El avión estaba a punto de aterrizar, el viaje no estuvo tan mal, ya que estuve dormida la mayoría del tiempo, habría seguido durmiendo pero había un chico dos filas más adelante que no paraba de gritar.
Nos bajamos del avión, recogí mis maletas y fui a la puerta del aeropuerto, donde nos recogerían para llevarnos a los apartamentos, al que sería mi hogar por mucho tiempo.
Cuando llegué a la puerta encontré a un chico, él también esperaba, me puse al lado de él, pero no se dio cuenta porque estaba escuchando música con los cascos. El chico tenía el pelo negro, ojos marrones, piel clara, pero no demasiado, era delgado y medía más o menos como yo. Poco después me vio y se quitó los cascos.
- Hola ¿Tu también estás esperando?
- Sí – dije con timidez – ¿Tú estás aquí por la beca de fotografía?
- Sí, aluciné cuando me lo dijeron.
- Yo también, por cierto soy ___, de Londres.
- Yo soy Carlos de Liverpool.
- Encantada – él me extendió la mano y yo al verlo también lo hice y justo en ese momento llegó una chica por detrás.
- Hola – dijo la chica - ¿Venís por las becas?
- Sí – contesté yo.
- Ah bien, soy Alana, yo también vengo por las becas.
- Yo soy ___.
- Yo Carlos.
Entonces nos quedamos en silencio y llegaron dos hombres con un coche, se pararon delante de nosotros, miraron un papel y después se bajaron del coche, uno de ellos cogió una de mis maletas y la metió en el maletero, después cogió la maleta de Alana y la puso sobre la mía, entonces el otro hombre salió del coche.
- Hola chicos, vosotros sois Alana, ___ y Carlos ¿verdad?
- Sí – dijimos los tres a la vez.
- Bien, pues montaros en el coche, yo soy James y él es Mark, nosotros os vamos a enseñar la ciudad y todo en general, ahora os llevaremos a vuestros apartamentos para que deshagáis las maletas y descanséis, y mañana ya os enseñaremos la ciudad y el estudio de fotografía donde trabajaréis.
Mark nos abrió la puerta e hizo un movimiento con la mano para que entráramos, Alana no se lo pensó dos veces y entró, parecía una chica muy atrevida, sin miedo, sin vergüenza. Después Carlos me dijo que entrara y yo acepté. Al entrar en el coche Alana me sonrió y yo a ella también, Carlos se sentó y me empujó para que me acercara a Alana, entonces James y Mark se metieron en el coche.
- Bueno allá vamos, como ya os ha dicho James, o espero que lo haya hecho, vamos a ir a vuestros apartamentos – dijo a la vez que arrancaba el coche – Os preguntaréis por los otros dos compañeros que tenían que llegar, pues veréis, uno llegó hace dos horas, se llama Nathan, y esta noche debería llegar Amber.
- ¿Los apartamentos son individuales, verdad? ¿Ah, y están cerca del estudio es que por las mañanas no me gusta pasear? – preguntó Alana.
- Sí son individuales, ya que son bastante pequeños, y bueno sí, está cerca, no es un gran paseo – contestó James riendo al final de la frase.
El resto del viaje fue silencioso, nos limitamos a mirar por las ventanillas, aquella ciudad era enorme, pasamos por un montón de enormes avenidas y vimos un montón de escaparates con luces y colores llamativos. Después nos metimos en un barrio, me recordó a mi barrio de las afueras de Londres, y en nada estábamos ya en los apartamentos, era un edificio lleno de apartamentos, a mí me tocó en la segunda planta, como a Nathan y Alana, en cambio Carlos y Amber estaban en la tercera.
Nos dieron una pequeña charla y al fin pudimos subir a nuestros apartamentos, Carlos, Alana y yo estábamos encantados, aún estábamos flipando, teníamos unas ganas de ver el estudio al día siguiente. Alana y yo nos bajamos del ascensor y Carlos se despidió de nosotras, ambas andamos por el pasillo, nuestros apartamentos estaban enfrente, ambas nos despedimos y cuando iba a entrar ya en mi futuro hogar, salió un chico rubio de ojos verdes, era bastante alto y muy atractivo.
- Hola, no he podido evitar escucharos, yo soy Nathan.
- Yo Alana y ella ___ – dijo Alana señalándome.
- Un honor conoceros, nos vemos mañana – dijo a modo de despedida.
- Sí nos vemos mañana – se despidió Alana, entonces Nathan cerró la puerta y Alana y yo nos quedamos mirándonos – Pero que monada.
- Sí, es bastante mono – dije y me di la vuelta.
- Solo mono… es guapísimo, es perfecto, me ha mirado de una forma… me ha querido mandar una señal, si es eso, me ama, nos casaremos y tendremos hijos, y los llamaremos Jacob y Sophia… - Alana hablaba casi sin respirar, poniendo cara de loca.
- ¡Eh! Frena, lo acabas de conocer, no te puedes haber enamorado ya y él tampoco.
- Ha sido un amor a primera vista… - suspiró ella.
- Yo no creo en eso, más bien, eso no existe.
- Claro que sí, mira Romeo y Julieta, fue verse y supieron que eran uno para el otro como Nathan y yo.
- Eso es una obra, nada más – dije y entré en mi apartamento cerrando la puerta con un portazo.
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Un famoso y yo (Logan Lerman & tu)
FanfictionUn simple detalle te puede cambiar la vida, ____ sueña con ser fotógrafa, un día consigue una beca para trabajar en los Ángeles, a partir de ahí su vida cambia por completo, nuevos amigos, nuevo hogar... Pensaba que ya no podía pasar nada más, hasta...