Capítulo 12

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I feel something so right by doing the wrong thing

"Las personas hechas para estar juntas siempre lo consiguen"

- Brooke (One Tree Hill)

CAROLINE'S POV

Despierto completamente enredada en las sábanas. Me duele la cabeza una barbaridad y la maldita persiana está subida. Debí de olvidarme de cerrarla anoche. Me doy la vuelta para seguir durmiendo y pongo la cabeza sobre la otra almohada. Un momento... ¿desde cuándo las almohadas desprenden calor y tienen latidos? Me tenso y abro los ojos despacio, clavando mis pupilas en los dos ojos más bonitos que jamás he visto.

- Buenos días, mi lady.

- Buenos días, chico malo. - arquea una ceja y yo le guiño un ojo. Lo más rápido que puedo me muevo para alejarme y él para evitarlo me coge de la cintura y me sujeta contra el colchón.

- ¿A quién llamas tu chico malo?

- A ti, chulo. - me sonríe de forma malévola, como si hubiera esperado esa respuesta.

- Repítelo, chula. - me reta. Le sonrío de manera perversa y levanto la cabeza para quedar cerca de su oído. Con el tono más bajo posible, le digo:

- Chico malo... - me empieza a hacer cosquillas y yo empiezo a reírme sin poder parar - No... mierda no - me río entre palabras, rogándole que se detenga.

- Di que soy un genial y paro - yo niego con la cabeza y él continua con su agridulce tortura. - ¿No? ¿Quieres más? - niego de nuevo - Pues ya sabes lo que tienes que decir, lady.

- Ni en sueños, chico malo. - levanta una ceja, ese gesto tan suyo, y con un movimiento muy ágil se sienta encima de mi estomago, evitando que yo pueda quitarme y vuelve a empezar. - No... vale... eso es... trampa... vale, vale... eres genial. Eres genial. - el sigue con su juego y yo siento que mis pulmones van a explotar con tanta risa - Eh, lo he dicho... ¡¡TRAMPOSO!!

Sus movimientos se quedan en pausa cuando somos ambos conscientes de lo cerca que estamos. Recuerdo nuestro beso y miro sus labios. ¿Qué estoy haciendo? Este es el chico que pego a Maider, mi única amiga. Noto sus pupilas sobre mi boca y cómo la distancia entre nosotros mengua lentamente. Quiero besarle, pero no debo. Carraspeo y le alejo de mí.

- Creo que debería irme a mi casa. Mi madre estará preocupada. - con una mirada triste él se aparta de mí.

- Claro, ahora mismo te acerco.

- No hace falta, puedo coger el bus. - cada uno nos bajamos de la cama por un lado. Cojo mi ropa de ayer y noto que necesita un buen lavado. Tiene restos de sangre, alcohol y apesta a sudor.

- Toma, ponte esto. - me tira una camiseta blanca, un pantalón de deporte negro, unos calzoncillos y calcetines.

- No hace falta... - miro para otro lado, porque estoy muerta de vergüenza. Hace un momento estaba debajo de él... por dios.

- Sí, sí la hace. - me giro para poder verle la cara - Tu madre no te puede ver llegar llena de sangre. - Tiene razón. Miro la ropa y asiento - Bien, iré a preparar el desayuno para que te puedas cambiar. Ahí tienes el baño, puedes darte una ducha, hay toallas en el armario.

Sale de la habitación con la mirada perdida. Se le nota abatido, derrotado. Sacudo la cabeza y me meto en el baño para ducharme. Intento que el agua de la ducha se lleve el malestar de mi cuerpo, pero eso será imposible hasta que me tome una aspirina. Me seco rápido y me pongo la ropa. Al ponerme la parte de arriba, su olor llega a mí. Lo aspiro y sonrío. Me meto dentro de los pantalones y me miro en el espejo. La camiseta es enorme, pero el pantalón es de chica, porque me queda perfecto. Eso me pone de mal humor. ¿De quién es y qué hace en su piso? Y, ¿por qué me molesta que la tenga? Sacudo de nuevo la cabeza y evito esos pensamientos. No puedo estar celosa. No puedo. Con rabia me pongo unos calcetines y me dirijo a la cocina. Veo que se ha cambiado mientras yo estaba en la ducha. Escucho como canta bajito "Couting Stars" y no lo hace mal. Sonrío mientras le observo.

Risk (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora