Jet Black Heart (Synyster Gates)

Capítulo 15

— Por Dios, Syn.— dije, mientras sacaba un kiwi, y luego lo comía.

— Y, ¿Qué tal?— preguntó, después de reírse.

— Es demasiado bueno, es obvio, ya que es mayor, ósea, más experiencia. 

— Yo no soy mayor, y tengo más experiencia.— dijo, para luego tomar de mi jugo de manzana.— Ya son las 12:58, tengo clase con Agatha. Hasta luego.— dijo, antes de darme un beso en la cabeza.

— Hasta luego.— dije, para seguir comiendo. La verdad, ya no puedo luchar más con él, entre más lo regaño, más lo hace, así que, trataré de no regañarle, haber si así se despega.

[...]

Terminé de comer, y luego de unos segundos, llegó Hannah.

— Sky.— saludó, sentándose.

— Hannah.— respondí de la misma manera.

— ¿Que haces?— dijo sentándose.

— Iba a mi casa.

— Ya no tengo más clases, te acompaño.

— Ok. — dije, recogiendo mis cosas, para luego levantarme.

Entramos en mi auto, y salimos del estacionamiento.

— ¿Y cómo te fué hoy? Al ver que no tienes maquillaje, supongo que, llegaste tarde, ¿O me equivoco?—  dijo, una vez estábamos en la calle principal.

— Sí, no escuché la alarma, luego Syn me llamó, no encontraba mis llaves, y llegué 5 o 6 minutos tarde a la clase de Johnson, pero me dejó entrar. Me fué bien. Excelente, diría yo.— dije recordando al profesor Jared.— ¿Y a tí?

— Bien, sólo no entregué un informe que dijo Devries. ¡Él no dijo nada sobre tal "informe"! Nadie entregó nada, pero a todos nos puso F.— exclamó.— ¿Y porqué excelente? ¿Tuviste sexo hoy? ¿Con quién?— preguntó interesada.

— Sí, y con Jared.

— ¿Jared?— dijo, confundida; luego de unos segundos, abrió los ojos a tope.— ¿¡EL PROFESOR JARED FUCKING LETO?!— gritó, casi saltando del asiento.

— Sí. — dije, cerrando el ojo derecho, por el escándalo.

— ¿¡Y QUÉ TAL?! No te pregunto esto siempre, pero, ¡Es el profesor guapo! ¡Necesito detalles! ¡Ahora!

— No estuvo nada mal.— dije, girando a la izquierda.

— ¿¡Nada mal?! ¡Fué el mejor sexo de tu vida! ¿Dónde lo hicieron?

— No fué el mejor, fué uno de los mejores. — dije, entrando al estacionamiento del edificio. — En el salón.—dije estacionando el auto.

— ¿¡EN EL SALÓN?!— gritó, saliendo del auto.

— Sí, en el salón.— dije, poniendo la alarma, para luego caminar, y entrar al edificio.

— ¡Que excitante!— exclamó, una vez estábamos dentro del ascensor.

— Demasiado.

— Dios. Cumpliste mi sueño.— dijo, suspirando.

— Syn dijo lo mismo.— dije, riendo. 

Entramos al apartamento, y ella cerró la puerta. Entré a mi cuarto, dejé la mochila en un sofá individual, me quité el pantalón, y me puse un short. Me quité las zapatillas, y me puse unas chanclas, y salí del cuarto.