#34

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Pedalee lo mas rápido que mis piernas dieron, a través de esa calle húmeda con olor a preticor y nublada por la fuerte llovizna que avisaba que los días fríos ya estaban comenzando. Me detuve en la casa de la esquina y deje mi bicicleta a un lado para luego acomodar mi gorro y chaqueta. Noto que las luz del salón está encendida y veo a través de la ventana y cortinas a Sonny tumbado en el sofá con una cara de aburrido que no se la quitaba nadie.

Doy dos toquesitos suaves a esta, notando su mirada desviarse hacia donde yo estaba, se levanta y camina hacia la ventana rascando su cabeza para luego abrir la cortina y ventana. Me mira sonriente y yo le devuelvo el gesto.

-¿Que pasa? -Suspira apoyándose con sus manos en el marco y creando vapor con su aliento.

-Tenia un minuto y quería asegurarme de que no estuvieras encadenado en el sótano.-Él ríe de buen humor negando suavemente con su cabeza. -Ah y esto... -Apoyo mis manos en el marco y doy un leve salto impulsándome con los brazos, para al fin acercarme a sus labios y plantarle un suave beso que dura hasta que no soporto mi peso y caigo al suelo. Me mira y sonríe mientras yo me despido con la mano recogiendo de nuevo la bicicleta y pedaleando de vuelta a casa.

Llevaba una semana sin poder verlo... Su madre no me dejaba y estaba sancionado de la escuela por ese tiempo por la pelea que provocó aquel día del viaje... Jamás lo había visto reaccionar así, debo decir que me dio bastante miedo verlo de esa manera tan agresiva, pero venga... Que todos nos llegamos a cansar en algún momento de la vida, tanto como para tomar decisiones o conclusiones erróneas...

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Me aferré del brazo de Sonny para empezar a andar hacia el interior del restaurante a donde me había traído. Hacia frío y el viento húmedo por la llovizna de la tarde no ayudaba mucho, se calaba hasta los hueso causándote dolor. Fue mala idea no haber traído un abrigo que fuera un poco mas calentito.

Una vez adentro un chico de cabello negro le pide a Sonny algunos datos mientras yo veo el interior del restaurante analizando los posibles lugares en donde nos podríamos sentar. Conté cuatro o cinco mesas disponibles, dos a lado derecho, una en el centro, una muy cerca a la entrada y otra que parecía vacía al fondo, la verdad no la veía bien ya que estaba escondida entre algunas decoraciones de arbusto y así.

-Pueden seguir por aquí. -Habla el chico sacándome de mis cálculos mentales y hace que lo vea, me dedica una sonrisa agradable a la que correspondo casi al instante. Estaba dispuesta a empezar a mover mis pies en dirección al salón, pero Sonny, prácticamente, me arrastra del brazo en dirección contraria.

-Uh ¿A donde vas? -Digo a medio reír y él curva un poco sus labios hacia arriba sin decir nada mas, para luego entrar al elevador. Me deja con la intriga, aunque prefiero no preguntar y quedarme en silencio esperando el dichoso destino.

Hasta que las puertas se abren dándole paso a un pequeño espacio blanco y cutre con una puerta negra algo vieja, en frente de nosotros. Arqueo una ceja, bueno... ¿Sabes lo que dicen no? "Jamás te dejes llevar por las primeras impresiones" Y eso es justamente lo que no hice. Con un corto movimiento, Sonny da un paso y abre la puerta de par en par. El frío viento topa con mis mejillas desordenando un poco mi cabello junto con el suyo, sin dejarme reaccionar del todo, me toma de la mano y me jala hasta mas allá en la pequeña azotea, me apega a él y sin esperar respuesta, me une a sus labios de una manera lenta y desesperada, apenas me dio tiempo de parpadear, pero me incorpore rápido y le correspondí al beso de la misma manera ansiosa. Nos separamos por falta de aire y mi primera acción es sonreír tontamente.

¿Y Si Nos Vemos De Nuevo? (Skrillex & tu) ||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora