Capítulo 33

199 24 2
                                    

- Lamento interrumpir pero creo que es tarde - anuncia Kay desde la puerta

- Está bien - contesto

Abrazo a papá con todas mis fuerzas, además le doy un ruidoso beso.

- ¿Mañana puedo ir a verte? - pregunta tímidamente

- Claro que si

Nos despedimos con más emoción de lo normal, y salgo con Kay para llamar a un taxi, el cuál no tarda en llegar por nosotros.

Cuando entramos a casa suelto todo el aire de mis pulmones. Hoy fue un día interesante.

- ¿Quieres dormir? - me pregunta

Volteo para encontrarlo viéndome con ternura, de esa forma que sólo él puede lograr. Le sonrío, sin motivo alguno, sólo por el deseo de hacerlo. Mi corazón da rápidos golpes cuando me deja ver sus carnosos labios curvados. Es fascinante.

Me acerco cautelosamente a él, puedo notar que su cuerpo se tensa al verme avanzar, no está acostumbrado a que yo vaya hacía él, normalmente siempre soy la receptora.

Una fuerza mayor a mí me guía hasta poder estar a centímetros de su pecho, con mi cara muy por debajo de su barbilla y mis manos planas sobre su abdomen.

No lo veo a los ojos, sólo me mantengo en silencio escuchando su tranquila respiración. Hago un camino con mis dedos hasta llegar a sus grandes y duras manos. Tomo una entre las mías, procurando ser muy precavida. La beso suavemente.

- Sky

- Shhh, no digas nada

Sin soltar su mano lo guío hasta las escaleras lentamente, sin prisas.

Al llegar al segundo piso me acerco hasta la habitación blanca, entramos con cautela y suelto su mano para dejarlo en el medio.

Con mis manos seguras saco por mi cabeza la blusa azul. Lo veo contener el aliento.

De nuevo voy hacia él, pero rápidamente retrocede.

- Detente, tranquilo - digo avanzando

Cuando lo tengo a mi alcance, tomo sus manos y con una delicadeza que no sabía que poseía las pongo sobre mi vientre.

Mi abultado vientre.

Siento sus manos húmedas y temblorosas pero no las dejo ir.

Hoy en la mañana mientras me cambiaba de ropa pasé por el espejo, me sorprendí cuando noté una redondeada protuberancia en mi estómago, y cuando él doctor me dijo que ya tienen el tamaño de bebés de tres meses me di cuenta de que ya puedo sentirlos y verlos.

Cuando puse mis manos sobre ellos hace horas, me percaté de que no tenía a nadie con quien compartir el momento.

Hasta ahora.

- ¿Los sientes? Ya se notan - digo orgullosa

- Increíble - susurra

Suelto sus manos pero él a mí no. Al contrario, me hace avanzar hacia atrás hasta poder sentir la cama detrás de mis rodillas.

- Recuéstate

Lo hago. Él se sube a mi cuerpo hasta quedar a pocos centímetros, pero no deja caer todo su peso.

Está a mi altura, con una mano acaricia el contorno de mi cara y con la otra masajea mi vientre.

Su cara comienza a estar más cerca de la mía a cada momento, puedo sentir su aliento cerca de mis labios.

No me resisto, esto es lo que quiero.

Un ligero movimiento nos interrumpe. Abro los ojos sorprendida, Kay se ve de la misma forma.

Nos quedamos quietos esperando un golpe más, pero no pasa nada.

Se me vuelve a acercar hasta estar próximo a mis labios hasta que sentimos una patadita más.

Sonrío. Kay sonríe.

- ¿Lo sientes? - pregunto con mis ojos empañados

Baja hasta mi vientre y lo llena de besos rápidos, me dan cosquillas pero parece que a mis bebés les encantan porque no paran de moverse.

Rio de felicidad. En este momento no me falta nada.

Vuelve a subir cuando me falta el aire y me regala una sonrisa infantil.

- Son asombrosos

- Tú lo eres - contesto con mis manos en su cara

Me limpia las lágrimas que no sabía que estaba derramando y besa cada ojo. Toma mi cara también y nos acerca hasta estar a milímetros de distancia.

- Te quiero Sky - acaricia mi nariz con la suya

- Te quiero Kay

Mi respuesta lo descoloca un poco, aunque a mí también. No es que no lo sienta, pero no sabía que lo diría ahora.

- No tienes que decirlo - dice sincero

- Quiero hacerlo

- ¿Me lo prometes?

- Si, por mis bebés - digo tomando mi vientre con una mano

- Nuestros bebés - une su mano sobre la mía

Y así, sin prisas ni presiones.

Nos besamos.

Sus labios son suaves e indecisos, como si me fuera a quebrar, como si tuviera miedo a que lo rechazara.

Con firmeza presiono más fuerte a lo que él responde apretando mi cintura para poder estar más juntos. Su lengua entra tímida entre mis labios.

Saboreo la gloria en su boca. Hundida entre su perfume natural, sus manos gruesas y sus labios suaves.

Cuando a ambos nos hace falta el aire nos separamos. Me contempla indeciso, como si fuera a correrlo en cualquier momento.

- Te quiero - le digo segura

- Te quiero

Se levanta sonriéndome desde arriba y comienza a quitarse la ropa hasta quedarse en bóxer azul marino.

Trago saliva cuando se acerca. Con cuidado saca el pantalón de mezclilla de mis piernas y se sube a la cama.

Pone un cobertor sobre nosotros, me arrima a su pecho y suspira.

- Ahora todo es perfecto - dice quedamente

- Aún no - contesto antes de subir una de mis piernas a la suya y pasar mi mano por todo su pecho hasta quedar abrazada a él - ahora si

Su risa retumba en mis oídos.

Con esa música tan relajante me quedo dormida, con la seguridad de que mañana comenzaré a disfrutar lo que me queda de vida al lado del hombre que quiero.

******

Capítulo recién salido del horno. Creo que quedó un poco corto, pero no , es de mis capítulos favoritos, se siente emotivo.

¡Primer beso Kay-Sky!

<3

Mucho amor | Mare

Para quedarme (ÁPERANTI I) #PBMinds2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora