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Son las 3 de la tarde, ha sido un día bastante aburrido como todos los domingos, me la he pasado todo el día tirada sobre mi cama viendo cualquier película que se me aparezca, maria ha estado conmigo todo el día, bueno primero hizo el oficio de la casa y después trajo comida y se puso a ver películas conmigo, me estoy quedando casi dormida cuando me llega un texto

<Alex: hola rara ok'no
Solo quería recordarte que pasare por ti a las 6, ah y ponte elegante, te tengo una
Sorpresa>

¿ponte elegante? Que quiso decir con eso, bueno me lo de linda, bueno no, haré lo que pueda. Maria y yo pedimos dos ensaladas de frutas con helado a domicilio, pasamos un gran rato comiendo y jugando, miro mi reloj y son las 5:00 oh no, me levanto de golpe, me ducho, me pongo un vestido rojo suelto que encontré en el armario de mamá, por cierto me queda perfecto y los zapatos plateados de la otra vez, voy hasta donde esta mamá, se me había olvidado decirle, ahora falta que me deje arreglada

-huy para donde vas niña-dice mirándome de pies a cabeza

-mamá, saldré con alex-

-ehh...-

-vamos mamá- hago un berrinche

-esta bien, como no te deje ir a lo de Santiago el viernes y me obedeciste te debate salir con ese tal alex- maria esta allí con nosotras y me mira con una cara de cómplice, ay mamá si tan solo supieras que fui y hice mas que bailar, bueno, por poco.

-gracias mamá- la abrazo cariñosamente

-ven, terminaré de arreglarte- mamá me lleva a su tocador, me pone un poco de maquillaje (y por poco me refiero a mucho, bueno lo necesario para dejarme bonita) y con un rizador acomoda mi cabello dejando mis crespitos mucho mas definidos y lindos.

-luces radiante- me dice y me abraza

-ya mamá- en la calle suena un auto

-ANAAA LLEGARON POR TI- grita maria desde la cocina

-ya ve pequeña- mamá me besa la frente tiernamente y hace que se me encoja el corazón, casi nunca la veo así tan cariñosa conmigo.

Voy saliendo cuando oigo un pequeño chillido, me devuelvo y me doy cuenta que acabo de pisar a matiu con mi gran zapato, lo tomo en mis brazos y lo acaricio suavemente. Así como cuando te sientes el ser mas miserable y despiadado por pisarle la pata a tu pequeña mascota, bueno así.

-ya vete- me dice maria quitándome a matiu de los brazos

-estas muy bonita-

Salgo y veo un descapotable negro, me asombro un poco y trato de mirar a mi alrededor buscando a Alex, ese no puede ser su auto, busco un pequeño auto, un deportivo, un ford, yo que se, algo mas común, me pitan desde el descapotable y veo a Alex bajarse, por dios luce increíble, lleva una camisa corta blanca, unos pantalones grises y unos zapatos elegantes negros, lleva su cabello alborotado hacia a un lado, yo me muerdo el labio de tan solo mirarlo, podía quedarme aquí a contemplarlo todo el día, incluso podría pasar toda la vida aquí contemplandole, mi dios griego.

- luces preciosa- me dice sacándole bruscamente de mis pensamientos

-ah... Hola- le digo ¿que? No se que mas decir

-nos vamos?- pregunta y me toma de gancho, yo asiento, caminamos hasta su auto, me abre la puerta muy caballeroso y luego se pone en su lugar, se inclina hasta quedar muy cerca a mi, veo sus sexys labios y no se si desee besarlo, pero de pronto el recuerdo de Santiago invade mi mente, por dios es como si estuviera traicionando a mi precioso niño, así que lo empujo con mis manos algo fastidiada, noto que Alex solo me estaba poniendo el cinturón de seguridad pero al parecer estaba aprovechando el momento, el auto arranca, y todo esta muy silencioso noto que el día ya ha oscurecido y en silencio me dispongo a admirar su belleza, veo la luna y no puedo evitar pensar en Santiago ¡maldita sea! No es un buen momento para tenerlo en mi mente pero se me es inevitable no pensarle, ya se ha ido Ana, te dejo, me dice mi yo interior, ella siempre tiene razón.

Llegamos a un gran restaurante con una gran letrero, al parecer se llama pasiones y debajo dice ristaurante italiano, Alex se baja y me abre la puerta, le pasa las llaves al señor que se encuentra en la entrada para que lo guarde, por sierto el señor lleva un traje muy elegante, entramos y el lugar es mas grande de lo que pensé. Hay unas 4 lamparas colgando del techo muy elegantes y grandes, las mesas son en una madera muy clásica, las sillas son como en muebles, en el centro del restaurante ay un gran jarrón de flores blancas, y en la esquina del restaurante ay como una especie de bar en madera, todo el lugar esta lleno de cuadros decorativos y lamparas, los empleados están muy elegantes al igual que los clientes.

Alex y yo entramos y nos sentamos, estoy muy asombrada por todo esto, cualquier chica en mi lugar estaría feliz y dichosa de andar con el chico rico en lugares elegantes, pero la verdad estoy muy incomoda aquí, no tengo ni idea como actuar ni nada de eso, no puedo darmelas de niña rica cuando en realidad no lo soy, yo preferiría que hubiéramos ido a comer hamburguesas, pizza o cosas así, algo sencillo, allí si puedo actuar natural, pero aquí, supongo que Alex piensa que soy de esas chicas ambiciosas que cuando se enteran que el chico tiene dinero quieren hacer de todo para estar con el- suspiro- que equivocado estas Alex, si supieras que tu y todo tu dinero se pueden ir a la verga.





yo soy la chica rara :3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora