¿Y Si Nos Vemos De Nuevo? (Skrillex & tu) ||Terminada||

#37 últimos capítulos

-Narra _______ Armstrong-

Miré por la ventanilla del taxi como este giraba en la esquina adentrándose en ese vecindario que ya estaba empezado a olvidar. Había comenzado a nevar cuando bajé del avión, era madrugada y el frío era aún mas insoportable... Uff nieve, necesitaba tu frialdad. Suspire al ver aquella casa adornada festivamente y le ordené al conductor que se detuviera en frente. Luego de sacar mi equipaje del maletero y pagarle al viejo señor, caminé taciturna por el porche cubierto de la suave y blanca nieve recordando entonces el odio que le tenía el pelinegro... Encogí el rostro al notar el nudo en mi garganta formándose y toqué el timbre.

Ya le había avisado a mamá que iría antes, por lo que no demoró en abrir. Me hizo pasar de inmediato, sonriendo alegre y emocionada, me dio un caluroso abrazo, acogiéndome entre sus delgados brazos maternales. Solté un sollozo por primera vez en todo el camino y la abracé de la misma manera, ella me estrujó preocupada.

-¿Que pasa, Bebita? -Negué con la cabeza, escondiendo el rostro en su cuello y llorando con mas intensidad, ella acariciaba mi cabello y me consolaba con reconfortantes besos en la cabeza, me sentía como una niña pequeña, pero me gustaba esa sensación de protección, llenaba el vacío, disipaba un poco la tristeza del engaño.

-Te quiero, ma. -Murmuré con la voz temblorosa aferrándome más a ella. -Ya no me iré más. -Pegó su mejilla a la mía y sonrió.

-Bienvenida a casa, cariño. -Quito mis lágrimas y le devolví la sonrisa, sin parar de llorar.

Se evitó las preguntas de la "sorpresa" que le tenía para navidad, de alguna manera lo supuso, eso de que las madres lo saben todo da miedo, pero lo agradecí eternamente... Lo menos que quería era recordar el tema, seria como echarle limón a la herida.

Subí a mi habitación mientras mi madre hacía chocolate caliente y abrí la puerta de éste, estaba igual a como la deje, a excepción de que habían guardado un par de cosas ahí. Papá dormía al lado, por lo que decidí no molestarle y solo me encerré. Me tire encima de la cama suspirando pesadamente, iba a desempacar y guardar mis ahorros junto con lo que había dejado aquí... Pronto compraría mi propio departamento cerca al centro y de mi trabajo, ya era hora. Me senté con pereza mirando la maleta y recordé a Lory, mañana la llamaría... Estaba segura de que estaría durmiendo.

Abrí el equipaje, empezando a dividir la ropa en lugares distintos, pantalones, camisas, ropa interior, sudaderas y así. Hasta que llegue al fondo y vi algo que no recordaba haber metido ahí, era un montón de fotos amarradas de mala manera con un caucho que por un poco mas de tensión se rompía. Saqué el gordo montón de papeles y los deshice del nudo, se desparramaron todas por el piso, víctimas de mi torpeza y manos flojas y empecé a recogerlas para darles la vuelta... Sentí una punzada en el estómago al ver la primera. Esas eran las fotos que tenia de Sonny, las que nunca le mostré... Mis ojos se cristalizaron de nuevo mientras cogía las otras y les daba la vuelta, dolía... Verlo dolía, ver tanta felicidad desperdiciada dolía. Una vez ordenadas todas las fotos las oculte al fondo de mi armario, detrás de una cuantas cajas viejas de zapatos y suspire cuando cerré las puertas de este. Era hora de hacer mi vida de nuevo.

-Un año después-

Bajé del avión, el olor a mar cosquilleaba en mi nariz como si estuviera en el agua salada, sintiendo la frescura de la brisa fría de las épocas navideñas, el aeropuerto, como ya era costumbre, repetía el típico villancico como si fuera interminable y no existiera más música. Luego de recoger mi equipaje e ir a la puerta de salidas internacionales vi a la pelicastaña a lo lejos sacudiendo un cartel con mi nombre. Le Sonreí ampliamente y corrí hasta ella procurando que los rodachines de la valija no me jugaran una mala pasada como suele suceder y una vez frente a su presencia me recibió con un fuerte y caluroso abrazo que correspondí enseguida y es que claro... Había pasado casi un año desde la ultima vez que nos vimos en persona... Sentí escalofríos en todo el cuerpo y la estrujé más contra mi.