Jet Black Heart (Synyster Gates)

Capítulo 17

Bajé con menos dificultad, y llegué a dónde estaba Gerard.

— Llegué.— avisé, sentándome a su lado.

— Ya lo noté.— dijo riendo.—¿Porqué te demoraste tanto?

— No encontraba el baño, y cuando salí un chico quería pasarse de listo conmigo, pero ya estoy aquí.

— ¿No te hizo nada?— preguntó, analizándome.

— No, Syn lo asustó.

— Oh... Syn. ¿Enserio no te hizo nada?

— Que no.— dije, tomando de su vaso. — ¿Y, mañana tú tienes clases?— pregunté, levantándome, para servirme más vodka.

— Sí, pero sólo hasta las 10.— dijo tomando.

Seguimos hablando, y de vez en cuando, nos parábamos a bailar.

Estábamos riendo, cuando veo un muy ebrio Syn caer en la barra, riendo.

— ¡Hola, hermosos!— saludó, sin despegar la cara de la barra.

— Hola, Syn, ¿No crees que estás un poco ebrio?— preguntó Gerard, riendo.

— ¿Eso a tí qué te importa?— dijo, levantando un poco la cabeza para mirarlo.

— Syn, no es su culpa que estés con la regla.— dije, antes de tomar de mi vaso.

— Sky, llévame a mi casa. Prometo no violarte.— dijo Syn, volviendo a poner su cara en la barra.

— Syn, cállate. Espero que hayas traído a alguien sobrio, para que pueda llevarte, porque yo no lo haré.

— ¡Dije que no te violaré! ¡Llévame!— dijo, alargando la última "e".

— Te voy a llevar dónde están los demás. — dije sacando el celular. Entré a WhatsApp, y le mandé un mensaje a Matt:

"Hey!! Dónde coño estás?"

Matt: "En la barra de adentro, ¿Porque?"

"Voy en camino. No te muevas."

Matt: "Qué te hizo Gerard??!!"

"Nada. Tú quédate ahí"

— Vamos. Gerard, ayúdame.— dije, yendo hacia Syn para tomarlo del brazo derecho, y pasar mi brazo izquierdo, al rededor de su cintura. — Tómalo por el otro lado.

— Voy.— dijo dejando el vaso en la barra, para ayudar a Syn bajar.

— ¿Saben? Hoy me dí cuenta que tengo 3 piernas. Genial, ¿No?— dijo Syn, apoyándose en los dos.

— Cierra la boca.— dije, caminando.

Era difícil caminar ahí dentro, ahora, caminar 3 personas juntas, peor. <<Gracias, Syn.>>. Seguimos caminando, y para nuestra mala suerte, la barra de adentro, estaba del otro lado de la casa. Estábamos en el medio, y la gente cada vez estaba más agresiva, y Syn se limitaba a hablar cosas raras, y a arrastrarse.

— ¡Coño, Syn! ¡Da de tu jodida parte!— grité sobre la música.

— ¡Te puedo cargar, si quieres!— me respondió.

Llegamos a la barra, y ahí estaba Matt, hablando con una rubia. Llegué a su costado y le aventamos a Syn, encima.

— ¿¡Pero, que mierd...?!— exclamó asustado, volteándose. Vió a Syn, lo tomó por los hombros, me miró, y luego miró a Gerard. — ¿Que coño, Gates?— le dijo.