Miro a Dani de reojo, mientras me limpio el sudor de mis manos en mi bañador por quinta vez ya.
-Joder.-murmuro sentándome a su lado.
-¿Qué te pasa?-levanta la mirada del móvil centrándola en mis nerviosos movimientos.-Tio, relájate.
-Tengo miedo.-admito en un susurro.-No quiero que me odie.
Levanta las cejas y segundos después estalla a carcajadas.
-Te lo dije.-se burla intentando dejar de reír.-Te dije que te estaba empezando a gustar.
-Eso es mentira.-lo miro mal.
-No lo es.-canturrea divertido y le doy un suave puñetazo.-Au.-se queja y me mira esta vez algo serio.-Jesús tío, no puedes negarme lo que veo con mis propios ojos.
-No ves nada.-gruño comenzando a enfadarme.-Porque no hay nada.
-Estas preocupado de cojones por si se enfada.-me aclara y niego con la cabeza.-No digas que no porque es que si.-suspiro.-¿Por qué no admites de una vez que esa chica te llama la atención como jamás alguien lo había echo?
Me pienso que contestarle pero justamente suena el timbre y veo cómo sonríe al verme tragar saliva.
-No puedes mentirme.-tararea andando hacia la puerta.
Segundos después veo a Elena y a Kaila aparecer con una sonrisa que las hacen más bonitas de lo que ya lo son y se acercan a mi divertidas.
-Buenos días.-canturrea mi mejor amiga y la saludo con un beso en la mejilla.
-Hola.-me mira Kaila, acercándose a mi para darme día besos.
-Eh...-trago saliva mirando a Mi hermano, que le susurra algo a Elena y luego me mira sorprendida.-Tengo que hablar contigo.
Kaila frunce el ceño y se sienta en el sofá, esperando ansiosa a que hable, y gracias a dios, mi hermano y mi amiga nos dejan solos.
-No quiero que te enfades.-le digo antes de que lo haga.-A ver cómo te digo yo esto...
-Empieza.-dice sería cruzándose de brazos, intimidándome bastante.-Venga.
-Ayer te llevé a la cama y...-me rasco la nuca.-Ví unas cartas donde ponía mi nombre..
-No me jodas Jesús.-se levanta mirándome sorprendida.-¿Las has leído?
Trago saliva intentando descifrar que se pasa por su cabeza ahora mismo y me muerdo el labio agachando la cabeza.
-Solo una.-susurro nervioso.-Pero fue por tentación, yo...
-Joder.-murmura.-Que vergüenza.-mira al suelo.-Ahora que mi vida ha cambiado tanto no quería dártelas, ¿sabes?-asiento dudoso.-Ahora ya no voy a verte como un simple ídolo, ni tú a mí como una fan, no tiene sentido que leas esas cartas.-suspira y trago saliva algo más tranquilo porque se lo está tomando bastante bien.-Y sobre todo, si acabas de leerlas...-sonríe un poco.-No te creas nada, que las escribí cuando estaba loca por ti.
Me sorprende tanto su sinceridad que no me creo que de verdad queden chicas así. No le importa perder su orgullo, ella siempre te será sincera, admitirá cosas que jamás alguna admitiría y eso creíais o no es como un soplo de aire fresco en nuestra vida.
-¿Me estás diciendo que puedo acabar de leerlas?-me muerdo el labio y ella asiente sonrojada.
-Solo si luego no me echas en cara todo lo que pone ahí.-se ríe y la abrazo sin que se lo espere.
Me sigue el abrazo algo tímida y esas pequeñas cosas son la que la hacen diferente de las demás.
Lo que hace que de verdad me encante.
ESTÁS LEYENDO
Eres el punto débil que me hace fuerte.{Gemeliers}
FanficQuizás solo se trate de encontrar a quién te sigue mirando cuando tu cierras los ojos.