¿Y Si Nos Vemos De Nuevo? (Skrillex & tu) ||Terminada||

#30

Salí de ahí con pasos tambaleantes, avergonzada y decidida. ¿Y si me veía muy atrevida? Me detuve a un paso de la puerta con intenciones de huir. Di un largo suspiro cogiendo con nerviosismo las mangas de la camisa y di ese ultimo paso casi gritando.

Aquella sensación que en mi estomago se hacia sentir era diferente a cualquier otra cosa que haya sentido antes. Extraño, doloroso, ansioso, deseoso, hermoso, tranquilo... Todo aquello se extendía por mi cuerpo como diciéndome algo, quizá que Sonny era el indicado, lo que necesitaba, lo que necesito y necesite aun en aquella época cuando los viejos amores aun existían, cuando apena era una niña inexperta y el un adolescente miedoso. Sonrío al recordar ese entonces y suspiro sintiendo un revoloteo extenderse por mi cuerpo.

Voltee a verlo, me observaba atento y mordiendo su labio. Si no fuera por la oscuridad de ese momento juraría que estaba sonrojado, lo que le hacia ver tierno, aunque no se notara. Mis piernas flaquean en un intento de acercarme, pero logro continuar. Lo tomo suavemente de la barbilla y con timidez beso su cabeza para al fin besarle con lentitud y delicadeza. Posa sus manos en mi espalda y las sube empezando a quitar la camisa, al mismo tiempo que yo me sentaba en su regazo con mis piernas a cada lado.

Deja deslizar la prenda por mis brazos hasta que cae al suelo, muerde mi labio inferior haciéndome estremecer y suavemente lo recuesto en la cama admirando aquella primera imagen de sus ojos observándome con un sentimiento distinto, no era lascivo ni con alevosía, ese sentimiento que sus ojos inspiraban era lo que toda la vida imagine... Amor.

Sus manos viajan por mi cintura con temerosa lentitud haciéndome desvariar, nuestras respiraciones empezaban a agitarse hasta tal punto que llegué a creer que me ahogaría, pero entonces los labios de Sonny buscan los míos con ternura y en un movimiento rápido, pero no demasiado brusco, ya me encontraba debajo de él, su lengua juega con mi cuello suavemente haciéndome jadear y una de sus manos acaricia la parte baja de mi vientre con lentitud causándome temblores ansiosos.

Se separa y me sonríe mirándome con un brillo en sus ojos, luego baja sus besos hasta mis pechos y pasa sus manos detrás de mi espalda hasta desabrochar el sostén que luego es lanzado a algún lugar detrás  mío. Me sonrojo ante su mirada atenta y desvío la vista cubriéndome a lo que él sonríe besando castamente mis labios con tranquilidad.

-Te amo. -Murmura quitando suavemente mis manos de mis pechos y luego besa mi nariz, mis mejillas y por ultimo mis labios con suavidad. -Te amo con cada fibra de mi cuerpo. -Murmura haciéndome estremecer. -Con absurda alegría, te amo como si de eso dependiera mi vida. Por favor promete que no te iras... -

-No otra vez. -Murmuro a lo que él sonríe y besa mi frente haciéndome sonreír y sonrojando mis mejillas

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No podía dejar de morder el lápiz algo distraída, perdida en mi mundo. Parecía que su embriagante aroma aun seguía pegado a mi cuerpo negándose a dejarme, no me molestaba, amaba ese olor, era fuerte y sutil, me sentía segura con esa simple, casi imperceptible, colonia que invadía hasta mi ropa.

-Oye ________ ¿Y los manuscritos? -Habla Philipp de repente poniendo una torre de hojas en frente mio y haciéndome sobresaltar. Lo miro con el ceño fruncido provocando una gruesa risa de su parte. Suspiro.

-El Señor Maxwell no se ha dignado a enviarlos. -Tecleo algo en busca de algún mail del ahora atrasado escritor, pero no había ni rastro de lo que buscaba. Odiaba cuando pasaba eso, regularmente siempre se atrasan en la entrega de los manuscritos en los días cuando hay que entregarlos, parece que les encanta volver locos a sus editores y mi plazo de tener esos desdichados papeles vence hasta mañana. Ya se que no se puede acelerar a un escritor, pero JODER solo pedía un poco de puntualidad. Bufo dejando caer la cabeza y gruño dándole un leve golpe a la mesa. -No se que hacer Philipp. -Digo resignada, solo llevaba dos días y el trabajo ya empezaba a afectarme, llegue en el peor momento.