No te preocupes, yo estoy aquí

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-esos mensajes de promoción, como molestan, eey  Martin me acompañas a la casa para que me ayudes con unas cosas que me encargo mamá.- dice Alan

- muy bien flojo, vamos rápido.

- en un momento regresamos.

Los dos salieron, dejándome a solas con Santiago. Mi mirada se pierde en la nada, no pienso nada en estos micro momentos.

- No te preocupes, por favor, me…nos parte verte así.

Pone su mano encima de la mia en la la mesa y la toma, con su pulgar acaricia mi mano, delicadamente, como si fuera algo muy valioso o frágil, esa lindo gesto suyo hace que se me haga un nudo en la garganta y se me resbala una lágrima, Santiago se levanta sin soltar mi mano y se sienta a un lado mio para abrazarme.

- Dime, que es lo que sucede, por favor.

-Pues últimamente me han pasado cosas extrañas, esta lo de la semana pasada de lo que me salvaste, lo de la fiesta, ayer que fui al mal sentí que alguien me seguía, los muchachos que nos molestaron, las llamadas en la escuela, la llamada de Alan… todo eso me da miedo…- hablo con la voz a punto de quebrarse, que pena, no se como dije todo eso, Santiago creerá que soy una paranoica...

Me abraza, y muy fuerte, le regreso el abrazo y me recargo en él.

- No estas sola Luna, te prometo protegerte, no te preocupes por favor.- me acaricia la cabeza y en verdad ese gesto me tranquiliza, me siento tan segura en sus brazos.

Tocan la puerta.

- Yo abro.- me dice Santiago

Se levanto de un lado mio y se dirigió a la entrada a abrirles a sus hermanos.

-ya regresamos! Nos extrañaron mucho??  - dice Alan con euforia

-ya cállate payaso- le dice Martin

-Uff! Okey no quiero lidiar contigo.- le responde y se pone en posición de defensa

-ya acabamos todos no?- pregunto , me siento más alegre gracias al numerito de Alan y  Martin

- si.- me contesta M.

-no vamos a comprar una nieve?- sugiero

-emm…- se pone a dudar Alan, al parecer no le agrada mi idea

-que flojera! A mi no se me antoja nieve.- me dice Martin sin pena y directo

Pareciera que sobreactúan.

-Bueno, vemos una película?- vuelvo a sugerir

- me parece buena idea.- dice Santiago

-vamos arriba al cuarto de televisión.- les digo

Nos acomodamos y les presto mi tablet para que buscaran una película de internet y conectarla a la pantalla.

-decidan y pongan la película que quieran mientras voy por palomitas.-

Bajé rápido las escaleras y puse el paquete de las palomitas en el microondas, mientras se hacían yo subía las escaleras para preguntarles algo, pero escucho sus voces y me detengo, se me olvida a lo que iba y me concentro en escucharlos. Susurran, apenas los oigo.

-¿Por qué se fueron asi de repente?- pregunta Santiago

-echamos un vistazo a la calle- contesta Martin

-¿para que?- sigue sin comprender Santiago

-me llego un mensaje misterioso que decía, “les doy oportunidad de que disfruten a mi niña, ya que pronto la tendre entre mis brazos, otra vez después de 10 años”- dice Alan

-¿Qué ching..?- comienza maldecir me imagino que Santiago

-lo se, debió de haber sido la persona que tomó el celular de Aracely, porque ella tenia mi número- deduce Alan

-Pues sea quien sea, se esta pasando con esa broma de muy mal gusto…- dice Martin

Las palomitas se terminaron de preparar y baje rápido sin hacer ruido, las puse en un tazón y me lleve salsa.

-¿que películas escogieron?- pregunto, haciendo caso omiso a lo que escuché antes

*

Nos divertimos en la tarde, pusieron una de miedo y después una de comedia. Mi mama fue con mi abuelita con mi hermana, así que llegaron tarde a la casa.

En cuanto salí de la casa para ir a la escuela, los tres ya estaban afuera, esperándome. Son grandiosos, tengo una semana de conocerlos, y es como si fuera toda una vida lo que los conozco. La verdad me siento con un gran alivio que me cuiden todo el  tiempo .

- Buenos días- saluda propiamente Alan

-Buenos días chicos- saludo

-Hola.- me saludan al mismo tiempo los otros dos, así juntos no distingo la diferencia en sus voces

- Ya lista? Nos tenemos que ir, necesito llegar temprano y…- empieza Martin con su tono de siempre

- ya, gracias.- lo interrumpo y me río

En el carro empecé a hablar: "Chicos no se como agradecerles, por todo lo que hacen por mi…"

Los tres me sonríen.

-No tienes nada que agradecer Luna. No te preocupes, nosotros siempre te protegeremos- me promete Santiago.

Por que hacen tanto por mi?? Como se los podré agradecer?

Triple o nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora