Phantom

Capítulo XX: Adiós al Ángel

La gran reaparición de Christine fue motivo de júbilo y alegría para todos en el grupo de teatro, los ensayos continuaron como si ella jamás se hubiera ido. El director volvió a centrar toda su atención en la joven soprano, dejándome nuevamente con mi papel secundario, pero nada de eso me importaba. Había vuelto a los sótanos. Había visto a Erik, nada podría deprimirme. Además mi viejo violín había aparecido mágicamente en mi habitación, no había confrontado a mi Fantasma sobre aquello; salir de la Academia y meterse en casa de mis padres no era para nada algo de mi agrado, sin embargo, el instrumento me hacía recordar gratos momentos de mi infancia.

Al final del ensayo de aquel día, no podía sentirme más satisfecha conmigo misma, a pesar de que en las clases mis notas seguían siendo las mismas, había avanzado mucho en cuanto a mi expresión actoral, según el director. Debía admitir que parte de aquella mejora se debió al hecho de personificar a la Musa y enfrentarme a Erik. Si podía enfrentarme a él, podría con cualquier personaje.

Escuché como el director me llamaba antes de salir, por lo que giré a mirarlo.

- ¿Qué ocurre?

- Quería pedirte disculpas; - dijo él – y decirte que te he recomendado para la próxima puesta en escena del Colectivo de la Universidad.

Me quedé en estado de shock. Entrar en el Colectivo de la Universidad era casi imposible.

- Quieren verte mañana a las ocho de la noche en el Teatro de Cámara. Te harán una audición.

- ¡Muchísimas gracias! Yo... No sé que hacer para agradecerle.

- Yo sí. – dijo él. – Da la mejor audición de tu vida.

Dicho esto me dejó marchar.

Al llegar a mi habitación, grité de la emoción, algunas cuantas lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, mi teléfono comenzó a sonar, lo tomé y deslice la pantalla para contestar.

- ¿Hola? – dije al atender

- Me han dicho que audicionaras para el Colectivo de la Universidad. Felicidades. – era Lucas

- Lucas... gracias.

- ¿Sabes? Aunque al parecer he dejado de ser tu mejor amigo, aún me preocupo por ti.

- No dejaste de ser mi mejor amigo.

- No contestas mis mensajes. Me evitas en los pasillos. Entonces supongo que estarás demasiado enamorada de mí. – dijo sarcástico

- Cálmate, Erik.

- ¿Quién? – preguntó molesto

- Nadie.

- ¿Quién es Erik? – preguntó serio.

- Nadie, Lucas.

- ¿Es por él que me ignoras? ¿Es por él que me cambias?

- ¡Lucas!

- Contéstame.

- ¿Cómo sabes sobre la audición? – pregunté queriendo cambiar el rumbo de la conversación

- Te lo dije. Aún me preocupó por ti.

- Lucas...

- Raoul me lo dijo.

- ¿Desde cuando le hablas a Raoul?

- Desde que tú estas con el tal Erik, al parecer.- me quedé muda. ¿Cómo se suponía que debía contestar a eso?