Capítulo 17 / Aclaraciónes.

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La mano de Bradley se aferraba demasiado fuerte a la de Tristan. El camino hasta casa no era tan largo pero sus cuerpos pedían a gritos un baño y una larga siesta sin interrupciones.

Ninguno hablaba, el silencio parecía ser el factor perfecto en aquél momento, era temprano y la luz del sol comenzaba a posicionarse sobre sus cabezas. Una leve brisa corria, y el muchacho rubio podía decir que estaba temblando un poco pero todo era irrelevante, aquella persona que había robado su corazón, y quizás más, caminaba a su lado.

Era muy difícil asimilar las cosas ocurridas en las ultimas veinticuatro horas, pero llevaba algunas marcas en su cuerpo que aclaraban que no había sido algún sueño raro y sudoroso.

Conforme se acercaban a la casa del menor, el ambiente cambiaba, y nombrado sintió como Bradley se tensaba.

—Oye, debo decite algo —confirmó el de rulos.

—Dime.

—Bueno, tu madre me culpó de que habias desaparecido la ultima vez que la vi, la policía debe saberlo —explicó, su mirada firme en el camino frente a él.

—Tranquilo, no es nada que no podamos explicar.

—Yo, uhg, es probable que termine tras las rejas.

Tristan se detuvo y con él, Brad. Lo miró sin escrúpulos.

— ¡Ey! ¿Que dices? ¿Eso es lo que te preocupa? —preguntó apretujando sus mejillas con las manos, el castaño rió levemente ante la acción.

—Si, quizás, bueno, yo...

—Brad, no dejaría que eso pasara ni en un millon de años.

—Entiendo lo que quieres decir, pero, aceptalo, he consumido sustancias ilegales por mucho tiempo, ese inutil trastornado no es el unico en problemas aquí, ademas, escape demasiadas veces de policias, seguramente ya recuerdan mi horrorosa cara.

—No seas negativo, no pasará, y si ocurriese, sabes que romperia mi alcancia cerdito para pagar tu fianza sin pensarmelo dos veces —dijo sonriendo, apretando un poco más las mejillas del mayor, en las cuales el tono rojizo se azomo.

—Calla, no quiero otro enemigo, ese cerdo no perdera su inocente cabeza por mi culpa.

—En realidad, tiene un tapon en su estomago, no pensaba romperlo de todas formas.

— ¿Porque estamos hablando de esto entonces? Es impresionante como me cambias los temas de las conversaciones, ya pareces una chica Tris.

El rubio abrió su boca, imitando sorpresa.

—Eres un desgraciado.

Bradley rió un poco, y sin aguantarse más, acercó su mano al cuello del muchacho frente a él y lo atrajo más cerca, uniendo sus labios como lo habían hecho tantas veces la noche anterior.

Cuando llegaron a la vivienda tan anelada, Bradley tuvo la idea de entrar por la ventanilla que él siempre utilizaba para escabullirse al sotano del menor, pero estaba totalmente cerrada, y ahora un trozo de tella ocultaba la vista al interior de la habitacion.

En el patio delantero dos policías hablaban con la madre de Tristan.

El mayor soltó rápidamente su mano de la del rubio, y este se sintió un poco mal por él.

— ¡ALLÍ ESTA! ¡ES ÉL! ¡MOCOSO INUTIL! —gritaba aquella mujer desde la entrada de su casa— ¡TIENE A MI HIJO! ¡TIENE A MI HIJO!

Uno de los policías corrió hasta Bradley y lo empujó hacía el suelo, cayendo ensima, reteniendolo.

The Bunker ►TradleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora