Capítulo XXIX: ...Si uno de ellos está muerto (II)

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Debía de encontrar una manera de contactarme con Erik lo más rápido posible. El director de la Academia comenzó a ponerse un poco paranoico y prácticamente veía a Erik en todos lados. Los guardias pasaban en la Academia las 24 horas del día y sospechaban de todo aquel que pasaba por los pasillos.

Meg y Madame Giry se mantenían al margen de todos los sucesos, más la mujer mayor. Prácticamente ella había criado a Erik y ver toda la histeria colectiva que estaba creando no era nada de orgullo, su hija, por otro lado, lo sufría en silencio. Aquello le afectaba de sobremanera pero no quería que nadie se enterara. Christine intentaba apoyarla. Pero creo que todos sabemos que si una persona afectada intenta ayudar a otra persona afectada las cosas no resultan muy bien. Raoul se había integrado a las rondas de guardia del teatro sin ningún resultado. Toda la Academia comenzaba a hundiré lentamente. Y nadie podía hacer nada para evitarlo.

~*~

Pasaron tres días desde que Meg me había confesado aquel secreto que ponía en peligro a todos en la escuela. Estaba en camino hacia la cafetería para comprar algo comer antes de ir a mi ensayo cuando el teléfono vibró. Lo tomé. Mensaje de Meg.

"Accedió a hablar conmigo. Trataré de terminar con esto."

Literalmente me quedé petrificada y dejé que el celular se resbalara de mis manos y se estrellara en el suelo de cemento. Quienes pasaban a mi lado sólo me miraban confundidos. Una chica se acercó, levantó mi teléfono y me lo tendió mientras preguntaba "¿Estas bien?". No, no estaba bien. Erik había accedido a hablar con Meg. Había decidido salir de su fortaleza. Aferré el aparato y salí corriendo dejando a aquella chica con la palabra en la boca. Si la veía luego, me disculparía.

En esos momentos lo único en lo que podía pensar, más bien en quién, era en él. ¿Dónde se encontraría con Meg? La imagen trasera del teatro me respondió. Corrí hasta la entrada, las puertas estaban abiertas. En el escenario había dos personas, pero no las dos personas que yo esperaba encontrar.

Madame Giry discutía con el director de teatro. Me acerqué a ellos.

- ¡Debe de estar aquí! - gritó la mujer.

- Aquí no ha venido. - le contestó el director.

- ¿Qué ocurre? - la pregunta salió sola de mi boca.

Ambos adultos giraron a mirarme, pude observar el terror en el rostro de Madame Giry, me abrazó y comenzó a llorar.

- Meg no aparece desde ayer. - dijo con ojos llorosos y coz trémula.

- ¿Qué?

- ¿Has sabido algo de ella? - me preguntó el director de teatro haciendo que Madame Giry me soltara poco a poco.

- Ella y yo no somos precisamente amigas. - le respondí.

- Ella te admira mucho. - dijo la madre de la chica desaparecida. - Habla de ti todo el tiempo. Por favor. Si sabes algo. Tengo miedo de que algo malo pueda llegar a pasarle.

- Madame yo...

- ¡NO!

No pude terminar la frase, pues aquel grito grave nos llegó desde el techo, los tres giramos a las vías de tramoyistas para observar lo peor que podía ocurrir en ese momento.

El director de teatro se llevó las manos a la boca para sofocar su grito. Madame Giry cayó al suelo, puede escuchar sus rodillas impactando con la duela de madera, dio el peor grito que yo jamás he escuchado. Yo simplemente entré en alguna especie de trance al ver a la rubia, que hace algunos minutos me había enviado un mensaje, cayendo desde la vía de tramoyas con una soga alrededor de su cuello. Escuché sus vértebras romperse.

La imagen ya era desgarradora, pero lo que derramó todo fue ver a una persona más, allá arriba. Un hombre joven ataviado en una larga carpa y una máscara cubriéndole medio rostro, quien sostenía la soga de la que Meg colgaba. No pude gritar, tampoco ninguna lágrima salió de mis ojos. Sólo ví a Erik arrodillado en la vía, sosteniendo aquella cuerda y mi mundo se vino abajo.

Dirigió su vista hacia abajo, me miró. Murmuró algo parecido a un "Lo siento.". Haló la cuerda y el cuerpo inerte de Meg dio una sacudida.

Tan rápido como pude salir de mi trance, corrí a las escaleras empotradas en una pared y subí sin cuidado, resbalando varias veces, hasta la vía. Corrí a lado de Erik y lo empuje con todas mis fuerzas.

- Vete. - le dije. - Si te ven te arrestaran.

- Pero, Meg... - dijo con voz apagada

- Huye, por favor.

Tomé la cuerda que el sostenía y con cuidado comencé a subir el cuerpo de la chica, en algún momento Erik se había desvanecido de mi vista, pero no por completo, pues comencé a sentir una fuerza extra que jalaba la cuerda.

Las lágrimas llegaron entonces.

~*~

El funeral fue una semana después. El teatro, clausurado. Una tarde lluviosa y gris para todos.

Me mantuve alejada durante todo el servicio, no quería ver a esa chica en aquel estado. Ni a Christine llorando desconsoladamente sobre el hombro de Raoul.

La pequeña Meg, no era justo. Al terminar, cuando sepultaron su ataúd entre kilos de tierra mojada me acerqué a la lápida, donde se leía:

"Meg Giry

1998 -2016

Amada hija. Dedicada bailarina. Dulce hermana. Entrañable amiga."

Suspiré y dejé un ramo de rosas rojas sobre la tierra mojada. Ya casi todos se habían ido, salvo, por supuesto, su madre. Me levanté y me dirigí con Madame Giry.

- Lo lamento mucho. - le dije

- Ella quería irse. -habló mirándome con tristeza. - Jamás pensé que sería así.

No contesté.

- Escuché a muchos decir que no sabían que Meg era hermana de alguien. - le dije después de un rato de silencio.

- Nadie sabe de Erik. - dijo suspirando. - Sólo tú al parecer.

- Me gustaría que no fuera así.- le dije.- Hubiera preferido no haberlo conocido.

- Él te acercó a Meg.

- ¿Y para qué? Para que me encariñara y luego arrebatármela.

Madame Giry no contestó. Ni yo tampoco. Me despedí de ella para regresar a la Academia.

~*~

Aquello dolía y dolía demasiado. Tenía que saber cómo enfrentarlo. Pero lo único que podía pensar era en cómo Erik había podido permitir aquello a su propia hermana. Tomé una linterna de mi escritorio y reuní valor para bajar con él.

Ya sé que hacer con el Q&A. Ustedes pueden comenzar a mandar las preguntas desde ya. Pero primero terminare de publicar los capítulos que faltan. Por lo que el Q&A vendría después de los capítulos y antes del epílogo, sólo si les parece.

Les adjunto una fotos de la escalera del teatro para subir a las vigas y la primera via de tramoyas, la de luces, más bien. Sacar esta última fue un paro cardíaco, creí que la madera se iba a romper y yo a caerme.

¡Comenten!¡Voten! ¿Que les va pareciendo todo hasta ahora?

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