Triple o nada

Casual accidente

Al salir del salón, vi que Carlota aun no se despegaba del chico nuevo, eso me daba tanta envidia... Me despedí de mis amigas y me quería hacer paso entre un pasillo muy concurrido, era difícil de pasar, y entre el mar de gente agarre vuelo para seguir pasando, pero para mi sorpresa, fue demasiado vuelo, termine estrellandome con un muchacho y con muchas fuerzas, un chavo alto de seguro porque mi cara se estampó con el y no lo alcanzaba y me dolió un poco.Los dos hablamos al mismo tiempo:

-¡LO SIENTO MUCHO, NO FUE MI INTENCIÓN!- digo toda preocupada

-¿Te encuentras bien?-me pregunta amablemente.

Retrocedí unos pasos para verlo y... era el chico nuevo y el también me observaba y me sonrió.

Aun me seguía disculpándome, no me gustaría que el chico nuevo tuviera una mala impresión de mi, ¡hay mi cabeza!

-no te vi...- digo para disculparme

-Eso no importa, ¿te sientes bien?- insiste y parece muy preocupado

-pues... solo un poco la cabeza...- le confieso

-Me lo imagino...- me dice, tan comprensivo... ¿Se lo imagina? Pues ¿que a el también le dolió mi cabezazo? Sonríe y yo me pongo nerviosa, ¡ya ni se que pensar!

-¿Ya llegaron por ti?- me pregunta

-eeh... me voy sola..- le contesto, ¿Por qué me pregunta eso?

-¿No te acuerdas de mi? - me pregunta divertido

-si, eres el nuevo de mi clase- le contesto, obvio no pasó desapercibido

-Soy Santiago- se presenta, acaso...

-¿Santiago? Acaso eres...- me viene a la idea que...

-Si, soy tu vecino- me lee la mente y me sonríe. Mi estado actual es en shock. No lo puedo creer lo pequeño que es el mundo, entonces el fue el que me salvo ayer, que pena que no lo haya reconocido...

-Santiago... yo...- las palabras no me fluyen

-¿te parece si luego me dices y aceptas que te lleve a tu casa?- me ofrece, no deja de sonreír, su sonrisa...

-No quiero molestar...- rápido contesto.

-¡Claro que no molestas! Además con este calor, te puede doler más la cabeza.- Insiste

-Esta bien- acepto, no quiero que siga insistiendo.Aun me sigue sonriendo y se pone a lado mio y lo sigo. Vi un auto muy lujoso, de un color azul celeste, me abre la puerta del copiloto como todo un caballero, y luego el se sube.

-Oh! ¡no te he dicho mi nombre! me llamo...- ¿como se me pudo olvidar? pero me interrumpe Santiago

-Luna Leik.. me lo dijo mi mama- me dice

-¡cierto! encantadora tu mamá y tienes otros dos hermanos gemelos ¿no?- Santiago suelta una risa encantadora.

-si, Alan y Martin- me dice

-¿Están en la escuela?- pregunto

-Si, están en otros salones- me dice

-¿ No los vas esperar?- le pregunto.

-Ya se fueron con unos nuevos amigos. Son muy sociales.- me dice, entonces puedo aprovechar para hablar con él.

-Santiago, te quiero agradecer demasiado lo que hiciste ayer...- comienzo a decir desde el fondo de mi corazón

-no te molestes, no fue nada, mejor hay que hablar de otra cosa.- Me dice tan encantador.Nunca deja de sonreir. Una linda sonrisa que nunca me cansaría de dejar de ver.