Capítulo 13

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Algo sobre la comunicación, los medios y como enganchar al público, o eso era lo que escuchaba decir a la profesora. La veía hablar y de vez en cuando anotar algo en el pizarrón pero mi cabeza no estaba en la clase en esos momentos. Estaba ansioso y se notaba perfectamente por el tic que tenía en la pierna la cual me temblaba sin poder controlarla y por como golpeaba rápida y repetidamente el lápiz en mi mano con el borde de la mesa. En un momento vi a la profesora mirarme y decirme algo, la escuché pero no retuve la información, salí sólo de mi trance cuando una patada a mi pupitre lo hizo deslizar hacia delante unos cuantos centímetros.

-¡Kim por favor! –reprochó a quien estaba a tras mío, ese Ravi – Y tú, Kim...-ahora sí se dirigía a mí - ¿No estabas prestando atención?

-Claro que sí – me enderecé en mi asiento.

-Dime entonces de qué hablaba.

-Uhmm... ¿Comunicación?

-¿Me lo dices o me lo preguntas?

Escuché unas risas provenientes del fondo del salón.

-Se lo digo.

-Si no te interesa la clase te doy permiso para que salgas, no quiero holgazanes a los que no les interesa lo que digo, me parece que es una falta de respeto.

-Lo siento mucho – bajé la mirada apenado. Sí que me sentía como un tonto y más porque los idiotas de mi clase sólo esperaban a que yo hiciera alguna equivocación para reírse de mí.

Atendí a la clase para que la profesora no volviera a llamarme la atención pero lo cierto es que no dejaba de pensar en Jaehyo. Desde el sábado en la noche no se había conectado y me quedé muy preocupado por lo que le pudiera estar pasando ya que me dijo que no estaba bien y también me preocupaba lo que estuviera pensando de mí al no haber esta allí para él; si supiera que casi me acuesto con Song Mi. Y hablando de ella, sí que ha sido incómodo toparnos en el pasillo y cafetería, ella me ignora como si no me conociera porque debe sentirse avergonzada y arrepentida por lo que hizo; yo también me siento así, de verdad no sé que me pasó esa noche, no pensé que sería capaz de comportarme así. Creo que ya mis hormonas se están alborotando y piden de ese necesario contacto íntimo, pero debo tener cuidado, aunque no creo que algo así vuelva a suceder.

Me dirigí a la cafetería, me detuve en la puerta al ver que en una mesa al fondo H.I estaba sentado junto a Ravi y maldije por dentro al no haber otro lugar donde pudiera comprar algo para comer; podía ir al pequeño centro comercial que queda cerca pero la flojera me gana. Esperando que no me viera, me escondí hasta llegar al puesto de comida, tan sólo me pedí un batido de frutas para que fuera más rápido y enseguida que me lo dieron, choqué con un cuerpo robusto y alto cuando me di la vuelta para irme ¿Quién más si no H.I? Éste me miraba con esa soberbia de siempre. Inmediatamente aparté mi atención de él y quise seguir mi camino pero me rodeó los hombros con un brazo y comenzó a andar llevándome con él en dirección a su mesa. Yo no dije ni hice nada, sólo apretaba el vaso del batido en mi mano como si intentara buscar seguridad al hacer eso.

-Mi querido tonto Yu Kwon ¿Por qué te ibas? Tenemos tiempo que no conversamos – llegamos a la mesa y me hizo sentarme. Yo obedecí y entre él y Ravi me aplastaron como si yo fuese el relleno de un sándwich – Sabes, últimamente he visto que andas muy cercano a Song Mi y ella hasta te ha ayudado mientras tenías la pata mala.

-Ella sólo estaba siendo amable – contesté en voz baja pero lo suficientemente alto como para que escuchara.

-Tal vez – ladeó la cabeza con fuerza haciendo sonar sus huesos – Pero sabes, el sábado me comentaron que la vieron llegar a la hermandad en un auto, estaba bien vestida por lo que se podría asumir que tenía una cita – volvió a rodearme los hombros con su enorme brazo y me obligó a mirarle a la cara, su aspecto era sombrío y comencé a ponerme aún más nervioso de lo que estaba – No habrás sido tú el dueño de ese auto ¿Verdad?

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