Capítulo 26

188 23 4
                                    


Está con su eterna ropa negra y sus botas de agujetas. No logro percibir qué está pensando pero puedo sospecharlo.

Yo estoy en ropa de deporte, casi un pijama, sin sostén ni zapatos. Kay está a mi lado sólo con pantalón. Hasta ahora me doy cuenta de lo mal que podríamos vernos para los demás. Esa es otra prueba de lo cómoda que me hace estar este hombre. Aunque no es como si realmente me importara. No puedo creer que se atreva a venir ahora.

- ¿Qué haces tú aquí? - pregunta duramente Nathan haciéndome temblar un poco

Parece que Kay está un poco enojado, no sé por qué, así qué interrumpo lo que sea que iba a decir. No quiero empeorarlo.

- Eso mismo me gustaría saber – interrumpo - ¿Por fin terminaste de reencontrarte con Iris?

Traga saliva y me mira implorante. Al diablo, inclino mi barbilla más arriba en desafío. Se fue hace dos días con esa mujer sin curarme ni saber si estaba bien. Ni una llamada pudo dedicarme.

- Prefiero tratar este asunto a solas – dice solemne

Kay entiende el mensaje y sale de la cocina. No me importa la mirada de enojo que me lanza Nathan, yo lo sigo.

Lo encuentro poniéndose los calcetines y botas.

- Gracias – susurro

Me sonríe. Sé que todo está bien entre nosotros y que entiende que no quiero hacer esto más grande de lo que ya es.

- ¿Volverás? – no sé por qué pregunto pero es algo que tenía que dejar salir

Se levanta del sillón totalmente vestido, se acerca a mí y me envuelve en un abrazo. Se siente como si un hermano mayor lo hiciera. Siempre he sido hija única, pero así debe sentirse. No hay dobles intenciones como con Adam.

- Siempre que me necesites – susurra cerca de mi oído

Envuelvo su cintura con mis brazos y lo presiono un poco más. Se siente bien. Su piel parece caliente, dura y sedosa. En contraste con mi fría temperatura es perfecta.

Un carraspeo nos interrumpe pero Kay no me suelta tan rápido. Tampoco lo dejo ir.

Pasamos a un furioso Nathan y vamos hacía la salida. Me da un firme beso en la frente y camina con paso seguro lejos de casa. Lo miro hasta que me es imposible. No sé si por evitar a la persona que todavía está dentro de casa o si por el puro placer de hacerlo.

- ¿Feliz? – pregunto a Nathan cuando vuelvo a entrar

- ¿Qué fue todo eso? – mueve sus manos señalando en donde estábamos abrazados hace un momento

- Eso no importa, ¿ya vas a decirme que has estado haciendo? – quito importancia a mi episodio con Kay centrándome en el tema

Me siento en el sillón pequeño, cruzo mis piernas y le doy toda mi atención. Quiero respuestas, no puede creer lo que vaya a dejar pasar. Él se queda parado frente a mí a unos dos metros. Agradezco su espacio.

- Ella... Iris – titubea – viene de Apéranti, antes ella es, es decir, era mi... pareja

- Ya veo – digo sintiendo un nudo en la garganta. Mis peores miedos se hacen realidad

- No hice nada incorrecto, te lo juro – se defiende rápidamente

- Depende de lo que consideres incorrecto – comento sarcástica

- Estoy contigo, tengo que respetarte

- Aquí no importa lo que tienes que hacer. Desde el principio nunca ha sido un tener que sino el querer hacerlo

Para quedarme (ÁPERANTI I) #PBMinds2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora