Jet Black Heart (Synyster Gates)

Capítulo 10

Seguimos comiendo y hablando, hasta que los chicos se fueron, y sólo quedamos en la mesa Matt, Frank, y yo.

— ¿Porqué habló demasiado la zorra, esa? — preguntó Matt, ya cansado.

— Sabes que no tienes que copiar todo, ¿Cierto?— pregunté.

— No me importa, sé que si copiaste todo eso, fué por algo.  

— Ay por favor, Matt.  — dije levantándome.— Iré a fumar, y caminar por el campus, cuando vuelva, quiero mi libreta de vuelta.

— Lo que sea.  — dijo, sin despegar la vista de los cuadernos.

Salí del campus, y saqué mi paquete de Marlboro, eran mis favoritos, al igual que los de Syn, solamente que él sí tenía las pelotas, para tatuarse tal nombre en sus dedos. Aunque, también me parecía estúpido, pero no lo hizo en sus 5 sentidos, así que, no importa.

Me puse a fumar como por media hora, y luego, me fuí a caminar por todo el campus. Iba por el pasillo, cuando alguien me tomó por la muñeca y me adentró a un cuarto. A juzgar por el dibujito de la puerta, era el baño de varones. 

— Pero, ¿¡Que mier...?!  — no alcancé a terminar mi frase, cuando sentí unos labios deborándome la boca. Era Frank. Lo conocía, así que, le correspondí.

— No sabes cuanto te deseo, linda. — dijo besándome el cuello.

— ¿Desde que Ray te dijo lo buena que soy teniendo sexo? — le pregunté, con la respiración entrecortada. 

— Sí.— dijo riéndose.

Bajó hasta mis pechos, pero lo detuve, cuando pregunté:

— ¿Tienes condón?  

— Aquí está. — dijo sacando el pequeño paquete morado, de su bolsillo trasero, del pantalón. 

Siguió besándome el pecho, mientras yo lo empujaba, haciéndonos entrar en un cubículo de metal, y no sé de qué manera, pude cerrar la puerta.

Me quitó la sudadera, luego del t-shirt, y suerte que la tapa del retrete estaba cerrada, porque, todo lo tiraba ahí. 

Jugó con mis pezones, mientras yo lo halaba del cabello, con una mano, y la otra, acariciaba su, ya erecto, pene, a la vez que, trataba de gemir lo menos audible posible. Fué descendiendo por mi abdomen, para después, desabrochar mis jeans. Pero lo detuve, para desabrochar el de él, bajarle los pantalones con todo y bóxers; y agacharme.

— Oh, sí. — gimió, tomándome por el cabello.

— Ni siquiera he comenzado. — dije riéndome. 

— Déjame en paz. — dijo con lo ojos, aún cerrados.

Le tomé su miembro, "Buen tamaño.", pensé. Le lamí la punta, haciendo estremecer a Frank, para luego, introducirlo por completo en mi boca, y chuparlo, de arriba hacia abajo, en un movimiento rápido. Él estaba gimiendo, mientras mordía su labio inferior. Saqué su pene de mi boca, y me concentré en yo misma masturbarlo.

— Oh, sí. Así, nena.— dijo con los ojos cerrados.— Me voy a venir, linda. — dijo agitado, para, segundos después, un líquido espeso, recorriera mi mano.— Dios, eres perfecta.— dijo levantándome, para besarme, y luego, bajarme los jeans, con todo y pantie.— Ahora es mi turno. — dijo, mientras enterraba su rostro en mi entrepierna.

Me daba lenguetazos en mi clítoris, mientras su mano izquierda estaba masajeando mi seno derecho, y yo me mordía el labio inferior, para no gemir. Introdujo 2 dedos, y no paraba de hacer, lo que hacía antes.