Despertar
"Ser mujer es una tarea terriblemente difícil, porque consiste principalmente en tratar con hombres."
- Joseph Conrad
LUÍS'SPOV
Despierto con dolor en las manos. Observo las magulladuras de mis nudillos, suspiro y me levanto de la cama. Voy a la cocina y me pongo un café. Necesito que mi cuerpo despierte del todo. Pienso en la fiesta de ayer y tengo una sensación agridulce. Por un lado sonrío al recordar a la chica de la máscara. Pero luego me pongo triste al pensar en mi pequeña. Tengo que hablar con ella y solucionar las cosas. La imagen de ese cabrón sobre ella me pone de mala hostia. Ese hijo de puta se está aprovechando de la inocencia de Mai y de lo buena que es. Lo sé, estoy seguro de ello. Pero pagará por ello si la hace daño. Ayer las hostias se las llevo otro chaval, pero no siempre tendrá tanta suerte.
Aparece Alex por la puerta y me da un golpe en la espalda. Su manera de decir buenos días.
- Deberías habernos dejado que te limpiáramos las heridas anoche. Tienes la mano echa mierda, colega.
- Está bien, ya se bajará la hinchazón. - bebo de mi café y le miro mientras él se pone otro- ¿Y Manu?
- Nuestro Bello aun duerme. - me río y los dos nos sentamos en la pequeña mesa de mi cocina.- ¿Sabes algo de Maider?
- No. Ayer no me cogió el teléfono. Pero no me extraña... tendrías que haber visto cómo me miraba... parecía...
- ¿Muy enfada?
- No. No era eso. - su mirada me viene a la mente y un escalofrío me recorre la espalda.- Era como si la hubiera fallado. Decepción. Sus ojos gritaban decepción... no lo entiendo.
- Hombre... la llamaste puta en toda la cara. Normal que se decepcione, ¿no crees? - me mira un segundo y luego remueve el azúcar del fondo de la taza.
- Lo sé, joder. Ya lo sé. - me paso la mano por el pelo de forma nerviosa- Lo que no entiendo es cómo llegó a ese cuarto, a esa situación. Ella es lista. Estoy seguro de que ese cabrón la obligó de alguna manera... pero luego ella...
- ¿Ella... qué? - se gira para concentrarse más en mis gestos.
- Ella me dijo que no estaba pasando nada que ella no quisiera. Que no la estaba salvando de nada... que no pasaba nada malo...
- A lo mejor Dan no la coaccionó. Quizá se quieran... aunque lleven juntos dos telediarios, es posible.
- No, no lo es. Yo sé que no. Ya conoces a Maider... está enamorada del amor. Ella cree que le quiere, pero él... no tío, ese cabrón no la quiere.
- ¿Cómo estás tan seguro?
- Porque si la quisiera no hubiera permitido que le alejáramos de ella anoche. Habría vuelto a por ella, o no la hubiera dejado irse sin saber si está bien. - lo piensa un segundo y asiente - Pero en vez de eso, desapareció.
- Pero no desapareció solo. - Alex y yo nos sobresaltamos al escuchar a Manu cuando entra de repente en la cocina.
- ¿Qué? - exclamamos a la vez nosotros.
- Le vi. Cuando salimos corriendo de la casa porque había llegado la pasma, el muy hijo de puta iba de la mano con una tía. Y no era Mai. Les vi marcharse en su coche. - cuando voy a hablar, Alex de me adelanta dándole voz a mi pregunta.
- ¿Estás seguro de eso? Porque con el pedo que llevabas... - Manu le mira ofendido, pero estoy con Alex. Iba realmente borracho.
- Estoy seguro. Iba borrachillo, pero no soy ciego, y además, iba con la camisa en la mano y con golpe en la cara. Y la tía tenía demasiadas tetas, no era Mai.
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Risk (PAUSADA)
Teen FictionMi nombre es Maider Ross. Yo era una niña buena. A mis 16 años aun no había dado mi primer beso. No me gustaba ir de fiesta hasta las tantas. No bebía más que media cerveza y no fumaba nada. No me metía en problemas, sacaba buenas notas, me portab...