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Santiago me toma con sus fuertes brazos y me levanta, yo me sostengo de su cuello y oculto mi rara junto a su pecho, en silencio y cargándome me lleva hasta un auto, ¿desde cuando tiene auto? Me sube a la parte del auto donde van los pasajeros, me acuesta allí, luego se sube al volante, enciende el carro y empieza a manejar, yo me volteo de todas las formas posibles buscando comodidad, hasta que me quedo mirando al techo con una mano arriba y la otra fuera del asiento y saque un pie por la ventana, por cierto me quite los zapatos y me quede en medias.

-vaya que estas cómoda mostruita-

-gracias-río.

-porque?- me dice

-por lo que hicisteis allí, de verdad gracias-

-solo estaba cuidando lo que es mio- dice y puedo sentir como sonrie.

-desde cuando me tomas como un objeto tuyo?-

-desde que empecé a quererte, y no eres mi objeto, ni te atrevas a pensar eso, solo te protejo- hace que mis mejillas se pongan rojas y brote una sonrisa de mis labios.

-porque me protejes?- ¿que? No me juzguen no sabia que decir, acepto que me quiere y eso me hace muy feliz después de todo lo que ha pasado

-¿protejes las cosas que quieres no? No por obligación, si no que lo sientes como si fuera tu necesidad- me quiere, lo ha dicho dos veces, después de un rato de silencio y camino recorrido, empieza a llover y Santiago para en un lugar a tomar un café, el sitio es muy agradable y lindo, termino mi café, y Santiago bebé un capuchino, tomo mi saco de fin y jake que esta en mi mochila y me lo pongo, recuerdo que le había robado unos cigarrillos a Alex, salgo y prendo uno, inhaló y exhaló el humo del cigarrillo mientras veo las hermosas gotas de lluvia caer.

-cogiste los vicios del imbécil ese- me dice Santiago quien llega desprevenidamente detrás de mi

-yo los tome sola, de algún modo me hace sentir mejor-

-dame eso-

-no-

-!DAME ESO ANA!-

-shhh, no grites, y no eres mi padre- Santiago hace un movimiento rápido, me toma de la mano fuerte, tira el cigarrillo al suelo y lo pisa

-esa mierda acabara contigo-

-si no lo hacen los vacíos primero- suspiro- vámonos.

-te sacaré de allí, tu sabes a lo que me refiero- me dice y me abraza fuerte y una corriente recorre todo mi ser.

Santiago me lleva a casa, ya ha oscurecido un poco y yo no hago mas que pensar en lo que me dirá mamá, me regañara terrible lo se, llegamos a casa y yo lo invito a pasar, pero después de un rato decidimos quedarnos afuera de mi casa a hablar, vaya la falta que me hacia este hombre

-te extrañe rara- me acaricia la mejilla

-se noto bastante- le digo y me hago la enojada

-Ana, sabes que siempre quise hablar contigo pero tu no-

-como voy a querer hablar contigo, si me dejaste sola, como lo hace todo el mundo-

-no lo volveré a hacer, lo prometo- me dice y me abraza, luego toma mis manos cálidamente con las suyas, y una corriente eléctrica me recorre todo el cuerpo, parece que el tiempo se ha paralizado, Santiago se va acercando, cada ves mas hasta que queda solo a unos centímetros de mi boca, siento su respiración y el la mía, respiro profundo y cierro los ojos esperando que sus labios por fin después de tanto tiempo se roncen con los mios.

-donde andabas señorita- mamá sale furiosa de la casa y nos interrumpe el hermoso momento

-ehh...- tartamudeo no se que decir

-doña elena mil disculpas, yo la recogí después del colegio y la invite a dar una vuelta, no tuvimos en cuenta el tiempo, lo siento-

-Santiago cuando llegaste, estas muy guapo- mamá se acerca a el, aceptando sus disculpas, puedo notar como Santiago se sonroja ante el comentario de mamá

-esta bien, te acepto la escusa si aceptas quedarte a cenar- agradecele a tu mamá que te esta ayudando me dice mi yo interior alabando a mamá y la verdad si tengo que agradecerle

-esta bien doña elena- dice Santiago un poco avergonzado

-los espero adentro- dice mamá y se entra a la casa

-gracias, gracias- le digo a Santiago

-tendrás que recompensarme- me dice y me besa suavemente, y yo siento miles de explosiones en mi estomago, siento una lluvia de fuegos artificiales sobre mi, y el, el es el causante de todas estas sensaciones.

Cuando terminamos de besarnos, recuperamos el aire que nos hacia falta, mis manos estaban súper heladas y temblorosas, Santiago me mira fijamente y yo intento jugar con su mirada, después de un momento soy la primera que caigo, bajo mi mirada, luego lo abrazo rodeando su espalda con mis brazos y mientras estoy recostada en su pecho sonrió, hacia tiempo no me sentía tan feliz por besar a alguien, o simplemente por mirarlo.

Santiago y yo cenamos junto a mamá la cual se ve muy contenta por ver a alguien que no sea sophia conmigo, siempre me manda a buscar amigos, y ella sabe lo feliz que soy al lado de Santiago, supongo que todos lo saben, se me nota en la cara de estúpida que pongo cuando estoy con el... Después de un rato Santiago se marcha se despedida de mamá y de mi. Y yo duermo plácidamente pensando en todo lo que paso hoy, sin embargo no deja de dolerme el desgraciado de Alex, sin embargo Santiago siempre ha tenido un lugar muy especial en mi, un lugar que no le quitara nada ni nadie.















yo soy la chica rara :3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora