Antes de hasta pronto

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En cuanto tenia oportunidad, mandaba mensajes al grupo que tenemos en whats “hoy en la casa de Alice, lleven comida, o lo que se les ocurra, es sorpresa”. Mensajes de ese estilo, no puedo creerlo, pero estoy feliz por ella. En cambios de clases me iba con Santiago, a consentirlo por  lo que le paso, al parecer no le importa que sea muy exagerada.

Se acabaron las clases, íbamos caminando Santiago y yo agarrados de la mano en los pasillos.

-eres una exagerada

-a si?

Me alejo de el un poco sobreactuando indignación, pero el me estira hacia el de la mano que tenia agarrada, me abraza y me acerca hacia el, oye un golpe hueco, detrás de Santiago, el cierra los ojos y de lado de nosotros pasa Alan corriendo y se dirige a su carro, sale corriendo.

-que…! Le sucede? Te pega cuando estas herido… - le digo y lo acaricio

-Pues por eso lo hace…- dice divertido y continua- oye no quieres que te llevemos a la casa de Alice?

- no… primero voy a ir a casa

- Después de comer vas a ir no?

- aja… pero no quiero que seas mi chofer… - me siento abusona

- no quien dijo que seria su chofer señorita? Nosotros también vamos a salir - me dice para no sentirme mal

-oh!! Oh oh, bueno si es así…. Pero no los desvió? - pregunto

-no.. La casa de Alex esta cercas no?

- Alex?

- al parecer vamos a celebrar… decirle lindas frases de apoyo...- se burla

- aah! Que copiones, esta bien, pero no vayan a tomar mucho

-que no confías en mi? - dice juguetón

-nop!-juego

-prometo no tomar mucho si no estoy bajo tu supervisión!- dice como un juramento

-así me gusta-le digo satisfecha

Llegando a la casa, vi a mi mama, le conté y estuvo de acuerdo, me pregunto que si no tenía nada pendiente, y precisamente como si los maestros se hubieran enterado, no nos dejaron nada, o eso creo, me cambié y tome unas cosas.

Afuera ya me esperaban los Gyguns, adentro en la parte del copiloto estaba Alan, con medio cuerpo afuera gritando: “Luna, apúrate!”, como piloto iba Martin con una mirada perdida, hacia al frente, una mirada… que preocupaba…

A fuera del carro estaba Santiago, esperándome con una gran sonrisa, esperaba para abrirme la puerta del carro. El obvio se sentó a un lado mio, me tomaba de la cintura y no me soltaba.

La verdad yo me sentía nerviosa, no se si lo de hoy antes de ir al baño, lo que escuché haya sido cierto, o lo alucine… pero Martin iba muy callado, Alan iba de alocado cante y cante las canciones de la radio, Santiago se reía de su hermano menor, y yo solo lo que se ocurría hacer era sonreír, una sonrisa un poco tímida y nerviosa. Cuando subí al carro Martin lo único que me dirigió fue un “hola”, nada más, eso fue todo. Que me trate así me hace sentir mal, pero ¿Qué debo de hacer?

Una cuadra antes de la casa  de Alice estaban paradillas allí las chavas, yo era la que faltaba, pero Martin se siguió y se detuvo al frente de la casa de Alice. Me dio cosa decirle que se detuviera donde estaban las demás, ellas me vieron y caminaron hacia la casa, para entonces Alan iba decirle algo a Martin, pero no vi que sucedió que se arrepintió. Yo agradecí y ya iba a bajarme pero Santiago me jala, el se baja corriendo y me abre la puerta, yo me bajo y le sonrío, el me abraza después se acerca mucho a mi y me susurra: “perdónalo, no se que es lo que tiene ahora… está un poco extraño”. Me para el corazón un microsegundo, entonces… Martin con su hermano también se comporta así… También yo le susurro: “ no te preocupes”.

Triple o nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora