Capítulo 10

331 37 1
                                    

Luego de que se desató una pequeña discusión porque Nathan no sabía quién era Augustus, lo perdoné. En mi defensa tengo que decir que apenas lleva unos días en la Tierra.

Él se subió al sillón poniéndome entre sus piernas, permitiéndome apoyar mi espalda en su pecho, mientras él jugaba con mi cabello. Podrías pensar que es raro porque acabamos de conocernos, pero ahora le tengo confianza.

- Eres cómodo - digo en voz baja

- Ahora imagina esto todos los días a todas horas, sin que nadie nos interrumpa

- No estoy segura de que papá este de acuerdo con la boda Nathan. En realidad ha estado bastante raro desde la mañana

- Seguramente está preocupado por tu salud. Y sobre lo otro... Sky tienes que saber que para mí es muy complicado estar alejado de ti. Es una costumbre que después del toque de unión las parejas vivan juntas, y la razón no es meramente por deseo, es más bien necesidad.

- Lo imaginaba, puedo sentir tu ausencia - digo tristemente

- Debes saber que si a tu papá no le es cómodo que nos casemos aún, entonces podemos irnos a vivir juntos.

- La verdad es que yo tampoco me siento cómoda con la palabra matrimonio, además aunque te dijera que sí, no tenemos en donde vivir. Y déjame decirte que me rehúso a vivir con tu familia, tu mamá es una bruja.

Siento como se estremece de la risa, suelta una carcajada y me aprieta en su pecho.

- Eres tan honesta y perfecta. Primero que nada, Cindy no es precisamente mi mamá, y sobre el lugar... - se queda en silencio. Eso no puede ser bueno

- Te escucho - digo volteando y quedando a horcajadas sobre sus piernas

- Podríamos decir que me tome la libertad de buscar un lugar para nosotros - dice lentamente esperando mi reacción

- ¡¿Compraste una casa?! - Grito y luego me tapo la boca, porque no quiero molestar a papá si está descansando

- Tal vez - dice encogiéndose de hombros

- Nathan Wood, ¿en que estabas pensando? Llevas apenas 4 días aquí.

- Pues sí, pero en el momento que te puse en mi cama después de que te desmayaras tome la decisión. Sabía que Cindy se opondría así que tenía que buscar un lugar para nosotros.

Yo sólo puedo observarlo. De alguna forma su gesto es dulce y se nota que se preocupa por mí pero se siente raro dar este gran paso.

Lo quiero, de una manera complicada, pero matrimonio es una palabra muy grande. No me molesta mi edad, sino el hecho de que no crecí pensando en príncipes azules como las otras niñas, por lo tanto nunca pensé en una familia, ni en una casa con dos niños y un perro como muchos lo hacen. De hecho estaba bastante segura de que me quedaría con papá por siempre, con cinco gatos de acompañantes.

Mi mente tampoco puede evitar pensar en todo lo que conlleva vivir con Nathan. Soy bastante desordenada, me gusta mi espacio, mis pinturas siempre están por todas partes, no soy madrugadora, y tengo horrible aliento en la mañana. ¿Y si no le gusta vivir conmigo? ¿Y si se aburre de mí? ¿Y si le molesta que sea tan silenciosa algunas veces?

También está el tema más difícil para mí. Las parejas casadas se besan, duermen en la misma cama, hacen cosas. Cosas para las que no estoy lista. Es decir, Nathan es todo sexy y puedo jurar que se me cae la baba cuando lo veo, pero...

- Detente un segundo. Para - dice Nathan y ahí es cuando me doy cuenta que seguramente escucho todo mi discurso interno. La vergüenza se instala en toda mi cara. Pero también el alivio, ahora ya sabe mis dudas, no tendré que decirlas en voz alta.

Para quedarme (ÁPERANTI I) #PBMinds2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora