Capítulo 24- La confesión de Santiago.

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Hola!!! bueno nuevo capítulo, perdón la espera pero estoy un poco ocupada y mis niñas están un poco demandantes estos días. Bueno espero les guste y espero los comentarios y votos y su opinión sobre una historia que esta dando vueltas en mi mente sobre hacer una historia sobre la vida de Santy y Barbie. Los que leyeron ¿Esto es posible en el siglo XXI? tienen que saber quienes son. Bueno la historia estaría más centrada en la chica pero por supuesto van a aparecer sus padres y también personajes nuevos. Comenten o me dejan mensajes o me hablan como quieran. Besos.

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Los días posteriores a la fiesta del karaoke pasaron  con una quietud que era demasiado sospechosa, como la calma que precede a la tormenta.

Por suerte Santiago no estaba tan insufriblemente protector con Andréia, para ella esto era algo nuevo pero a la vez bueno, ya que aunque la morocha  trataba de enmascarar la verdad de sus sentimientos frente a las demás personas en el poco tiempo que nos tratamos yo aprendí a leer en sus ojos y note que ella se enamoró de Benjamín.

Trataba en vano de no ser demasiado reveladora, pero o todos son muy incautos o se hacen los tontos y pasan por alto sus continuas insistencias para que Benjamín la lleva a todos lados con él.

También es más que obvio que ella se pone en demasía molesta cuando él presta demasiada atención a alguna mujer que se le acerque, creo que él no se da verdaderamente cuenta de que ella se está enamorando,  las señales que él da son ambiguas o contradictorias, a pesar de tratarla con mucho  afecto y que en varias oportunidades le brinda caricias que pueden ser malinterpretadas  siempre luego hace algún comentario haciendo referencia a que si es hermanita de Santiago es como su prima menor a lo que ella le echa unas miradas  suspicaces dando a entender que guardan algún secreto. Prefiero no saberlo porque Santiago en este tiempo también aprendió a descifrar  cuando le oculto algo.

Estamos mirando una película en nuestra habitación.  Para ser más exactos tenemos el televisor prendido pero no estamos mirando la película porque nuestros labios  no pueden despegarse uno del otro, mis manos  viajan desde el pecho de mi novio que está cubierto con una remera escote v que deja al descubierto esa parte de su anatomía que a mí me enloquece, no conforme con eso bajo mis manos y las escabullo por dentro de la ropa para tocar su abdomen duro y también la porción disponible de su espalda, el está gruñendo, quiero suponer porque le gusta lo que estoy haciendo , mientras tanto él trata de mantener la cordura porque una de sus manos está en mi cuello y la otra en mi cintura, si no supiera que le gusto pensaría que soy indeseable, él jamás se extralimita, la única concesión que hace es la de tocarme las piernas en algunas oportunidades pero siempre manteniendo muy a raya  sus deseos.

Este es uno de esos días en los que parece que no va  a lograr contenerse y yo me siento feliz, en cierto momento y sin darme realmente cuenta de lo que estoy haciendo le saco la remera, la levanto y se la saco por el cuello, él aunque a regañadientes me lo permite yo me siento en las nubes, es la primera vez que me atrevo a semejante cosa pero estoy extasiada de que me deje aunque sea tomar un poco el control. Lentamente coloco mis manos en su pecho y lo acaricio deleitándome en la dureza de su cuerpo, le beso el cuello y en ese momento siento como sus manos encarcelan mis muñecas y las sujeta por encima de mi cabeza dejándome en total desventaja y sin poder tocarlo.

-¿Qué pasa?

-¿Y todavía me lo preguntas? Sabes con exactitud que me volves loco y te aprovechas porque sabes que no quiero faltarte el respeto, pero estas jugando con fuego pitufita y el que juega con fuego se puede quemar.

-Así que te vuelvo loco. Para mi es toda una novedad, nadie lo diría por cómo me tratas, parezco una intocable.

-¿Eso te parece extraño? Si no te tratará así no sé qué pasaría, te doy un poco de libertad y mira lo que me haces.

¿Por qué a mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora