Nervios

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Las clases están a punto de terminar, sigo viendo la ventana por si lo veo, pero nada, hasta que pasa, mi corazón se agita al verlo dirigirse hacia acá, hasta que lo vi a los ojos, ahora esta emoción se convirtió en suspenso o miedo.

-me permite pasar por las cosas de Santiago- pregunta Martin

-claro Martin, como siguieron sus hermanos? -contesta el profesor, confundido al principio luego de acordarse que tiene hermanos gemelos, ya que su similitud sorprende a cualquiera

-Alan no vendrá en lo que queda de la semana y Santiago solo reposara hoy - le responde al profesor

Carlota interrumpe, tratando de lucirse, como siempre.

-No te preocupes lindo, tus hermanos se pondrán bien pronto… - le dice

A Martin al parecer ni siquiera la escucho, tomo las cosas se Santiago como si nada, dieron el timbre de salida, todos salieron casi corriendo, yo también salí y choque, otra vez, pero no con tantas ganas, nada más que en este caso era Martin, que no se quitaba ni se inmutaba, estaba de pie con los brazos cruzados y mirándome fríamente.

- te puedo ayudar en algo? - le digo nerviosa, no puedo evitar sentirme así

-Santiago quiere que te lleve a tu casa- me dice seriamente

- n-no te molestes, yo me voy sola-le contesto, de imaginarme  irme a solas con el...y por que me imaginé eso??, ahora siento como se me suben los colores a la cara...

-aunque moleste, no tengo de otra… - me dice

Yo irme sola con el??? Me da mucho miedo!!!

-vámonos que tengo prisa! - me dice Martin, y me toma de la mano, para guiarme

- okeeey!! - le contesto, trantando de ir a su paso

El daba unas zancadas enormes yo tenía que trotar para alcanzarlo, pero sucedió algo que no me esperaba, ¡me abrió la puerta del copiloto! La verdad me imagine que el se subiría antes que yo, me sorprendí tanto que no supe reaccionar, así que el me apunto con su cabeza que me subiera y en cuanto caí a la cuenta me subí inmediatamente, el cerro la puerta sin azotarla, me puse el cinturón de seguridad mientras el abría su puerta.

Arranco y saliendo del colegio hizo otra cosa que me sorprendió, me comenzó a hablar, a su manera, pero a hablar:

-me creías un imbécil sin educación? -me pregunta tranquilo, hasta podría decir que divertido

-Nn-no… -ni de loca le diría que sí, no recuerdo que tartamudeara tanto con alguien

-claro, por eso abriste demasiado tus ojos - me reclama, rayos, y ahora que haré?

-n-no yo no… -digo pensando rápido en que decirle

-olvídalo te quiero preguntar otra cosa - cambia de tema, en parte siento alivio, en parte siento como si fuera a recibir un regaño y no puedo evitar sentirme nerviosa.

Dios, no se por que estoy demasiado nerviosa, me esta hablando bien, es una persona más, mis manos sudan…

-que cosa? - le digo sin que la curiosidad me deje en paz sobre todo

-como supiste que el que cayo era Santiago y no yo? -me pregunta

¡Dios! Me pregunto lo mismo que Santiago…

-Estee… pues…yo…yo… lo supe… - que rayos me sucede???

Martin me veía de reojo, esperando una respuesta

-una corazonada.. -le digo sin más, es la pura verdad

-¿corazonada? ¿Qué es eso? -pregunta extrañado

-digamos que es como un sexto sentido - comienzo a explicarle y sonrió nerviosa

-aja…  si se que es, a lo que me refiero es que tipo de respuesta es esa

- la verdad - le contesto

-La verdad… dime la verdad… -me dice con esa seriedad suya que me pone nerviosa

-ya te la dije -le digo seria

-Yo quiero saber otra verdad…

Triple o nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora