yo soy la chica rara :3

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Despierto, ya es de día, sophia esta acostada a mi lado, durmiendo, me siento sobre la cama intentando olvidar el dolor que siento, pero es inevitable, mientras estoy sentada en mi cama, miro fijamente la puerta entreabierta de mi cuarto, en medio de mi dolor, espero pacientemente que maria entre por esa puerta como lo hacia todos los días, quiero que entre y se arroje encima mio, quiero que volvamos a jugar debajo de la cama, quiero que me despierte y hagamos una gran marcha musical por toda la casa, pero a quien engaño ya no esta y la verdad no lo estará mas, caigo en mi propia desesperación me acurruque en la misma posición que estaba, agache mi cabeza por mis rodillas y llore desconsoladamente, el solo saber que estoy esperando a alguien que ya no vendrá me hace sentir impotente, podría quedarme aquí horas, días, meses y incluso años contemplando la maldita puerta, viendo como la vida pasa, y ella no regresa.

-tienes que ser fuerte mi pequeña niña- me dijo sophia que recien se levantaba

- es imposible ser fuerte, sabes? No quiero salir de mi cama, no quiero comer, simplemente no quiero vivir, quiero quedarme aquí acostada mirando al techo y esperar que la vida pase, sin mi.- le digo sin aliento, su mirada es como la de un doctor cuidando un enfermo terminal, sabe que morirá, y que esta sin aliento, pero sin embargo lo mira como si todo fuera a ponerse bien, aunque no sea así.

- Ana, no soy buena para estas cosas, no se como consolar a nadie, ni siquiera se como consolarme a mi misma, pero sabes que estaré para ti cuando necesites, siempre, no importa lo que pase- dice y me abraza, enserio eso ayudo a calmarme.

-¿!PORQUE DIOS MIO!? ¿PORQUE? AHHH- oímos unos gritos que venían de afuera, al parecer quien gritaba no paraba de llorar, sophia y yo corrimos a mirar fuera de la ventana y para mi impresión, ¡era mamá!, estaba acurrucada boca abajo, tirada en el anden, no paraba de gritar y llorar, su dolor se podía reflejar en cualquiera que la estuviera viendo en ese momento, verla asi me partió el corazón en pedazos, entre al baño y por mas que quisiera llorar no podía, debía ser fuerte, por mamá. Me limpie las lágrimas, no puedo permitir que mamá me vea destrozada, en estos momentos ella necesita mas consuelo que todos.

-¡MARIA! ¡TE ESTOY ESPERANDO! ¿PORQUE NO LLEGAS?- gritaba mamá, su cara era de una tristeza adsoluta, pero mas que tristeza era dolor, el mismo dolor que yo sentía, ese que se te va comiendo el alma por pedacitos, ese que se refleja ante la ausencia de alguien muy querido, Maria.

Las vecinas amigas de mamá la ayudaron, le dieron unas pastas pare dormir y eso la dopo por unas horas

(...)

Son las 3:00 pm, me he bañado, y arreglado lo mejor que puedo, pues se que a Maria no le gustaba verme mal y mucho menos por su culpa, me puse un vestido caído negro y me he recogido el cabello (cosa que nunca hago), llevo unas sandalias blancas y varias pulseras, no llevó nada de maquillaje, aunque tengo los pómulos un poco hinchados de tanto llorar. Unos tíos que han llegado de lejos, nos llevan en carro a mamá, papá y a mi, al velorio de maria, hay muchísima gente, cosa que se me hace rara pues ella era muy tímida y antisocial para el resto del mundo.

Durante un tiempo muchos primos mios que han viajado de todas partes se acercan al ataúd y hacen todo tipo de escenas dramáticas, yo mantengo mi espacio, estoy sentada sola, calmada, resignada. Yo solo miro el espectáculo que hacen mis primos, mientras la tristeza y el dolor me carcomen por dentro, dejando un vacío inmenso en mi interior, necesito desahogarme de alguna forma, al menos por mientras ellos se alejen del ataúd. Saco mi celular y escribo el siguiente post en mi red social...

"Maria
Una gran mujer, estas conmigo desde que tengo memoria, mas que una tía fuiste mi nana, mi mejor amiga, mi confidente, sabias todo de mi, eras mi segunda mamá, al menos siempre lo tome así,y te amo y te amare para siempre, que Dios haya decidido llevarte de un momento a otro no quiere decir que nos vamos a separar, al menos no para siempre, siento un gran vacío en mi, todavía parece mentira mi maria, te quedo mucha vida por delante, quiero que sepas desde lo mas alto del cielo, donde se que estas que te amo muchísimo"

Siempre me pareció muy estúpida la gente que publicaba sus problemas y eso pues ¿a nadie le importa? ¿no? Pero esta vez sentí la necesidad de escribir lo que sentía.

-¿y Alex?- me dice sophia que esta sentada junto a mi, al parecer intenta sacarme de mis pensamientos depresivos, ella dice que los que mas piensan son los que mas sufren, los que sufren en silencio, y es verdad.

-yo tenia la esperanza de que viniera, al menos por educación. Pero no- le digo, veo que mis primos ya se han alejado y el ataúd se encuentra solo, respiro profundo, me levanto y camino decidida hacia el, al llegar la veo y mi ser se entristece por completo, lleva el cabello esponjado hacia adelante, una blusa azul opaco y un jean, sin mentirles es un poco gracioso, pero al parecer la caja le quedaba grande, yo les aseguro que hasta donde le quedaban los pies, sobraba una buena parte. Lleva los ojos cerrados y las manos en el pecho, parece un ángel, mi ángel.

-me dejaste sola- una lágrima se escapa de mis ojos que están llenos de lágrimas- dijiste que no lo harías- mi voz tiembla y se me es difícil hablar, las lágrimas no dejan de caer y yo no quiero parar- dijiste que me llevarlas ¿y mirate ahora?- hago una seña con las manos- fue muy egoísta de tu parte, morir y ya, ¿no pensaste en el daño que nos harias? ¿sabes? Yo también quisiera hacerlo, morirme y ya, adiós problemas, pero me duelen mis padres y sophia solo eso, ¡maldita sea! ¡PORQUE TE MORISTE!- Grito y entro en shock, quería mandar todo al carajo, quería irme yo también, todo me da vueltas y me duele la cabeza, veo borroso, también veo como grito con el ataúd y todos me miran desconcertados, veo como no dejo de llorar y mi cuerpo se ve exhausto, veo que papá llega con uno de mis tíos que es doctor, me toman y me aplican una Inyección en el brazo derecho,me sostengo en los brazos de papá mientras caigo.