El dia que me encontre con el

1.POROTO

-Te juro, LuHan, que todo lo que tengo en el guardarropa es prehistórico. -
Byun BaekHyun observaba la colección de prendas que tenía colgadas mientras enroscaba el cable rojo del teléfono alrededor de su muñeca.
-Ni loco me pongo ese horrible chaleco estampado para la fiesta que dará Key esta noche.
-Oye, sólo fue una sugerencia -dijo el mejor amigo de BaekHyun-. No tienes por qué cortarme la cabeza.
BaekHyun se echó a reír.
-Disculpa, me parece que estoy un poco alterado.
-No será porque esta noche quieres impresionar a Jung Hee, ¿verdad? Jung Alumno-Nuevo-y-Buen-Mozo Hee, ¿eh?
-Sabes que si me interesara Jung Hee ya estaría saliendo con él. -
BaekHyun inspeccionó el pulóver que había usado durante casi todo su segundo año de secundaria y lo arrojó a la parte de atrás del guardarropa.
Era cierto: nunca había tenido problemas para conseguir novio. Además de ser muy extrovertido y simpático, BaekHyun era bonito: tenía el cabello oscuro, ojos café y un metro setenta de estatura. Su actitud afeminada, nada sorpresivo que se declarara gay. Sus ojos finamente delineados, dándole un aspecto coqueto, porque lo era. Practicaba deportes al menos cinco días a la semana, aun en los días más crudos de invierno, cuando la temperatura invitaba a quedarse en casa acurrucado en el sofá y bebiendo gigantes tazas de chocolate caliente.
-Admítelo, Baek. Sé que te gusta Jung Hee. En tu tiempo libre no haces más que hablar de él - dijo LuHan.
-No es verdad -insistió BaekHyun. ¿Qué podía hacer si Jung Hee era el único muchacho de toda la escuela que le agradaba en esos momentos, aunque fuera remotamente? - ¡Estoy harto de mi ropa, nada más!
- ¿No te habías gastado una fortuna en el centro comercial el fin de semana pasado? - Preguntó LuHan-. ¿Acaso tu madre no te advirtió que eran los últimos jeans que podrías comprarte hasta el año próximo, como mínimo?
-Ah, ésos. -BaekHyun suspiró. -Ya me los puse la semana pasada. De todas maneras, tienen un color verde muy raro. No tengo nada que combine con ellos.
-Bueno, ¿por qué no le pides algo prestado a tu madre? -Sugirió LuHan-. Usan la misma talla.
-Es una alternativa. -Los padres de BaekHyun se habían ido a visitar a unos ex compañeros de facultad y no estarían todo el fin de semana. Por lo tanto, tenía toda la casa para el solo. Había pensado en organizar una fiesta aprovechando la ausencia, pero desertó antes de sugerírselo, pues sabía que jamás le habrían dado permiso.
En realidad, no podía quejarse de sus padres. Cuando era apenas un bebé, su padre leyó un libro sobre paternidad y desde entonces siempre lo consultaba. "La confianza genera confianza" y "Comunicación se escribe con C mayúscula" eran las muletillas con las que le había martillado el cerebro toda su vida.
-No estoy seguro sobre la ropa de mamá -dijo BaekHyun-. Pero en el centro comercial venden un pulóver que combina perfecto. En la tienda lo exhibían en un maniquí, con los mismos jeans que yo tengo. Tendría que comprármelo para esta noche. LuHan, ¿serías tan bueno de llevarme al centro comercial?
-No puedo -contestó LuHan-. Tengo que cuidar a mis hermanitos y no los llevaría allí ni ebrio ni dormido. Sería un caos total. ¿Sabes lo que significa eso? -Los hermanos de LuHan tenían nueve y seis años. Por experiencia personal, BaekHyun sabía que era imposible vigilarlos. Una vez se les perdieron de vista en el parque. Pasaron más de una hora buscándolos.
- ¿Entonces cómo hago para ir? -preguntó BaekHyun.
-Supongo que una caminata no te vendría mal -repuso LuHan-. Serán unos tres kilómetros, nada más. O también podrías ir en bicicleta.
- ¿Se te ha ocurrido mirar por la ventana? Está lloviendo -anunció BaekHyun-. ¡Y a cántaros! Me haría sopa. -Transcurrían los primeros días de abril y en Seúl eso implicaba que las lluvias eran muy copiosas, con agua bien fría, la que penetraba hasta los huesos.
-Entonces supongo que tendrás que ponerte otra cosa -dijo LuHan-. Podrías venir a mi casa, revolver entre mis cosas y ver si encuentras algo que te guste.
-Gracias. Pero no, Trataré de pensar en otra cosa -respondió BaekHyun.
"Algo insulso -pensó-, antiguo y deslucido."
-De todos modos paso a buscarte a las ocho, ¿correcto? -Preguntó LuHan-. Por lo tanto, todavía te quedan tres horas para buscar algo fabuloso para ponerte. ¿Crees que lo encontrarás?
-Oye, deja de burlarte de mí -replicó BaekHyun-. ¿Vas a echarme en cara mi coquetería?
LuHan rio.
-Mmm, ahora que lo pienso... sí. Hasta las ocho.
BaekHyun cortó la comunicación y se echó sobre la cama. Todo su día se había convertido en un desperdicio. El desfile en el que debió haber participado junto con el resto del equipo de hockey se suspendió por el mal tiempo. Se había quedado encerrado todo el día en su casa, sin otra cosa que hacer más que mirar la televisión. No podía ir a ninguna parte, salvo a nadar, si tenía ganas.
"Tal vez debí haberme buscado un chico para salir esta tarde", pensó. Aunque, en realidad, se las arreglaba mucho mejor solo. Los últimos novios que había tenido resultaron muy aburridos. Primero ese fanático que no se perdía ningún episodio de viaje a las estrellas -ni los viejos ni los nuevos- y después se ponía monotemático toda la noche; no sabía hablar de otra cosa. Luego apareció aquel otro, que pensaba que los emparedados de salchicha con mostaza Dijo era la cena por excelencia. BaekHyun no tenía nada contra los emparedados de salchicha, pero era una comida para engañar el estómago mientras miraba los partidos de béisbol, no para cuando se ponía sus mejores galas.
Por supuesto que no siempre le iba tan mal con los chicos; algunos habían sido estupendos. Sin embargo, por alguna razón, nunca pudo concretar nada serio. BaekHyun empezaba a dudar de su capacidad para encontrar algún día a su príncipe azul.
"Tal vez Jun Hee sea el candidato", pensó ilusionado. Pero ¿cómo iba a impresionarlo con esa ropa tan fea? Tenía que encontrar la manera de ir al centro comercial.