Llamadas perdidas

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-están bien?- pregunta Alan

- si

-les hicieron algo?- pregunta Santiago

Martin dice "no"  al mismo tiempo que yo dudo

Y eso fue suficiente para echarse de cabeza

- Vimos a los problemáticos pasar- dice Alan

- llegaron a molestarnos, solo golpearon a Martin, - les cuento

- golpean como mariquitas- dice Martin antes de que pregunten algo, no los quiere preocupar

-si para ti todos golpean como mariquitas…- le dice Alan  para nada sorprendido

Martin solo le encaja su típica mirada.

- pero si se encuentran bien?- pregunta Santiago

-si, yo si estoy bien- les digo

- igual yo. -responde Martin

- vámonos, ya van a comenzar las clases.- anuncia Alan

Santiago y yo entramos.

- si quieres te acompaño con el director- me dice Santiago

-para que?- le pregunto

-para decirle lo que les hicieron- me dice como si fuera algo obvio, apenas que comenzaba a olvidar...

-no puedo- le confieso

-por que no?- me dice incomprendido

-porque nos amenazaron- le explico

-y vas a permitir que te controlen?- me acusa

- no voy a permitir que les hagan algo a ustedes- le intento decir

- no te preocupes por nosotros

-después discutiremos eso.- siento que igual no le ganaré

Mientras en las clases mi celular vibraba y vibraba, me estaban marcando  pero no tuve oportunidad de contestar. Saliendo vi 10 llamadas perdidas de Aracely, fui y la busque.

-que sucede?- le pregunto a Aracely

-de que?- me pregunta

-me estuviste marque y marque en clases.- le explico, pero no tiene ni idea...

-emm no, yo no te marque- me dice y me ve como si estuviera loca

-mira!

Le enseñé mi celular con sus llamadas perdidas de ahorita. Aracely empezó a buscar a buscar su celular y no lo encontraba.

- préstame el tuyo.- me dice apurada

Tomó mi celular y marcó. Se escuchaba el suyo cercas de donde estábamos. Nos acercamos a un arbusto fuera de las instalaciones y allí se encontraba su celular, no se veía dañado. Aracely le empezó a mover.

-tienes razón, aquí dice que te hablaron 10 veces. Y nada mas a ti te hablaron.- dice angustiada

-vámonos adentro, es peligroso estar aquí. Vamos con los Gyguns para irnos con ellos

-s-si

-también tienes que avisarles a tus contactos que no contesten números raros, no vaya ser que la persona que tomo tu celular haya  copiado tu agenda.- le aconsejo

-Dios, es tan raro, no me acuerdo que lo haya sacado o perdido, si no me dices ni cuenta, y ¿porque te habrán hablado a ti?.- se pregunta

¿Por qué me suceden cosas tan extrañas? Tengo escalofríos y miedo, Aracely se da cuenta y me sonríe, me levanta los ánimos, y llegamos a donde esta el carro de los chicos.

-podemos irnos con ustedes?- pregunta Aracely

-no nos hemos ido porque las estamos esperando.- dice Alan y sonríe, corrijo, y coquetea con Aracely

Alan no deja de sonreír y le abre la puerta del copiloto, a mi Santiago también me abre la puerta de carro. Martin se sube por la puerta contraria y Alan se sube y arranca.

-que es lo que tienes?- me pregunta Martin

Estoy muy preocupada, pero no hablo solo lo pienso.

- Luna??- me habla Santiago

-Esta preocupada- contesta por mi Aracely

- por lo que pasó en el receso?- me pregunta Martin

-receso?- pregunta Aracely al ya no comprender

-de que?- le pregunta Alan a Aracely

-Alguien tomo mi celular y le marcaron al suyo, y de pronto volvió a aparecer mi celular, y solamente vimos que le marcaron a ella.- explica Aracely

Me voltearon a verme mas preocupados y yo nada más les sonreí

- n...no se preocupen.- les digo

Les dedico una sonrisa y una mirada de agradecimiento por preocuparse por mi. Me entienden y voltean a otro lado. Encienden la radio y dejan primero a Aracely y Martin se ve a al frente con Alan.

- sabes que cuentas con nosotros para todo?- me ánima Alan

Les sonrió.

-muchísimas gracias- les digo de corazón

Llegamos y los tres me acompañan hasta la entrada de mi casa.

-hay alguien en tu casa?- me pregunta

-Ammmm creo que no.- le contesto recordando lo que mi mama me dijo anteriormente

- No quieres estar un rato en nuestra casa, mientras llega alguien en la tuya?- me invita Martin

-no los quiero molestar- les digo

-pfff! por supuesto que no- me dice Alan

- o si no invitanos a la tuya, aprovecharía para preguntarte algo de la tarea que no entendí- me dice Santiago

-muy bien, los invito a que pasen- les sonrío

-linda casa- observa Santiago

-pero ya habían entrado no?- siento raro que diga eso

-nada mas Santiago y yo y estábamos totalmente a oscuras señorita - me recuerda Martin

-ah, cierto, emm, quieren comer algo?- les pregunto

Los tres se negaron, nos fuimos a sentar en la mesa de la cocina y allí empezamos a hacer  tarea. Los tres son muy inteligentes, terminaron muy rápido la tarea.

Suena un celular, me sorprendo y brinco, es el celular de Alan, el observa y contesta:

-si diga?... hola?...

Cuelga.

- quien era?- pregunta Santiago

-amm no se.

-Debió de haber sido un numero equivocado.- deduce Martin

Otra vez timbra el celular de Alan pero con diferente tono, un tono de mensaje.

Triple o nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora