XXXIII

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Intento pensar de nuevo en la increíble noche que tuve ayer pero los gritos del piso de abajo no me dejan.
Me acurruco contra la almohada y con esta me tapo la cara. ¿Por qué justo cuando todo iba más que bien algo tenía que pasar? Es verdad eso que dicen de que lo bueno dura poco.

Oigo la puerta abrirse y las gemelas aparecen con una mueca de preocupación, se sientan en mi cama y me miran con una cierta cara de pena.

-¿Qué les pasa?-susurra Elena con miedo y me encojo de hombros bastante preocupada.
Si mi madre y Juan discuten y acaban divorciándose, todo el sueño en el que vivo se irá a la mierda a la velocidad de la luz.

Ambas nos quedamos en silencio un buen rato, sin saber qué decir o que hacer.

-Esperaros aquí.-susurro y me levanto decidida. Bajo las escaleras poco a poco y sin hacer ruido, y me asomo un poco por la puerta.

Juan da vueltas resoplando y mi madre está sentada en  el sofá de espaldas a mi, por lo que no puedo verle la cara.

-¿Cómo has sido capaz?-oigo la voz indignada de la rubia y cojo aire sin ser oída.-Y lo peor de todo, es, ¿cómo se lo decimos?

Derramo una lagrima sin querer y doy un paso para atrás no muy convencida.

-Me preocupa Kaila.-susurra la grave voz de Juan.-Está muy unida a este sitio.

-No tienes ni idea de lo feliz que ha sido aquí.-suspiro mi madre.-Al menos eso me saco de todo esto.

-Cariño...-suspira.

-No me vuelvas a llamar así.-le corta mi madre.-Aremos como si nada ha pasado hasta que tengamos todos los papeles del divorcio.-suspira con dureza.-Y por supuesto, tú duermes aquí.

Me doy la vuelta y salgo corriendo hacia el cuarto de baño, donde me encierro sin que nadie me oiga para estar tranquila.

Me escurro por la pared y apoyo mi cabeza en mis rodillas para llorar tranquila. A penas son las dos de la mañana, pero esta noche va a ser la más larga de mi vida.
¿Divorcio? ¿Qué demonios a pasado? ¿Qué pasará con las gemelas? Joder, ellas se han convertido en un pilar fundamental en mi vida. ¿Y mis Oviedo? Espero que mi madre no haga una tontería y que por lo menos podamos seguir en contacto, por qué joder no sabría lo que hacer.

-Cariño.-oigo detrás de la puerta y tragó saliva quitándome las lágrimas rápidamente.-Se que lo has escuchado todo, si quieres mañana te lo explico, pero por favor no le digas nada a las chicas.

*********

Miro a Kaila preocupado, las chicas ya me han dicho que está muy rara desde anoche y no puedo parar de pensar que yo hice algo que le dolió la otra noche.
Pero joder, la trate como una princesa, por qué se lo merece, cenemos chino, de postre fresas y luego lo hicimos por primera vez al lado del fuego. Sin duda fue una noche mágica y creo que por esto último está más que preocupada.

Me acerco a ella y me sonríe de lado, relajándome un poco.

-¿Qué te pasa?-susurro para que solo ella me oiga y se encoge de hombros algo nerviosa.-¿Es por mi?

-¿Eres tonto?-se ríe y sonrío atrayéndole a mi.-Eres el mejor, no es por ti, tranquilo.-bufa y me mira fijamente a los ojos.-Solo es que estoy preocupada por mi madre y Juan.

-Tranquila, seguro que ya estarán bien.-le animo pero niega con la cabeza cansada.

Me lo contó todo ayer, pero sé que se puede arreglar. Tengo esa esperanza.

Supongo que os lo imaginaréis, la misma historia de siempre, nuevos protagonistas. Si, Juan y su secretaria se enrollaron en la cena de empresa y según él, iban borrachos. La madre de Kaila los descubrió gracias a una amiga que le envió una foto. Parece la adolescencia en estado puro, quizás nunca acabamos de salir de esa etapa.

-¿Bueno, y que vamos a hacer el miércoles por nuestro cumpleaños?-habla Dani, que estaba hablando tranquilamente con su chica.-Los diecisiete hay que celebrarlos bien.

-Para el carro guapearas.-habla Miriam sonriendo divertida.-Ya llevamos organizando algo nosotras, así que ni se os ocurra hacer planes.

Asiento sonriente y miro de nuevo a mi chica, que sonríe débilmente con una mueca de preocupación.

Le abrazo con fuerza, sé que lo necesita, y quizás yo también.

¿Os imaginas que llegan a divorciarse y por alguna razón que no puedo ni siquiera imaginar me separan de Kaila?
No podría vivir.
Más bien no quiero vivir sin ella, por qué joder, me llena la vida de felicidad.

-Bueno.-habla Elena mirando de la misma forma que yo a Kaila.-¿Y qué hacemos ahora?

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¡Hola guapas!  No quiero que me matéis pero el capítulo siguiente será el final. Y luego haré prólogo, nada de segundas temporadas. Intentaré acabarla y subir capítulo cuanto antes porque así para el sábado a lo mejor tengo sorpresa por los 2 años. !Ay que nervios! También deciros que la novela de "No me digas te quiero, quiéreme" también está apunto de acabar, y puede que penséis que las estoy intentando acabar cuanto antes pero es que mi cabeza no da para más y eso que una novela se parezca a la Biblia tampoco me gusta.

Bueno eso, ¡un beso y que os quiero mucho! Espero que os este gustando y ya sabéis, si tenéis alguna duda no dudéis (jajaja) en hablarme por direct🤘🏾🤘🏾🤘🏾☺️☺️❤️❤️❤️❤️❤️👅🤘🏿🤘🏿🤘🏿🤘🏽👅👅👅

Eres el punto débil que me hace fuerte.{Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora