The Bunker ►Tradley

Capítulo 1 / Raspaduras

Sentí que golpeaban mi puerta, lo ignoraría, daba por seguro que eran Connon y James.

Ayer había comprado un videojuego que venía esperando hacía bastante. Mientras me dirigía a la tienda, la lluvia había comenzado a caer, y para cuando pasé por la entrada del local, me encontraba completamente empapado. Sin embargo, la sonrisa que luego había tenido al sentir ese pedazo de plástico cuadrado entre mis manos, no me la quitaba nadie.

Ahora, no pensaba despegar mi trasero del cómodo sillón para ponerle pausa a esa belleza e ir a abrirles la puerta, estaba muy lejos de mi alcance.

— ¡Tristan, abre esta maldita cosa! —sí, ese definitivamente era James.

— ¡Anda imbécil! —Connor gritó mientras unos golpes caían sobre la madera.

No tenía ganas de pararme, pero si seguían pegándole así, mi madre subiría a ver qué sucedía y no quería que armara un lío nuevamente.

—Joder, ¡puta madre! —Connor volvió a chillar.

— ¡Escuche eso idiota! —aparté los audífonos de mis orejas.

— ¡Pues abre entonces! —esta vez fue James quién hablo—. Hace quince minutos que estamos aquí.

Resignado y sin ganas, me levante.

Arrastré mis pies con toda la vagancia del mundo hasta la puerta y la abrí.

— ¡Por fin! Creí que moriría aquí fuera —James se quejó frente a mí y vi a Connor sobarse una mano a causa de los golpes pegados.

—Eh, quizás algún día —reí inocentemente, pero nadie hizo señales de notar mi comentario.

—Faltaste a la escuela hoy, los dedos de tus manos deben estar acalambrados por usar tanto el joystick —Connor dijo fríamente. Se notaba un poco enojado conmigo.

—Quizás no las usa para jugar videojuegos —dijo James levantando una ceja y señalando mi entrepierna con su dedo índice.

—Ayer salió uno nuevo y debía probarlo, solo es eso, James —dije resaltando su nombre. Él rió pero su expresión volvió a ponerse seria.

—Es la tercera vez que faltas a la escuela en la semana, agradece que hoy es viernes. No has salido en dos días, ¿ya eres topo o qué?

Ambos se desplomaron sobre mi cama. Algo que detestaba de ellos dos era que desordenaran mi cuarto. Yo era bastante detallista y que se pusieran a toquetear todas mis pertenencias perfectamente acomodadas, no me agradaba en absoluto.

—Oye Tris, ¿qué te parece si esta noche te sacamos de aquí, y vamos a por unos tragos a Lexy's? —dijo con total indiferencia mientras observaba la caja de uno de los videojuegos que tenía entre sus manos.

—Y de paso te traes a alguna a la cama para follártela, sabes que ahí siempre encontrarás alguna buena —dijo Connor, y James agregó—. Además, ¿hace cuánto que no te tiras a una?

—Sabes que esos lugares no van conmigo —dije evadiendo su pregunta—. En realidad... —mi voz se hizo menos audible, pero tomé coraje para decírselos de una vez—. Acéptenlo chicos, yo jamás follé con nadie.

— ¡¿Qué?! —dijeron al unísono—. ¡Me debes un chicle! —Connor lo señalo a James, y este lo calló—. ¡Para Connor! —le gritó mientras le pegaba con su puño en el pecho, para luego proseguir hablando—. ¡Con más razón debes ir!

— ¡No! ¡No me van a convencer! No iré y punto.

— ¿Con que no, eh? —dijo Connor, parándose de la cama y versátilmente tomando una de las pilas de videojuegos que tenía junto a mí tv, mientras que James abría la ventana de la  habitación desde donde todavía, al igual que ayer, se podía notar como llovía de una manera un poco fuerte. Tenían pensado tirar mis cd's por la ventana.