matado a ese cerdo, ¿o me equivoco? – la pregunta fue dejada al aire para que Naruto contestara, solo fruncía la boca y ladeaba la cara... arrepentido de lo que diría.

- Él estaba a punto de matar a mi bebé... me alegra haber matado a ese malnacido-dattebayo – la alegría de Orochimaru no podía ser mayor, por fin había encontrado al tesoro perfecto de una de sus investigaciones... - pero eso no quiere decir que sea como tu –

¿Por cuánto tiempo puede vivir una flor marchita?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora