Capitulo 52

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PENÚLTIMO CAPÍTULO

Debo admitir que el primer día estuvo bien. Pasé todo el tiempo dando vueltas por el edificio, conociendo a directores, periodistas, gente de vestuario, maquillaje y bueno, alguna que otra modelo, incluso hice algunas fotos. Comí en un restaurante cercano y volví de nuevo a la revista, quería que se notara lo ilusionada que estaba. Las horas de la tarde fueron más duras, no paré de dar vueltas, teniendo en cuenta que aún no conocía el sitio, me perdí unas cuantas veces.

Llegué a casa sobre las seis de la tarde, y sorprendentemente, me la encontré vacía. Me tumbé en el sofá, quitándome los zapatos y cogiendo el teléfono, tenía que llamar a mi madre para contarle sobre mi día, también tenía que llamar a Dean, se enfadaría conmigo si no lo hiciese.

Me recosté aún más, apoyando mis pies en la mesa, entonces oí algo caer y me levanté de golpe. Miré a mis pies, una libreta, se había caído una libreta, no sabía por qué había una libreta sobre la mesa del salón, pero la cogí de todas maneras. Estaba abierta por una de las páginas y tenía algo escrito.

"Espero que te haya ido bien tu primer día, esta noche me contarás. He salido a buscar trabajo, necesitamos dinero para alquilar un chalet (ironía), tal vez algún bar quiera una camarera mientras terminó mis estudios. Eso es todo, creo, hasta esta noche.

Teresa."

Me alegré de que al fin se hubiera decidido, sabía que ella quería estudiar magisterio, pero que por una cosa u otra, había tenido que ir dejándolo, aunque ella seguía diciendo que sería profesora algún día, su sueño tendría que esperar por ahora.

Me senté de nuevo en el sofá, buscando a mi madre en la lista de contactos y cuando la encontré, alguien pegó a la puerta. "Genial" pensé.

Solté el móvil sobre la mesa y me levanté malhumorada para ver quién era, abrí la puerta y no pude quedarme más atónita.

- ¿Qué haces aquí?

Carlos no contestó, se quedó mirándome, como si estuviera intentando leer mi pensamiento.

- ¿Qué haces?

- Nada – respondió manteniendo mi mirada.

- ¿Puedes ahora responder mi primera pregunta?

- ¿Cuál? - rodé los ojos frustrada.

- Eres insufrible, ¿Qué quieres?

- Me he enterado de que ya no estás en el estudio - ¡vaya! La primera frase completa que hacía - ¿Qué tal tu nuevo trabajo?

- Bien, aunque no sé porque te importa.

- Somos amigos.

Me reí, intente aguantarlo pero no pude, Carlos me miró confundido.

- Tú y yo ¿amigos? – solté otra carcajada.

- Sí, eso dijimos la última vez.

- ¿Y no sabes que pasó después? No, no lo sabes – me apoyé sobre un lado de la puerta, cruzando los brazos – Logan y yo cortamos, sí.

- No lo sabía, lo...

- No, ni se te ocurra decir que lo sientes – llegados a ese punto, estaba empezando a enfadarme – ya sé lo que intentas, y ese jueguecito no va a funcionar conmigo. No me sueltes estaba preocupado por ti, no quería hacerte daño, por culpa de eso terminé haciéndome daño a mí misma, y aún peor a Logan.

Solo su nombre hacía que se me quebrara la voz.

- Logan, el chico al que amaba y al que sigo amando, tú estabas de cara a la puerta, tú viste a Logan venir, por eso me abrazaste, tú querías separarnos a Logan y a mí, ¡enhorabuena! Lo conseguiste, pero ni loca me enamoraría de alguien como tú... además, si se supone que eres mi amigo – pronuncié amigo lentamente, haciendo comillas con mis dedos – me habrías llamado, habrías estado allí como lo estuvieron Sherry y Amber.

Un famoso y yo (Logan Lerman & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora