Jet Black Heart (Synyster Gates)

Capítulo 16

Llegamos a la inmensa casa del tal "Chase" de primer año. Entramos y si afuera estaba abarrotado de gente, adentro no cabía un alma más, pero entramos de todos modos, porque sí.

La gente literalmente estaban espalda contra espalda, así que, Gerard me tomó de la mano, mientras él guiaba, y nos llevaba a un lugar más despejado.

Llegamos a una terraza, dónde había un segundo, y pequeño bar. Nos sentamos, y Gerard suspiró fuertemente, mientras me soltaba lentamente de la muñeca.

 — Dios, ¿Quién dijo que unos chicos de primer año no podrían ser capaces de hacer algo como ésto?— dijo, haciéndole un "2" a un chico en la barra, quien lo miró raro, pero igual, nos trajo bebidas. — Falta poco para que esto se convierta en un 'Proyecto X'.—dijo, brindándome el vaso rojo.

— No exageres, Gee. Sí está un poco fuera de control, pero así es mejor.— dije riéndome.

— Es que, sigo sin acostumbrarme. En New Jersey sólo íbamos unos cuantos amigos a la casa de alguien, nos drogábamos, tomábamos cerveza, y todo, con música de los vecinos, y la mayoría no nos gustaban, pero la escuchábamos, de todos modos. Esas eran nuestras "fiestas".— terminó de explicar.

— ¿Y qué esperas para acostumbrarte? Te hacen falta más fiestas.— me puse de pie, y lo tomé de la mano, haciéndolo levantar.

— ¿Qué haces?— preguntó, dejando el vaso en la barra.

— Ésta sí es una fiesta, así que, vamos a bailar.— dije, caminando.

Nos llevé hasta adentro de la casa, y me puse a bailar al frente de él; obviamente, pegadísimos. Él sólo movía la cabeza al compás del ritmo, y me miraba sonriente.

— Lindo, tienes que bailar. Sé que sabes.— dije, acercándome mucho más a él.

— No me gusta ésta clase de música...

— Yo tampoco soy amante de éste género pero, si no puedes vencerlos, úneteles. Ahora, mueve esas caderas.

— Eres una manipuladora.— dijo, haciéndome reír, para luego, tomarme por la cintura, y bailar.

— ¿Ves? Lo haces bien. Demasiado bien.— dije, sonriéndole.

Bailamos muchas canciones, mientras la gente trataba de hacerse espacio, también. Luego de  unos 20 minutos, decidimos ir a tomar más licor.

Nos dirigimos a la barra, y nos sentamos nuevamente. Ésta vez no había nadie en la barra, así que, él se pasó, sirvió un poco de vodka, y me lo dió, todavía estando del otro lado de la barra.

Estábamos tomando, hablando, y riendo; hasta que sentí que me tocaban por la cintura, y estampaban un beso en mi mejilla. Volteé a mi derecha y, obviamente...

— ¡Syn! ¿Qué coño?— exclamé, despegando su mano de mi cintura.

— ¡Hola! ¿Cómo están?— preguntó.

— Estábamos bien, hasta que llegaste.— dije, antes de tomar mi bebida.

— Ay.— dijo, pasándose al otro lado de la barra, para quedar al lado de Gerard.— ¿Qué tal, amigo?

— ¿Que tal, Syn? ¿Viniste solo?  — pregunto, amable.

— Nah, vinieron mis chicos, uno de tus chicos... Frank, y la parejita feliz.— dijo, sirviéndose.

— ¿Y dónde están?— pregunté.

— Arriba. Digamos que me escapé, no querían que me acercara a ustedes...— dijo, cerrando la botella.— Pero cómo han apreciado, lo estoy. Y espero que no me encuentren.— continuó, y tomó de su vaso.