Triple o nada

Otra cara de la moneda

-¿Qué hay entre Santiago y tu? -me pregunta directamente

De pronto me siento helada. Fin. Es mi fin. Si ya se dio cuenta el , entonces Santiago también, y si no pues Martin ya se encargara de hacérselo saber… Dios… iluminame. Como es que soy tan obvia.... me molesta ser obvia

-am… yo estoy…estoy… agradecida - se me ocurre decir, no quiero confirmarle nada

-¿agradecida? -parece que le sorprendió es

- si, muy agradecida - reafirmo

-¿Por qué? -pregunta curioso

-porque Santiago me salvó la vida antier -le digo

- ¿enserio? -me dice, no estoy segura si es sarcasmo o sorpresa en verda

-si un tipo me perseguía, y el lo ahuyentó, me había caído y el me llevo a mi casa - le cuento

Martin sonríe, bueno eso creo, al menos que haya sido un reflejo de luz o mi cerebro me haya engañado.

- No me sorprende -dice aunque más para él mismo

- ¿Qué me haya caído? - se me ocurre preguntarle

Martin ¡suelta una carcajada! Me asusto! De hecho me asuste cuando pasábamos en un bordo y brinque demasiado que me pegue en la cabeza. Martin rio aun mas. ¿Acaso es normal esto?

- También, pero yo me refería a Santiago, es demasiado noble. -se explica luego de calmarse.

Que estúpida, obvio que Santiago, porque le dije que me haya caído, de los nervios ni puedo pensar. Martin ahora tiene una sonrisa, pensé que  nunca lo vería sonreír, pero en el fondo, muy muy en el fondo es igual que sus hermanos, aunque apenas lo conocí bien, como bien dice el dicho, no hay que juzgar por la cubierta de un libro.

-Ya llegamos - anunció

Se estaciono al frente de su casa.

-puedo entrar a ver a tus hermanos? -no puedo evitarle preguntar

- hmp… si pero ten cuidado de no caerte, que luego Santiago tratara de levantarte y no debe de hacer esfuerzo… - me advierte y también no logro evitar verlo con rencor.

Okey, ahora me va insultar indirectamente? Bueno fue lo mejor que pude haber dicho en ese momento, gracias a Dios que me ilumino, y es verdad lo que dije.