¿Y Si Nos Vemos De Nuevo? (Skrillex & tu) ||Terminada||

#21 En el Amor Hay Locura y Discreción

-Narra Sonny Moore-

Di un bufido. Si la situación entre nosotros era incómoda, ahora no podría ni mirarle a la cara tranquilamente. Arruiné lo bonito que había habido entre nosotros hasta ahora, o por lo menos la plena tranquilidad de hablarle se había convertido en un desafío a muerte conmigo mismo. Creo que lo mejor será actuar naturalmente. Me arreglaría, la invitaría a salir y luego iríamos a mi trabajo.

Salí del baño, ______ estaba levantando las cobijas del suelo. Tomé aire y me dirigí hasta ella, pude notar como daba un pequeño respingo.

-Dejame ayudarte. -Agarro una de las sábanas que estaba recogiendo, ella se queda un momento estática, y no la culpo.

Acomodé las sábanas en mi cama. Después de unos segundos, Bony reacciona y continúa arreglando. Una vez terminado, todo queda en silencio. Se ha estado conteniendo; se nota la tensión en su cuerpo con tan solo verla. Esas mejillas sonrojadas y la expresión de vergüenza en su rostro la hacen ver tan tierna.

La situación era tan incómoda que el único sonido era el de la televisión. Los gritos y risas cómicas no bastaban para relajar el ambiente. Era ridículo pensar que la situación fuera tan electrificante que incluso respirar fuera estresante.

-¿Qué haremos con los platos? -Dice bajito, no puedo evitar sonreír.

-No tardarán en venir por ellos. -Le digo sacando algo de ropa de mi maleta.

-Vale... -Su teléfono suena y va a cogerlo rápidamente como si fuera un alivio tener una distracción, se pone a escribir y en menos de un segundo recibe las respuestas.

Sigo rebuscando entre mi ropa hasta que al fin me decido por unos jeans ajustados negros, una camisa larga del mismo color y unas botas también negras. Como abrigo, elijo una chaqueta algo larga al estilo militar, porque por lo que se veía afuera hacía frío. Digo 'afuera' porque en esta habitación estaba ardiendo, o eso me parecía a mí. Una vez listo, salimos a caminar a un parque muy cercano que estaba seguro de que le iba a gustar.

El único ruido que nos acompañaba era el de las hojas color naranja que eran pisadas por mí. Ella se encontraba en una viga haciendo equilibrio a mi lado, parecía una pequeña niña. Iba tarareando una canción que no logro reconocer; yo solo la escuchaba y veía cómo mi aliento se convertía en pequeñas nubecitas que se disipaba en el aire.

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-Oye, Sonny... -Dice la pequeña quien estaba haciendo equilibrio a mi lado luchando por no caerse.

-Dime. -Le digo mirando hacía la playa que tenía a un lado, hacía calor por lo cual pequeñas gotitas de sudor caían disimuladamente por mi mejilla.

-Ahora mismo quisiera meterme en un montón de nieve. -

-Odio la nieve. -Le suelto sin más.

-¡¿Eh?! ¿Por qué? -Dice algo sorprendida.

-Suelto una risita. - Cuando era pequeño fui a Nueva York y quedé atrapado en una zanja en pleno invierno, fue necesario 1 hora para sacarme ya que la nieve estaba demasiado alta. -Expliqué recordando aquel momento con algo de desagrado. - Ese día hubo una ventisca como la que no había en años, y como era de esperarse, me enfermé como nunca. -Suspiro. -Desde entonces tuve fastidio. -

-Algún día haré que te guste y jugaremos y nos enfermaremos. -Rie. -Bueno... Lo último hay que omitirlo. -Se tambalea.

-Tonta. -Digo algo caprichoso y ella ríe. -Mejor ten cuidado de no caerte. -Le advierto.

-Eh... Sonny... Ayuda. - Fui muy lento al reaccionar, pues cuando volví la mirada, ya estaba tumbada en el suelo frente a mí. Solo me reí.

-Te lo dije. - Volví a reír.