Me desperté por el molesto sonido del despertador, eran las siete de la mañana, apenas pude dormir, debido a la inesperada visita de Theo. Al abrir mis ojos con dificultad, observé al joven contemplándome con una hermosa y amplia sonrisa. La verdad es que me encantaba su cara de recién levantado.
Buenos días princesa -dijo el muchacho sin dejar de sonreír. ¿Princesa?, quién le había dado permiso a llamarme de ese modo, aunque intenté ocultarlo me gustaba como sonaba dicho por su boca.
¿Podrías apagar el despertador? -dije mientras me desperezaba, el fastidioso despertador había comenzado a pitar de nuevo.
¿No puedes alcanzarlo tú? -preguntó Theo estirando cada articulación de su cuerpo.
Lo haría pero esta demasiado lejos -dije con ironía, posando mi vista en la mesilla de al lado de Theo.
Eres muy perezosa...no creo que te cueste apagarlo, simplemente tendrías que apoyarte sobre mí y listo...-dijo Theo con picardía.
No soy perezosa, descansó para mis treinta...además eso es lo que quieres volver a sentir el contacto de mi cuerpo rozando el tuyo -dije con una sonrisa traviesa, mientras me colocaba de rodillas para alcanzar el despertador intentando no entrar en contacto con Theo, logré desactivarlo pero este cayó al suelo justo en el momento en el que el joven de ojos claros me pilló de imprevisto, el muchacho me agarró de la cintura provocando que cayera sobre su pecho desnudo, colocó sus manos alrededor de mí impidiendo que pudiera escapar de sus brazos.
Sabes que incluso con tu pelo hecho un desastre y tus ojos adormilados, me sigues pareciendo la persona más bella que existe -me susurró Theo al oído con un suave tono de voz.
Sabes que aunque me digas este tipo de comentarios, no voy a caer en tus redes -susurre con delicada suavidad, pero el problema es que ya había caído.
No intentes camuflarlo, porque los dos sabemos que lo he conseguido -volvió a susurrar Theo, acto seguido noté su lengua en el lóbulo de mi oreja, sus dientes apretaron lo justo atrapándolo. Con ternura deslizó su mano por la parte posterior de mi cuello, acariciando mi cabello, notaba el calor de sus labios rozando mi piel, causando un agradable escalofrío, mis labios estuvieron a punto de hacer contacto con los suyos cuando el chico me apartó de su cuerpo.
Alguien se acerca -dijo Theo separando delicadamente sus brazos de mí.
Seguramente sea Stiles, será mejor que te vayas -dije reincorporándome, me levanté y le ofrecí la camiseta del suelo a Theo, quién había dormido sin ella.
Me gustaría repetir más noches así contigo -dijo el chico mientras se ponía la camiseta.
Cuántas veces tengo que repetir que no sucedió nada -dije empujando a Theo hacia la ventana.
¿Vas a seguir negando lo que sientes? -dijo el joven fijando sus preciosos ojos en los míos. Amaba su mirada.
No, Theo vete -dije nerviosa volviendo a empujar al muchacho.
Tenemos una conversación pendiente -dijo Theo besando mi mejilla, y desapareció por la ventana.
Alex -dijo Stiles, quién acababa de irrumpir en mi habitación.
Buenos días -dije, dirigiéndome hacia mi armario.
He quedado con Lydia para buscar el németon. ¿Quieres venir?, nos serías de gran ayuda. -dijo Stiles.
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Theo Raeken || Nobody's Gonna Love Me Like You [1]
FanfictionAlexandra Russo era una bella joven, su pelo era largo y moreno, sus ojos negros. Era divertida, alocada,sarcástica y perezosa. Tenía tan solo dieciocho años y ya había vivido miles de historias que jamás olvidaría. Este año iba ha ser duro al igual...